Trouble |Cancelada|

Capítulo 54

Narra Jessica:

Desde que Harry había aparecido en mi apartamento amenazando a Thomas, no lo había vuelto a ver. A ninguno de los dos. No me importa lo tan ruda que haya sido con Harry pero él se lo merecía, se merecía eso y más. Con Thomas había intentado llamarle repetidas veces, sin embargo, iba directo al buzón. No había asistido al trabajo y según Tom estaba muy ocupado con la universidad.

Me estremecí al pensar que había abandonado este cuatrimestre de la universidad, gracias a Jake que me había obligado. Había conseguido más horas en la cafetería de Tom así que aunque no estuviera estudiando, ganaba dinero. Mis padres habían estado furiosos por unos días pero creo que ya lo habían superado, creo. Mientras tanto, Laura había conseguido pasar sus exámenes y creo que ha vuelto con Jake aunque ninguno de los dos habla sobre el tema.

La brisa mañanera de Londres golpeaba contra mi rostro, era fresca. Perfecta. Mis pies chocaban contra el asfalto mientras me dirigía al local de Tom. Entre por la puerta trasera para dejar mi bolso en uno de los casilleros y colocarme mi uniforme. Arregle mi cabello rubio en una coleta para luego firmar mi turno en la hoja pegada en la pared y salir tras el mostrador.

-¡Rubia! –Escuche a Arlyn gritarme mientras caminaba con una sonrisa hacia mi.

-¡Hey! –Dije con una pequeña sonrisa.

-Estoy empezando a sentirme mal –Dijo haciendo puchero.

La mire por unos segundos para luego inclinarme a coger unas toallas para limpiar las mesas. Eran apenas las nueve de la mañana y el local no abre hasta las diez.

-¿Por qué? –Le pregunte acercándome a la mesa para empezar a limpiarlas.

Trabajo monótono.

-Te he invitado a no sé cuantas fiestas y me has declinado cada una de mis invitaciones, el rechazo es doloroso –Dijo limpiándose una lagrima dramáticamente.

Largue un suspiro.

-Y te he rechazado por la misma razón, sabes lo incomoda que me siento en ese tipo de ambientes –Dije moviéndome para limpiar la siguiente mesa y acomodar las sillas.

-¡Solo una! Te estoy pidiendo que lo intentes solo una vez –Dijo mirándome con suplica mientras sacaba unos vasos al mostrador.

Rodé los ojos pero en serio, necesito enfocar mi cabeza en algo que no sea Thomas y Harry. El hecho de que Thomas me evite y que Harry se haya ido ofendido me tiene distraída.

-Está bien, pero si me siento mal o algo me dejas ir a la hora que quiera incluso si eso es un minuto luego de que lleguemos –Dije amenazante.

Ella rió y aplaudió como foca.

-Bueno, tengo que salir ganando de alguna forma así que yo te llevo la ropa que te pondrás –Dijo sonriéndome.

-¿Qué tiene de malo mi ropa? –La mire ceñuda.

Ella hizo una mueca.

-Te viste muy aniñado –Hizo puchero batiendo sus pestañas.

-¡Claro que no! –Dije.

-Si lo haces, ¿es un trato o no? Prometo luego no molestarte mas –Dijo sonriéndome.

-Trato –Levante mis pulgares hacia ella.

Narra Harry:

Estaba corriendo y disparando a bolsas en la parte trasera del almacén. Todos los chicos estaban afuera haciendo sus trabajos y yo aquí entrenando. Mis piernas temblaban, tenía desde las 7 de la mañana haciendo lo mismo y ya eran las 11. Había parado dos veces en esas cuatros horas pero creo que me acostumbro al dolor físico y la garganta seca.