Cap 60 - La tal profecia

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Era de tarde el 30 de octubre de 1981, Ambar, Narcissa y Luisa veían al joven Draco Malfoy escondiéndose de Nagini, quien venía a decirle que Tom estaba en su cuarto esperándola para darle un mensaje importante. La mujer se despidió de sus acompañantes mientras se dirigía a las escaleras con la serpiente siguiéndole, y se preguntaba ¿Por qué ella no había tenido un hijo con el mago oscuro al que tanto amaba?, entonces ya era muy mayor para poder tener uno, aunque ella sabía que sería inmortal y pensaba que en la inmortalidad no existía la juventud...

Cuando llegó a la puerta de su cuarto se encontró con Bellatrix quien la miraba con asco

-Niña, Ahorrate la cara si no deseas que el señor oscuro te mate solo por mirarme de esa forma – expresó la rubia con odio, sentía que cuando veía a Lestrange su sangre le hervía, le tenía tanto asco – Y tapate un poco, esa ropa de Zorra no es aceptable en mi casa, y menos frente al cuarto donde comparto momentos con tu amo – agregó con una sonrisa maliciosa, mientras la pelinegro le veía con odio y deseo de sangre. Ambar entró a su cuarto, no sin antes dedicarle unas palabras en pársel a Nagini pidiéndole que castigue a Bellatrix por su falta de respeto y que la aleje de la habitación mientras ella hablaba con Tom, algo que la serpiente hizo con placer, ella también sentía un doloroso y profundo odio por la joven bruja.

Ambar vio sobre su cama a un Hombre con su rostro humano, envejecido, tenía en sus manos una copa de vino de sauco, y sus ojos firmes al fuego, sobre la cama observo sus horcruxes, el anillo de Merope con la piedra de la resurrección flotando sobre si

-Querida... - habló la fría voz del mago al percatarse de su presencia – Veo que Nagini cumplio con su deber, Sintate mi Reina, tenemos que hablar –

-Tom, ¿Qué sucede? – preguntó ella con temor, hacían años que Tom no usaba ese tono tan helado con ella

-Pettegrew ha servido de algo, y me dijo donde estaban los Potter –

-No entiendo el problema... Tom, te pedí que no dañes a mi sobrino – Dijo Ámbar al ver la cara de disgusto del hombre, se acercó con lentitud hasta quedar arrodillada frente a él, con los rostros muy cerca

-No lo dañare si no es necesario – hablo Tom con delicadeza al sentir la escasa distancia que tenía con la mujer, sintiendo todavía como se le erizaba la piel al tenerla tan cerca, como cuando eran jóvenes, Mientras que Ambar recibía paz por sus palabras

-Gracias – le susurró ella antes de besarle suavemente por largos minutos, el calor en la habitación siempre los llevaban a esos momentos tan intensos, cuando se quiso dar cuenta Tom la arrastró sobre ella, besándola mas y mas hasta que paró para dirigirse a su cuello, y recordar para lo que la había llamado

-Espera... - hablo el Mago cuando ella se separó para verle a los ojos – Falta algo más –

-Dime – dijo ella sentándose en la cama a su lado

-Iré mañana al valle de Godric, y no... No puedes venir, te encargaras de algo mas, Quiero que escondas los Horcruxes, también la piedra de la resurrección, tienes que encargarte de cada mínimo detalle – hablo con delicadeza intentando que la rubia no presente oposición alguna –Si esa "profecía" es acertada, entonces puede que haya algún imprevisto, pero ante cualquier caso, tú te esconderás lejos de aquí junto con Luisa –

-Vamos querido, sabemos que eso no pasara, nadie pudo vencerte en años, ni siquiera Dumbledore, y ¿piensas que podría pasar con un niñito?- hablo Ámbar con burla, pero al notar el rostro de su amado retiro su tono para hablar con seriedad y temor -¿Qué podría pasar? –

-No lo se Ambar, y sobre Dumbledore... el es el creador del monstruo que me he vuelto, si el no me hubiese buscado yo no tendría idea sobre la magia, a excepción de mi don con nagini y su especie, por lo que considero que a ese viejo le gané hace ya años – los ojos de Tom brillaron con un rojo fuerte que la rubia nunca había contemplado de forma tan hermosa, causándole escalofríos y dándole una pizca de miedo pero además admiración. El hombre tenía razón, Dumbledore es el original creador de Lord Voldemort, porque después de todo... si no lo hubiera buscado al orfanato él no tendría idea de sus poderes, y si igual hubiese pasado pero el viejo no le hubiera tenido tanta desconfianza ¿Tom habria hecho todo lo que había logrado? ¿o acaso le podría haber tomado cariño al mismo?. Ambar sonrió antes de tomar los objetos y colocarlos con delicadeza en su bolso, para después acostarse a un lado de Tom mientras comenzaba a besarle el cuello hasta llegar a su boca. Minutos después ambos cayeron en un sueño profundo.

