Capitulo 5 - Robin Carrow

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Había empezado el toque de queda, Tom noto que Ambar no había llegado a la sala por qué no la había visto entrar todavía, aun que luisa había ido a su habitación hacia un par de horas, por lo tanto no estaban juntas. Tom se convenció de ir a buscarla puesto que seguro se había perdido de nuevo así que se levanto del sofá de su sala y dejo su libro sobre una mesa en medio, pero segundos después la puerta se abrió y Ambar y Robin entraron, fue entonces cuando el ceño se Tom se frunció disgustado, el no entendía porque pero ese Robin Carrow le irritaba mucho.

-Ambar...- Llamo Tom.- Temía que te hubieras extraviado querida, casi se me ocurre salir en tu busqueda.- El tono de voz de Tom era de ironía, frio, como si no te importara que esta se hubiera perdido o no, aun que en realidad si que le importaba. Ella lo miro asombrada desde la entrada.

-Disculpa Riddle pero te recuerdo que no tienes permitido salir de la sala común o de tu dormitorio, no eres prefecto, y como ves ya traje a Ambar.- Le contesto Carrow ahora, con un tono de burla.

Ambar en medio de una batalla de miradas, había una energía extraña en la sala, ambos se miraban fijamente, Robín con su burlona mirada y Tom con su fría mirada de desprecio, hasta que robín corrió la vista hacia Ambar, que sostenia una exprecion de confucion plena.

-Buenas noches Am.- Se despidio carrow tomando suavemente del mentón de la rubia, y  retirandoce hacia las mazmorras a seguir patullando.

-Siempre me irrito ese Robin Carrow, ¿Cómo lo soportas, Am?.- Hablo Tom con una media sonrisa en el rostro, parado con sus manos agarradas por su espalda y de un lado de la chimenea prendida, resaltando burlonamente el sobrenombre que el rubio le había puesto a Ambar.

-Es un buen chico, Riddle si no supiera de ti diría que son celos lo que estas demostrando.- Dijo Ambar rodeando el sofá y sentándose en el con una sonrisa en su rostro y unas mejillas notablemente sonrojadas.

-Por favor querida, ¿crees que sentiría celos por alguien con quien apenas he hablado?.- Volvio con su tono frio, y se sento alado de la rubia.- Aun así, ¿Ese chico te agrada?.- hubieron unos segundos silenciosos, pero necesarios.

-No, no realmente.- le respondio sacudiendo la cabeza. En ese momento Abraxas entro a la sala junto con Fervel Goyle, un chico un tanto relleno con cabello risado y tez clara y Ernan Crabbe, un chico delgado con cabello negro lacio casi hasta los hombros y tez oscura.

-Buenas noches, señorita Peverell quería saber si podría hablar a solas con Riddle.- hablo abraxas mirando hacia Tom y Ambar con sus dos compañeros atrás, esperando aprobación de la chica y todavía mas del chico.

-Por supuesto Malfoy, me estaba retirando de igual forma, buenas noches.- Respondió Ambar disgustada con un tono frio y una mirada de desprecio a los 3 que interrumpieron su charla levantándose del sofá y dirigiéndose a las escaleras, mientras Tom veía la expresión de la chica asombrado.

-Buenas noches, querida.- Se levanto Tom con una media sonrisa en el rostro dirigido a la chica, ella se dio vuelta y le devolvió la expresión asintiendo con la cabeza.

Pasaron los días y las semanas, cuando Tom hablaba con Ambar de vez en cuando. El noto que ella era un poco distante, como si no quisiera que el resto se entere de lo que pensaba, Aun que Tom no usaba la Legemancia, por una cuestión de respeto a su compañera que parecía no estar enterada del mundo, se concentraba en sus notas de la misma manera que Tom, y quería saber de otros tipos de magia, igual que el muchacho. Ambar estaba a gusto con su compañero, pensó que alguien la entendía, y por otra parte se volvió muy amiga de Luisa Parkinson, aun que esta y Tom no se llevaban bien así que nunca estaban cerca. Ambar noto que con las chicas de las otras casas no se iba a poder llevar bien, ellas tenían algo contra la rubia y ella no sabia que era.

Tom Riddle: La MaldiciónWhere stories live. Discover now