Cap. 50 - Gringotts

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Pasaron unos minutos, Ambar ya se encontraba en un tren bajo el banco, bajando por las extrañas vías sujetadas al aire que le daban tanto pánico, la cantidad de trampas aparecieron luego de un rato, el duende que iba con ella le decía cosas como "Agáchate" y de repente una cuchilla voladora casi le arrebata la cabeza, pasaron por una catarata de agua helada de la que la rubia había leído, por lo que sabía que era una trampa para los impostores, cosa que agradeció el hecho de que Tom no haya bajado. Luego de infinitas trampas, criaturas, hechizos y largos minutos llegaron a la bóveda

-¿Me prestaría su llave Señorita? - pidió con un tono de in diferencia el duendo por lo que ella asintió y se la entrego. El "hombre" abrió la enorme puerta -Debo advertirle que no puedo entrar en la bóveda, tiene un hechizo que expulsara de aire a cualquiera que entre y no sea usted o su hermana, aparte de que desase el encantamiento Imperio - la rubia sonrió al escuchar las precauciones del banco

- No se preocupe - dijo ella cuando entro en la oscura bóveda -Lumos - susurro y entonces una luz salió de la varita de la chica iluminando la habitación, dejando ver solo una pequeña bolsita marrón flotando en medio del lugar. Ambar tomo la bolsa y la abrió cuando encontró una pequeña piedra negra con forma extraña que traía en uno de sus lados la marca delas reliquias de la muerte, la rubia volvió a guardar la piedra y la coloco en su bolsillo para luego salir de la habitación

-¿Todo esta listo señorita? - pregunto el duende al verla salir con las manos vacías

- Si, ¿Podemos irnos? - respondió está un poco incomoda

-Claro Señorita, pero antes necesito saber si ha dejado todo en la bóveda o si a retirado algo para poder registrarlo - explico este haciendo que la bruja sienta desconfianza

- La he vaciado - contesto disgustada

-Debo aclarar que si usted me dice que vacío esta bóveda, no podrá volver a entrar aquí - hablo el tratando de encontrar solución a que la rubia salga sin nada y ahora la bóveda se encuentre vacía

-Entiendo - dijo ella subiéndose nuevamente al tren haciendo entender al duende que no quería más preguntas.

Luego de interminables minutos ella y el duende volvieron a subir al primer piso del banco, Ambar firma varios papeles y se dirige a la puerta en donde se encuentra a Tom

-¿Ya está? - Pregunta el chico a lo que ella asiste mientras salen del edificio quedando en las calles que ya se habían llenado - Debemos irnos, tardaste mucho y el efecto de la poción se me está acabando - Ambar vuelve a asentir y lo toma del brazo cuando desaparecen reapareciendo en la sala de la mansión -Buscare la capa - dijo Voldemort ya transformado con su rostro deforme y su piel pálida

- Espera Tom - hablo ella nerviosa sentándose en el sofá -No estoy segura - expreso cuando el chico se sentó a su lado

-¡Flemur! - llamo el con un tono frio - Es un gran paso Ambar, pero es lo mejor tanto para ti como para todo nuestro plan - en ese momento un elfo domestico aparece

-Amos - se inclina en forma de saludo - Amo me ha llamado y le he traído su poción - el elfo chasquea los dedos cuando un frasco aparece en su mano y se la entrega a Tom. Ambar estaba más nervioso que nunca, sentía como su pecho se presionaba, sus lágrimas querían salir sin razón alguna, y cada milímetro de su cuerpo expresaban un temor absoluto. El chico bebe la poción

-Te amo, y te necesito a mi lado eternamente - explico el mientras sus facciones cambiaban y se transformaba en sí mismo, en Tom Riddle, dejando la apariencia de serpiente causada por los 5 Horcruxes

-Voy a hacerlo, eso no lo dudes, pero me presiona el hecho de tener que hacerlo ahora - hablo la rubia causando en Tom una sonrisa

-Debes hacerlo hoy Ambar... Lolanthe se llevara la capa a Hogwarts y desde que ella este asalvo en el castillo las cosas se complicaran, quiero que este protegida, y cuando los peores ataques se levanten ella y Saly no saldrán mucho del lugar, aparte de que tu estarás mas a salvo poseyendo... - trato de convencerla cuando ella lo interrumpió

-Lo entiendo, lo entiendo a la perfección - Ambar se levanto y se dirigió a las escaleras, no estaba segura de lo que estaba haciendo, nunca lo estaría, no sabría cómo hacerlo, temía que esto la cambiara y ya no la dejara apreciar la belleza en lo simple como tanto de gustaba hacerlo, pero lo único que la obligaba era el amor, el amor a Tom, a sus hermanas, a sus seres queridos, el amor a Luisa a la que extrañaba bastante, y su corazón le indico que si no quería perder a todas las personas a las que amaba tendría que ser quien decida adonde iría cada una. Iba subiendo las escaleras, Tom percibió todos los pensamientos de la chica

-Tu mente está abierta - le aviso cuando la tomo de la muñeca, ella parecía más alta por estar dos escalones delante del joven, el subió un poco más para poder tomarla de la cintura y abrazarla para después darle un apasionado beso en los labios - Te amo demasiado, no puedo expresarlo con palabras, no te pediría que hagas esto si no fuera para protegerte - susurro sobre su aliento cuando la rubia sonrió y dejo caer las lágrimas de emoción por que supo que lo que el le decía era completamente sincero

-Tu mente también está abierta, ciérrala antes de que algún mortifago perciba el lado débil de su amo - se burló ella cuando siguió subiendo dejando al chico detrás para el luego seguirla riendo.

Tom Riddle: La MaldiciónWhere stories live. Discover now