Trouble |Cancelada|

Capítulo 16

Habían pasado dos semanas desde… ya saben. No había pasado nada interesante más que ahogarme en mis penas y llantos. Aun no lo había superado pero podía lidiar con eso, o tal vez no. Sonreí a la mujer de mediana edad frente a mí y metí uno de mis mechones rubios tras mi oreja.

-Eso es todo por hoy –Dijo.

Asentí.

-Espero verte el miércoles, querida –Añadió.

Salí de allí con una media sonrisa en el rostro que no llegaba a mis ojos. Estas dos semanas habían sido las más duraderas de mi vida. No fui ni al trabajo ni a la universidad, los primeros días no pude caminar bien ya saben porque y cada vez que me movía los recuerdos volvían a mí y lo más que hacía era llorar sin consuelo alguno.

Jake se había mantenido muy cercano a mí y ¿se acuerdan el castaño que había estado con Jake el día que me fue a buscar al supermercado? Su nombre es Troy y es mi guardaespaldas por así decirlo, es una buena persona pero un tanto misteriosa. También Jake había insistido en que viera una psicóloga para superar los traumas, ya que, apenas puedo estar cerca de un hombre sin espantarme.

-Hola –Me saludó Jake.

Había llegado al estacionamiento y él se encontraba allí viéndome con una amplia sonrisa de dientes blancos. Sus ojos se ocultaban a través de unos lentes oscuros.

-¿Y Troy? –Pregunté.

-Le dije que hoy vendría por ti –Se encogió de hombros mientras giraba el llavero de aquel auto desconocido.

-Vale –Sonreí.

-Vamos a casa –Dijo caminando hacia la puerta del copiloto y abriéndola para mí.

Una vez dentro del auto me hundí en el cuero mientras oía las llaves introducirse en el encendedor para segundos después, hacer rugir el motor. Salimos disparados por las calles de Londres directo hacia mi apartamento. Miré a mi hermano que golpeaba el volante mientras tarareaba una canción entredientes.

-¿De dónde sacaste este auto? –Pregunté.

-Un amigo me lo prestó –Dijo.

-Wow, ¿en serio? Está muy bien –Le dije.

El asintió.

Aparcamos frente al estacionamiento y entramos al edificio. Le estaba contando a Jake sobre la psicóloga cuando llegamos a mi piso. Entramos a mi apartamento y Jake se dirigió hacia la sala y yo a mi habitación. Estaba dispuesta a dormirme por un rato cuando se escuchó el timbre desde abajo. Bajé hasta la sala para toparme con Thomas siendo interrogado.

-¿Qué buscas? –Preguntó Jake poniendo una mano en su pecho.

-Soy amigo de Jessica y me dijeron que estaba enferma así que vine –Se encogió de hombros mientras enseñaba la caja hacia Jake.

Sí, la excusa que había utilizado para el trabajo y la universidad había sido esa. Ni Jake ni yo queríamos otro reencuentro con el causante de esta desgracia.

-Déjalo pasar Jake –Dije desde el fondo del lugar.

Jake se hizo a un lado pero siguió a Thomas con la mirada mientras se acercaba a mí. Thomas miraba de reojo hacia Jake quien había cerrado la puerta y miraba cautelosamente hacia nosotros.

-¿Todo bien? –Preguntó.

-Sí –Suspiré. –Algo enferma –Fingí una tos.

-Eso debe de ser terrible –Negó con la cabeza. –Hicimos una sopa yo y el viejo –Dijo refiriéndose a Tom.