Cap. 13 - Secciones Prohividas

4.9K 363 83
                                    




Pasaron los días, y estos se convirtieron en semanas, Tom y Ambar ya no tenían mucho trato, se veían en las clases, Tom ayudaba a Ambar con algunas materias por que se acercaban los exámenes previos a navidad, pero fuera de eso no hablaban mucho aunque con la mirada sentían que se decían todo. Tom se empezó a sentir raro siempre que veía a Ambar, ya no era el mismo Tom con ella, sentía necesidad de acercarse y saber que ella sentía lo mismo lo asustaba

Sábado 24 de Noviembre, Tom se mantenía distante de todos, incluido Slughorn que cada vez que lo veía insistía con que debía dejar romper la maldición, aunque este ya no estaba seguro si ya la había roto. El chico encontró en la sección prohibida de la biblioteca el hechizo del Horcrux, le hacía falta encontrar la entrada a la cámara de los secretos para dejar salir al basilisco pero ahora dudaba en hacerlo, pensó que primero sería mejor aprender hechizos de protección, mejorar su oclumancia, y aprender a hacer pociones que lo ayuden contra el veritaserum, ya que si pasaba algo y usaban este contra él estaría en desventaja. Esa noche como las últimas Tom salió de la sala común, pero Ambar lo había notado, así que la chica tomó su capa de invisibilidad y lo siguió guiada por la mayor de las curiosidades.

Empezó a seguirlo a unos pasos lejos de él, pero al subir la escalera y asustarse con el movimiento irregular de las mismas Tom sintió un suspiro detrás de él, se dio vuelta y apuntó con su varita

-Lumos.- Susurro Tom, pero no vio nada así que siguió, Ambar iba algo más alejada ahora, llegaron al 4to piso donde estaba la biblioteca y la chica empezó a inquietarse *¿Qué va a hacer Tom en la biblioteca a estas horas?* se preguntaba, entonces vio como Tom abría un candado con un hechizo que ella no conocía – Alohomora.- Susurro el chico y dejó el candado suavemente en suelo cuando empezó a entrar a la sección prohibida con Ambar siguiéndolo asustada, entonces Tom abrió un libro que comenzó a gritar muy fuerte y ella se asustó echándose para atrás y chocando contra una mesa, por lo que Tom se dio vuelta y conjuro –Specialis Revelio - entonces la capa de ambar cayó al suelo y esta quedó al descubierto – Ambar ¿pero qué diablos...- empezó a decir Tom cuando escucharon una voz

-¿Quien esta ahí?- era el cuidador del castillo, entonces Ambar tomó la capa y los escondió a ambos, segundos después vieron al hombre acercarse al pasillo y luego pasar a un lado suyo, cuando se alejó lo suficiente ambos salieron de allí con la capa encima hasta que llegaron a un pasillo en el 2do piso y se la quitaron

-¿Qué hacías siguiéndome Ambar? – le pregunto Tom enojado caminando hacia ella y dejándola atrapada entre él y la pared, se empezó a sentir furioso *Si Ambar hubiera visto lo que buscaba tendría que haberle robado la memoria* pensaba tom, mientras ella asustada chocaba contra el muro y se intimidaba por los oscuros ojos del chico que solo se veían por una ventana que daba hacia afuera haciendo que la luz de la luna deje ver algo – ¡Contéstame! – dijo más enojado porque la chica no reaccionaba del miedo que le causaba la furia de Tom, parecía que él iba a acabar con ella si no le decía que sucedía pero sus labios temblorosos por el frío y el hilo de voz que no tenía no la dejaban hablar así que Tom uso la legeremancia * Esta tan furioso y no puedo contestarle, ¿Por qué le molesta tanto? ¿Qué buscaba?... pensé que iba a ver a alguien pero...* Entonces Tom salió de la mente de Ambar y tiró una carcajada – ¿Creíste que me vería con alguien más? – dijo Tom con media sonrisa en su rostro, un tono de voz notablemente sonrojado y tomando de la barbilla de la chica

-¿Cómo... - empezó a decir ella algo asombrada por que el chico sabía que había pensado – ¿Legeremancia Tom? – Esta vez lo miro enojada sacando el mentón del agarre de Tom -¿has estado usando legeremancia conmigo? ¿y cómo es que aprendiste esto? - Ahora era Ambar quien estaba furiosa

-No Ambar no es así...- dijo él – Esta vez solo y además... ¿Posees un manto de invisibilidad y no me lo dijiste? ¿Ahora me enterare de que también eres la muerte misma y posees las 3 reliquias?.- Tom volvió a atrapar a Ambar contra la pared muy enojado, él quería la inmortalidad y ella podría ser que la tenga, tom era capaz de cualquier cosa por lograr sus objetivos. Ella se empezó a sentir culpable por no decirle a Tom de su herencia cuando él le había dicho de la suya y también de su maldición pero él guardaba muchos más secretos y de eso ella estaba segura

-No yo... No tengo más reliquias que está, yo no...- Pero antes de que pueda terminar se echó a llorar cubriendo sus manos pálidas en su rostro, cuando Tom se dio cuenta que ella no llevaba su túnica y hacía mucho frío, así que se sacó la suya y se la puso a la chica aun sollozando

-Vamos a la sala común.- dijo Tom susurrando y tomando a la chica de las manos con el manto en el brazo, Al llegar a la sala Tom la acomodo en un sillón cerca del fuego poniéndose de rodillas enfrente de ella. –No me tendrías que haber seguido, era muy peligroso Ambar.- le dijo el acariciando el rostro de la chica con suavidad

-Creía que...-

-Ya lo sé Ambar, pero eso no pasara nunca, creo que te deje todo bastante claro.- interrumpió

-Estuviste muy distante, casi no te veo – Se excusó tapándose la cara con las manos nuevamente

- Estuve... estudiando Ambar, y averiguando cosas en las que es mejor que no entres- Tom la abrazo como pudo para luego llevarla a uno de los sofás para poder sentarse a su lado, mientras ella se acomodaba apoyando su cabeza en el hombro del chico mientras Tom le tomó una mano y empezó a acariciarle lentamente hasta que esta se quedó dormida, entonces Tom la tomo en brazos junto con el manto y se dirigió a la habitación de Ambar, Al llegar toco la puerta y le abrió Luisa casi dormida, Tom explicó que la había encontrado dormida en un sofá y la acostó en su cama retirándose, no sin antes dejarle un beso suave en los hermosos labios de Ambar que él tanto deseaba. 

Tom Riddle: La MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora