Capítulo 42

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Me sentí bien. Valentina tiene esa capacidad de hacerme olvidar de todo para disfrutar el presente, me dieron ganas de pasar más tiempo con ella.

Al llegar a casa, me encerré en mi cuarto con Pancho, él estaba tan triste como yo, se le notaba en la cara.

Decidí escribirle a Valentina.

19.30

Valentina, me encantó tu mate. Me gustaría presentarte un amigo al que también le gusta. Hay sólo un problema, él tiene un agujero entre los dientes y no le gusta bañarse, pero en serio, es muy divertido, jaja

Ella lo recibió, pero no lo visualizó. No me hice drama, sabía que estaba en clase. Me desconcertaba el hecho de querer más contacto con una persona que me había parecido tan aburrida al principio. A veces me pregunto si las personas cambian con el tiempo, o si el tiempo apenas las hace revelar su esencia. Me preocupaba que, por culpa de mi sensibilidad, me estuviese dejando llevar por su forma de entenderme. Tal vez yo estaba sólo carente, nada más. Podría recurrir a mis contactos para tener sexo sin compromisos. A pesar de todas las embestidas de Diana Smirnov, yo seguía teniendo candidatas. Pero eso no me colmaría, sentía ganas de otra cosa. Más de lo que me había dado Valentina, una cena, una buena charla y, quizá, un par de cariños.

Valentina me contestó.

19.44

Desgraciado, pensé que era algo serio y salí de clase para contestar. El agujero entre los dientes no me molesta, pero me rehúso a tomar mate con un sucio otra vez. Hoy fue un sacrificio, jaja ;)

Me reí al leer su mensaje. Tuve ganas de publicar textos para Tino. A aquella altura, podría hacerlo hasta en mi página personal, ya que nadie nos diferenciaba. Sin embargo, me gustaba escribir bajo su máscara, me dejaba más creativo, era mágico.

Entré a la página. Como lo esperaba, había muchos mensajes exigiendo explicaciones de mi ausencia. Publiqué un breve texto pidiendo disculpas e inventé que estaba enfermo.

Me dieron ganas de escribir un texto a favor de las mujeres. Me quedé pensando en lo que me pidió Valentina. De cierto modo, ella tenía razón. Muchas veces yo me había referido a las mujeres de forma peyorativa. No fue que quisiese agradarla, pero pensé que, si escribía con una óptica distinta, eso aumentaría el vínculo que estaba naciendo entre los dos.

Después de algunos minutos de trabajo, publiqué el texto que denominé "Para ayudar a las mujeres que tienen baja autoestima" y le agregué el subtítulo "a pedido de una dama caprichosa". El texto fue el que sigue:

Me he detenido en mis últimas publicaciones y, principalmente, en sus comentarios y sugerencias. Estamos tan preocupados con nuestra postura que terminamos olvidando la importancia que tienen las mujeres para nosotros. En fin, si ellas no existieran, no estaríamos hablando sobre ello ni existiría Tino. Les pregunto, ¿de qué adelanta que seamos machos dominantes si no tenemos damas a la altura para conquistar? Les propongo buscarlas con detención y, en caso de que no estén prontas, usar estrategias para ayudarlas. Para las mujeres con baja autoestima, les daré una receta para que las hagan sentirse mejor. Cuando logren hacer que las mujeres se sientan bien, ellas seguramente querrán más de ustedes. El primer consejo es escribirles un mensaje o hablarles personalmente de algo por el estilo: "Te he observado y sé que intentás hacerte la fuerte, que no te abrís para nadie. Pero en el fondo, eso no pasa de una armadura que usás por miedo a que te lastimen. Estoy seguro de que estás esperando el momento de conocer a alguien especial". Si ellas contestan afirmativamente, es señal de que tienen la ilusión de que ustedes saben mucho sobre ellas. Además, ellas entenderán que ustedes pueden ser ese hombre especial. Por eso, insisto, usen esto solamente con aquellas mujeres a las que quieran de verdad. La fórmula nunca falla. Luego, para un posible encuentro, enumeré una serie de pasos simples y distraídos, para que los pongan en práctica. La idea es que se vaya dando de forma natural, nada de seriedad. Cuando estén frente a frente, díganles que conocen un ejercicio que las hará sentirse bien en pocos minutos. Si ellas aceptan, díganles que deberán seguir unas instrucciones. Aquí las mismas: 1. Primero quiero que te levantes (en caso de que quieran darles más explicaciones, díganles que nuestro cuerpo afecta drásticamente la manera como nos sentimos, o sea que, cambiando de posición, es probable que podamos cambiar de sentimientos). 2. Mirá hacia arriba (haciendo esto, automáticamente las fuerzan a generar sentimientos buenos, ya que es probable que empiecen a reírse por lo inusitada que es la situación). 3. Quiero que recuerdes algo muy gracioso y que te rías sin culpa. 4. Ahora bajá la cabeza y respirá profundamente (es indiscutible que se sentirán muy bien y eso las hará conectarse con ustedes, así como sentirles confianza). Siguiendo estos simples pasos, las mujeres se sentirán mejor y los asociarán con ese sentimiento. Además de macho dominante, serán el hombre que las eleva hacia un estado mental positivo. Otro asunto para resaltar es el momento del sexo. Las mujeres, en ese momento, piensan más en su cuerpo que en el de ustedes. Entonces, busquen hacerlas sentirse bien. Sin exageros, díganles frases que las hagan sentirse atractivas.

Pensé en no hablarle a Valentina sobre el texto. Tenía la esperanza de que Ruelas lo compartiese a través de su fake y que ella lo viese allí. Percibiría que la dama caprichosa era ella.

Antes de ir a dormir, le escribí otra vez.

00.35

¿Terror o comedia?

Ella demoró en contestar. ¿Lo haría a propósito?

01.12

Quizá ya estés durmiendo, pero me imagino que te referís a una película. Yo escogería una de suspenso. ¡Buenas noches!

Le escribí una respuesta de agradecimiento, pero no se la envié. Me sentí desorientado, como si estuviera implorando por su atención. Era mejor bajar las revoluciones. Decidí no enviarle más mensajes, apenas busqué una película de suspenso. 

Después de míWhere stories live. Discover now