Tom Riddle: La Maldición

Cap. 26 - Myrtle and Rubeus

Jueves 13 de junio por la noche. Todos estaban cenando mientras Tom se preparaba para dejar salir al basilisco una última vez. Una chica llamada Myrtle Warren, de 4to año Ravenclaw e impura, salía corriendo del gran comedor con lágrimas en sus ojos

-¡Cuatro ojos! ¿Adónde vas cuatro ojos? – era la voz de Olive Hornby, una compañera de Myrtle, quien se estaba burlando de sus lentes. Warren salió corriendo alejándose lo más posible del espectáculo hasta llegar al 2do piso al baño de niñas, escondiéndose en uno de los cubículos con sus ojos completamente mojados escucho un ruido que la alarmo, empezó a creer que era Hornby que había venido tras ella para seguir molestándola, pero instantes después hollo una voz masculina pronunciando algo que ella no distinguía cuando empezó a oír siseos de serpiente y se asustó pegando un gemido de miedo, la puerta del cubículo se abrió de golpe cuando Mytle vio unos enormes ojos amarillos y murió. Tom comenzó a pronunciar el hechizo mientras sostenía su diario luego de ordenarle a la bestia que entrará nuevamente a la cámara, creando su primer Horcrux, desgarrando su alma en 2 siniestras partes, dividiendo su vida y colocando magia negra en esas horribles páginas. Luego de eso el chico salió rápidamente de allí, dejando el cadáver y el alma de Mytle Warren en aquel baño, en aquel cubículo.

Pasaron unas horas, empezó el toque de queda y Tom bajó al comedor, consciente de que los profesores probablemente ya habían encontrado el cadáver de la impura y estaban por todo el castillo. El joven estaba paralizado en una escalera viendo como dos hombres llevaban una camilla tapando un cuerpo con una sábana blanca a la vez de que un brazo extremadamente pálido salía de esta, cuando giro a encontrándose con Dumbledore

-No es bueno andar merodeando tan tarde ¿Verdad Tom? – Le dijo el hombre al notar su presencia

-Disculpe profesor, supongo que, solo quería saber si los rumores eran ciertos – dijo Tom con su mejor acto

-Me temo que sí lo son Tom – contestó Albus ahora con un tono de preocupación y tristeza

-¿El de la escuela también? Yo no tengo adonde ir, no serían capaces de cerrar Hogwart ¿o si? – Pregunta el chico

-Entiendo Tom, pero me temo... que quizá el director no tenga remedio –

-Señor, si los crímenes pararan, si encontraran al responsable... -

-¿Hay algo... ¿Qué quieres decirme Tom? – preguntó Dumbledore mostrando la inseguridad que sentía hacia el chico

-No, Señor. Nada –contestó este con total inocencia y el brillo controlador en sus ojos, cuando este asintió con la cabeza, un poco más tranquilo. Luego de despedirse el peli oscuro salió rápidamente hacia la habitación donde se había encontrado con Hagrid días atrás

-Buenas noches Hagrid – saludo Tom al abrir la puerta apuntando con su varita mientras Rubeus se paraba del suelo con rapidez al encontrarse con el chico –Voy a tener que delatarte Hagrid. Aunque no creo que haya matado apropósito –

-¡No puedes! Es que no entiendes – explicó el gigante inocente

-Vienen los padres de la muerta, el castillo debe asegurarse de que muera la cosa que mató a su hija – habló Tom aun apuntando con la varita

-Aragog nunca ha matado a nadie ¡nunca! –

-¿Y la cámara de los secretos Hagrid? Los monstruos no son buenas mascotas, hazte a un lado – pidió apuntando al baúl donde hagrid escondía a Aragog

-¡No! –

-¡Hazte a un lado Hagrid! –

-¡NO! –

-¡Cistem Aperio! – Conjuro Tom abriendo el Baúl cuando Hagrid se apartó y Aragog escapó corriendo del lugar -Arania Exumai – trato de matarla sin atinarle, logrando que la Acromantula lograra salir

-¡Aragog! – Gritó inútilmente Rubeus dolido. Todo salió como Tom lo había planeado, una muerte inocente, y un joven muchacho sufrieron por un solo Horcrux.