{EDITADO} Cap. 35 - Cumpleaños de Ambar

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[ADVERTENCIA: Este capítulo fue modificado antes de ser subido por cuestiones de seguridad a menores (No es el texto original, lo escribir de otra forma), de igual forma no es recomendable para estos mismos.]

Al día siguiente Luisa llegó a la casa y luego Slughorn, Ambar y su amiga pasaron el día juntas, Servus no había escrito y la rubia no sabía nada de él, el miércoles los 4 junto con la bebe Lolanthe pasaron el día en el callejón Diagon comprando los materiales de su último año, y el jueves el cumpleaños 17 de la rubia llegó junto con su legalización, entonces podía usar magia fuera del colegio y manejar su vida a su gusto. Esta misma mañana, la rubia se levantó y vio una lechuza golpeando su ventana, la dejo entrar y tomó la carta en sus patas

"De Servus Peverell

Para Ambar Peverell

Feliz cumpleaños hija, lamento haberme ido de esa forma hace unos días, pero un mestizo es algo que me resulta inaceptable e indecente, sin embargo, él es un buen muchacho, así que dejaré todo en tus manos ya que eres mayor de edad. Esta tarde Olives irá a buscar a Lolanthe, si te complace quedarte estaré de acuerdo, pero más vale que tengas cuidado. Te quiero". Ella dejó el sobre y la carta en el escritorio y bajó, completamente confundida. El día lo pasaron espectacular, era el 2do año que pasaba su cumpleaños con Tom, esto era algo que la tenía contenta y emocionada. Disfruto de su hermana ya que después de ese día no la vería hasta navidad, cuando Olives llegó charló unos minutos con su sobrina y se llevó a la pequeña, como luisa ya no necesitaba cuidar a la hermana de su amiga paso el día con ella y luego volvió a su casa, con Slughorn haciendo lo mismo, entonces Tom y Ambar quedaron solos.

Como ya habían cenado, la rubia estaba por dirigirse a su habitación cuando este la freno tomándole del brazo

-Quiero que duermas conmigo – dijo él haciendo que Ambar asintiera y después tomándola de la cintura la dirigió a su cuarto. Entraron y el cerro la puerta –No tengo una cama grande para tener que dormir solo querida – ella se lanzó en la cama completamente agotada

-Mañana podemos visitar a Gellert, tengo una cantidad de preguntas que hacerle a ese asesino – Dijo la rubia con una sonrisa completamente maligna, haciendo que Tom se diera cuenta de que ella estaba cambiando, lo comprendía. El peli oscuro se sentó a su lado mientras se quitaba la camisa dejando ver nuevamente su piel pálida y sus músculos marcados

-Iba a decirte lo mismo, Lo sacaremos de las celdas para curarlo ya que Malfoy se encargó de torturarlo y el hombre está más indefenso que nunca, podremos sacarle toda la información que queramos - explico el chico cuando le dirigió su oscura mirada a Ambar y esta le sonrió

-¿Qué pasa con tus Horcrux? – pregunta ella acercándose a Tom quien la mirada de forma extraña, el chico quería descifrar qué se traía Ambar en mente, hasta que la tuvo a escasos centímetros

-El diario lo tiene Abraxas y en breve... - comenzó a hablar completamente controlado por unos ojos azules que lo miraban fijo

- ¿¡MALFOY!? – Grito la rubia con los ojos abiertos de asombro cuando se alejó un poco del chico y se paró de la cama comenzando a caminar por el espacio hasta llegar a la chimenea -¿No encontraste a alguien más estúpido para que cuidara una parte de tu alma? - hablo furiosa, tenía razón, el rubio platinado era un completo bobo, no estaba bien preparado y no era de suficiente confianza para cuidar una parte del alma del futuro mago más poderoso

-Lo guardará en su mansión, escondido entre la casa, pasara en sus generaciones siendo cuidado por la familia, créeme que yo sé cómo cuidarme Ambar- explicó él con total confianza y dirigiéndose a ella para abrazarla por la espalda y comenzar a besar su cuello luego de apartar sus cabellos dorados, Ambar tomó aire y se calmó por la paz que Tom le transmitía haciendo esto, de repente la tensión en el cuarto desapareció

