Trouble |Cancelada|

Capítulo 27

Narra Jessica:

-¿Volverás pronto? –Pregunto la castaña formando un puchero con su labio inferior.

Le di un último abrazo mientras sostenía el borde de la puerta dispuesta a cerrarla.

-Tratare de ir, antes de que llegue verano iré –Dije sonriéndole.

-Espero que no mientas –Dijo riendo mientras sostenía la pequeña maleta en sus manos.

-Te veo pronto –Dije dándole una pequeña sonrisa.

Observe como Laura caminaba hasta el ascensor y lo llamaba mientras sostenía la maleta contra su pecho. Las puertas se abrieron del ascensor y divise a Jake saliendo para luego mirar hacia Laura y luego a mí. Sus ojos se entristecieron mientras lo vi tomar del brazo a Laura y fruncirle el ceño. Estaba a punto de gritarle algo y al percatarse de la mirada de la chica, la soltó para luego volverse hacia mí.

-Jess –Lo escuche llamarme.

Yo subí rápidamente hasta mi cuarto y entre para luego echarle el cerrojo, no quería verlo. Suspire profundamente para luego acercarme hasta donde cargaba el celular. Eran las 7 de la mañana y hoy lunes eran mis días libres de la universidad, podía dormir un rato más hasta que tenga que irme a trabajar por la tarde a la cafetería. Puse una alarma para más tarde y me dormí.

El pequeño zumbido que emitía mi celular al vibrar contra la madera era totalmente irritante. Mire la hora, las doce del mediodía. Me puse de pie y entre al cuarto de baño. Me quite mi pijama junto a la ropa interior y me di una ducha. Luego salí del cuarto de baño y agarre la primera ropa de mi armario. Seque mi cabello rubio y luego lo amarre en una coleta. Cogí mi bolso y eche mi celular junto a su cargador y un poco de dinero en este. Baje las escaleras y vi a mi hermano menor frente al televisor comiendo pizza.

-¿Se te apetece? –Pregunto viéndome desde la sala mientras yo cogía un vaso de agua.

Lo mire fijamente mientras me acercaba hasta el mostrador y cogía las llaves del departamento, Jake tenía una copia. Me acerque hasta la puerta y la abrí, el aun seguía con su mirada fija en mi.

-Creo que si piensas faltar siempre a la escuela, le deberías de decir a nuestros padres para evitarle esa carga económica –Dije sonriendo de lado para luego cerrarla de un portazo.

La furia corría por mi cuerpo, mientras esperaba el ascensor. No me importa lo que quiera decirme o sus razones de mentirme, solo no quería hablar con él, no por ahora. Entre al ascensor y baje hasta el piso principal mientras empezaba a caminar directo a la cafetería. Agarre el bolso por la correa mientras esquivaba a alguna que otra gente que caminaba con apuro y otras que solo daban un paseo.

Llegue a la cafetería con pequeñas gotas de sudor cayendo por mi cara, las removí con mi mano –muy poco femenino, lo sé-. Empuje la puerta haciendo que la pequeña campanita resonara por todo el lugar, algunas personas se giraron a mirar y otras solo continuaron con sus asuntos. Suspire al sentir una agradable temperatura dentro del local gracias a los aires acondicionados.

Sonreí mientras miraba todo el local, había mucha gente como todo lunes; los ejecutivos y estudiantes que empezaban una nueva semana y se pasaban a comer por aquí para luego continuar con sus jornadas, también están las parejas que vienen a pasar un buen rato aquí. Mi ceño se frunció al ver una chica de baja estatura y morena de cabello rizado corto que llegaba hasta sus hombros. Esta chica tenía el uniforme de la cafetería.

-Te ausentaste el fin de semana, ella vino pidiendo trabajo aquí para ayudar a su madre con los gastos y bueno ¿Qué se podía perder? –Dijo Tom al ver mi mirada enfocada en la sonriente chica.