31 de octubre de 1981

Ambar despertó por el sonido de un trueno cayendo cerca de la mansión, haciendo temblar toda la propiedad Riddle, la lluvia caía con fuerza chocando contra el césped, contra los vidrios de las ventanas, contra las paredes, y contra los charcos de agua que se habían producido por la misma tormenta en los exteriores. La rubia observó a su lado un lugar vacío en su cama, pero sabiendo que Tom no iría hasta el anochecer al valle de Godrig, se preguntó dónde estaría. Entonces del cuarto de su baño salió el mago oscuro con una toalla mientras secaba su cabello con otra

-Si quieres ducharte el baño está listo querida – habló el hombre aun sin mirarla, cuando se percató de que Ámbar no le había contestado por lo que decidió subir su mirada para verle a los ojos azules que llevaba la mujer -¿Cómo te encuentras? -

-¿Crees que algo podría pasarte? – hablo ella por primera vez mientras Tom se sentó en su lado de la cama cuando negó con la cabeza

-No Ambar, nada pasara, más que el niño muerto, si es por lo de anoche solo te dije esto por que me tomo desprevenido la noticia de Pettegrew – explicó el viéndola fijo, a otra persona le intimidaría terriblemente la forma penetrante en que Tom miraba a Ámbar, pero a ella no, era su pareja hacía ya mucho tiempo. El mago oscuro se levanto para entrar a su armario, y minutos después salio vestido con un traje formal color negro, para ponerse su túnica – ¡IGHOR! – Grito de forma fría cuando el elfo se apareció, pero el hombre en vez que hablarle le señaló a ambar aun acostada para que le sirva

-¿Podrías traerme el desayuno Igh? Y si alcanzas envíale una lechuza a Luisa avisando que no podré verla hoy – Pidió la rubia con gentileza antes del elfo sonreír a su ama, a la cual le tenía mucho cariño, para luego desaparecer. Tom se acercó a ella para besarla -¿Adonde vas? –

-Bellatrix tiene que vigilar a los potter el dia de hoy, usará la poción multijugos para verse como un niño, tengo que ir a la mansión malfoy para asegurarme de que este todo en orden, además de que Abraxas pidió verme, sigue enfermo y creemos que ya le llega la hora – Entonces la rubia se levantó para entrar a al baño

-¡Iré contigo! Esperame solo un segundo – dijo ella por lo que Tom rodó los ojos, Ámbar no quería a su Lord cerca de la niña pelinegra por lo que se pasaba siguiéndolo, minutos después salió del baño con su cabello mojado y una toalla color rojo que cubría su cuerpo moldeando sus curvas, tenía una edad notable, pero sabía disimularlo a la perfección. Tom quedó viéndola con una sonrisa burlona en su rostro humano, ella rio con vergüenza

- Ya no somos adolecentes exaltados – hablo Riddle con confianza antes de caminar hasta la chica para tomarla por la cintura y dedicarle un beso lleno de cariño –Vistete – hablo con autotidad, ella solo asintió y entro en su armario para luego salir con un vestido color negro casi llegando a las rodillas y unos sapatos de tacon a juego, además de estar completamente lista con su tunica en la mano. Entonces apareció Ighor con el desayuno y la poción de su amo

-Mi amo, Ighor ha traído la poción y el desayuno para la ama, además la ama Luisa ya está informada – habló el elfo con temor a Riddle cuando Ámbar se acercó

-Gracias Igh, siempre tan atento. Si ves a Nagini avisa que salimos – dijo ella con cariño, Ighor solo asintió sonriente dejando la bandeja sobre la mesa que había frente al sofá del cuarto y desapareció no sin antes dar una reverencia como saludo

-Los elfos están cada vez mejor entrenados, ven bien de qué lado estar – Explicó Tom mientras se sentaba en su sofá para tomar la poción en sus manos. Los truenos comenzaron a sonar cada vez más fuerte

-¿No crees que está lloviendo demasiado? Tal vez tengas que quedarte – Ambar camino hasta su lado y se sentó cuando comenzó a desayunar, el rostro del pelinegro comenzó a cambiar a la forma desfigurada de serpiente

-No vas a convencerme de que no vaya – dijo con tono frío, antes de pararse al notar que la rubia había terminado el desayuno. Minutos después desaparecieron en la mansión Malfoy.


Tom Riddle: La MaldiciónWhere stories live. Discover now