-Está bien Tom – dijo ya relajada, cuando el chico aun abrazándola comenzó a desabrocharle la camisa, ella dio media vuelta sobre sí misma y le dirigió la mirada viéndolo desde abajo por la altura – te amo Tom – confesó. Una sonrisa surgió en el rostro del chico, siguió tratando de quitarle la prenda a la rubia

-Yo también te amo – hablo en susurro una vez que se deshizo de la camisa blanca y dirigió sus manos al cierre de la falda que esta llevaba dejándolo con delicadeza. La distancia entre Ambos ya no existía, estaban completamente pegados aun en frente de la chimenea, el fuego en esta hacía que el calor en el cuarto aumente, el pantalón del chico desapareció en un par de minutos, cada beso que se corresponden hacían que la pasión y el deseo aumentan, haciendo que los nervios desaparezcan, y la perfección se forme. De repente ya no estaban frente al fuego, ahora estaban entre las sábanas, entre la oscuridad, entre su pasión y entre toda una acumulación de lujuria. Pasaron varias horas hasta que al terminar quedaron dormidos, abrazados, no dejarían ir aquella noche de sus memorias nunca jamás.

[ADVERTENCIA:Tras muchos comentarios pidiendo detalles sobre esta escena, el 31/05/2022 esta escena es nuevamente editada por su escritora original y relatare a continuación. No es necesario leer de aquí al final del capítulo para continuar el hilo de la historia.]

-Está bien Tom – dijo ya relajada, cuando el chico aun abrazándola comenzó a desabrocharle la camisa, ella dio media vuelta sobre sí misma y le dirigió la mirada viéndolo desde abajo por la altura – te amo Tom – confesó. Una sonrisa surgió en el rostro del chico, siguió tratando de quitarle la prenda a la rubia

-Yo también te amo – hablo en susurro una vez que se deshizo de la camisa blanca y dirigió sus manos al cierre de la falda que esta llevaba quitandola con delicadeza. La distancia entre Ambos ya no existía, estaban completamente juntos aun en frente de la chimenea, el fuego en esta hacía que el calor en el cuarto aumente, el pantalón del chico desapareció en un par de minutos, cada beso que se correspondian hacían que la pasión y el deseo aumentaran, haciendo que los nervios desaparezcan, y la perfección se forme. De repente ya no estaban frente al fuego, ahora estaban entre las sábanas, entre la oscuridad, entre su pasión y entre toda una acumulación de lujuria. Los besos no dejaban de fluir, las enormes y frías manos de Tom recorrían el cuerpo de Ambar por primera vez sin dejar ni un solo rincón de piel que acorralar, la joven estaba sumida, todo pasaba muy rápido, el tiempo no existía, se aceleraba y se detenía, se sentía como nunca antes; ningún filtro, ningún hechizo ni tampoco poción existente podría compararse. Riddle era un dios, junto a ella nada le parecía imposible, y en ese momento en el que se encontraron siendo uno mismo en ambos, Tom decidió destruir cada mínima estrechez de su reina, cada vez que la embestía se llenaba de poder, se dedicó a someterla todo el tiempo que fue capaz, jamás volvería a dejarla ir luego de esa noche, se encargaría de abrir su mente ante el universo y la convertiría en la diosa que ya era. La acarició cada segundo de la escena y Ámbar correspondió cada beso intenso y excitado que Tom le dedicaba, por su rostro corrían saladas de placer, sus pestañas húmedas, los pulsos y las respiraciones más alteradas que nunca, la habitación cálida... las llamas de la chimenea intensificadas hasta querer alcanzar cada pieza de mármol frío encajado en las paredes, hacer arder cada retazo de tela de seda blanca, cada pedazo de madera esculpido que entre los temblores amenazaba con querer desarmarse

- Te amo...- susurraron al unísono, la obra musical más prodigio alguna vez escrita. - Te amo...-

Tom Riddle: La MaldiciónWhere stories live. Discover now