Capítulo 29

15 2 0
                                    

Al día siguiente tuve una jornada tranquila en el DHIR. Hubo una charla informativa sobre la importancia del agua para todos los funcionarios. Nadie trabajó. La mañana pasó entre explicaciones monótonas, videos interminables y deliciosos bizcochos que fueron servidos en un intervalo del evento. Fue interesante reunirme con mis colegas de trabajo de una forma distraída. Charlamos bastante en vez de prestar atención. Pilar se sentó a pocas sillas de mí. Me controló todo el tiempo y, las veces que la encaré, dio vuelta la cara.

Lo único extraño fue la actitud de Valentina. Se sentó a mi lado y me empezó a hablar.

–¡Qué aburrida esta conferencia!

–Pensé que te encantaban los asuntos académicos –bromeé.

–También soy humana, Santi. Sé cuándo algo es irritante.

Me pareció forzado su argumento. De todos modos, quise continuar la charla.

–¿Te está gustando el DHIR?

–La facultad me exige esta pasantía para poder recibirme –contestó.

Noté que quiso hablar algo más. A diferencia de las otras veces, no se quitó las gafas.

–¿Te gusta lo que estudiás? –pregunté.

Valentina suspiró.

–Es una profesión promisoria –dijo.

–Pero...

–Pero no es mi sueño. Me gustaría estudiar algo relacionado con el arte.

–¿Y por qué no lo hacés ahora?

–Después de la ingeniería, Santi. Algún día lo haré.

Continuamos charlando mientras pasaron un video en la pantalla gigante. Valentina me pareció simpática. Por casualidad, el día anterior ella había descubierto la página de Tino. ¿Tendría relación con su amabilidad?

***

Cuando llegué a casa, el muro caído me trajo a la memoria la actitud patética de Matías. Lalo me dijo que había contratado a un albañil para que resolviera el problema lo antes posible. Si bien sería justo que le mandáramos la factura de los gastos a la familia Navarro, mi abuelo no quería más molestias. Él cubriría la reparación.

14.50

Diana Smirnov volvió a atacar.

Leí el mensaje de Doble B y recordé que debía retomar las actividades de Tino. Confieso que no estaba con ganas de dedicarme a la página pero, si no lo hacía, acabaría con la expectativa de muchos seguidores que día a día depositaban su fe en mis sugerencias.

14.51

¿Que hizo ahora?

14.51

Entrá a su perfil y miralo con tus propios ojos.

Seguí su consejo. Doble B tenía razón, ella había vuelto a atacar. Publicó una captura de pantalla de mi texto sobre las señales que las mujeres daban cuando deseaban a un hombre. Abajo, escribió una pregunta para sus seguidoras: "¿Permitimos que Tino hable así de nosotras o es momento de denunciarlo en Facebook?".

Me hirvió la sangre. ¿Así cómo? Lo único que decía eran verdades que ellas no querían reconocer. Leí dos o tres comentarios de las seguidoras y decidí abandonar su perfil para no perder la paciencia.

15.02

Acabo de verlo, Doble B.

15.03

Es una maldita hija de puta. No sé cómo está sacando capturas de pantalla si no es miembro de la página. Alguien está filtrando información. Tenemos un intruso.

Doble B tenía razón. Tuve la idea de usar mi página para defenderme. Les pedí a mis seguidores que evitaran comentarios negativos hacia las mujeres, que el sentido de la página era ayudarlos a conquistarlas, nada más. También sugerí que se retirara aquel que no estuviera a gusto.

Lo que sucedió después me dejó sin reacción. Llegó un mensaje privado a mi perfil particular: "Hola Santino, ¿o Tino? Me gustó que hayas bajado un cambio, ya estoy cansada de tanta prepotencia". Junto al recado, vino una captura de pantalla de mi última publicación en la página de Tino. El remitente era la propia Diana Smirnov.

15.37

Diana Smirnov sabe que Tino soy yo.

Doble B me llamó al leer mi mensaje. Cuando le conté los detalles, se quedó varios segundos sin decir nada. Estaba tan estupefacto como yo.

–Esa Diana debe ser Matías –me dijo–. Él es el único que sabe sobre Tino.

También lo había pensado. Le conté a Doble B sobre la ira de Matías durante la noche anterior.

–Es obvio entonces –dijo–. Ese trolo de mierda nos paga.

–Tranquilizate –pedí yo–. Aunque tenga motivos, me cuesta creer que él haya sido capaz. En el peor de los casos, debe haberle contado a Jimena sobre la página. Lo del fake más parece una actitud de ella.

Doble B me dio la razón. Queríamos encontrar a un culpable y, hasta que se probase lo contrario, todos lo eran.

–Siempre supe que ese trolo no servía para nada –siguió él–. Es demasiada coincidencia, no me quedan dudas de que esa Diana Smirnov se resume a él o a alguien de su círculo. De todos modos, la culpa es suya.

También me acordé de Luna. "Jimena pudo haberle contado sobre Tino y ella aprovechó para vengarse de mi desdén", pensé. Recordé que nunca le había contestado el mensaje del emoticono triste. Pero no le conté eso a Doble B, para no alargar el asunto.

–Está bien –dije–, vamos a olvidarnos de esto. No voy a contestarle nada. Voy a continuar con Tino. No quiero desistir.

–Eso, Santi.

Resolví olvidarme de la existencia de Diana Smirnov porque si no iba a enloquecer. Decidí satisfacer a uno de mis seguidores. Un tal Facundo Ortiz le pidió a Tino que publicara acerca del sexo, sobre cómo un macho dominante debía actuar en la cama.

El texto que publiqué fue:

Primer punto: si tu chica no tiene un buen sexo con vos ella lo buscará en otro lugar. Hay machos dominantes por todas partes: en la calle, en un bar, en un baile, en el celular, en el Facebook, en el Tinder, etc, etc. Entonces, ¡a esforzarse muchachos! El compañero #FacundoOrtiz se refirió a cómo tratarlas en la cama, pero resalto: no se hace sexo sólo en una cama. Hay que usar la imaginación. Demuestren que las desean, sin que eso les haga perder la tranquilidad. Nada de movimientos bruscos: toques firmes y mirada penetrante. Deben guiarlas a través de movimientos seguros. Las mujeres se excitan de una forma diferente a nosotros, para ellas las emociones fuertes son más interesantes que el placer físico. Entonces, díganles cosas al oído, háganles cariño y abrácenlas, sin tensión alguna. Para las mujeres, el buen sexo es sinónimo de buen relacionamiento. Concentren la mayor parte de la energía en la preliminar, el resto viene solo. Los sentimientos dinámicos se consiguen gracias a la variedad. Sean creativos, innoven en los lugares y en los horarios. Con todo esto en las manos, sólo avancen cuando ellas lo pidan. Se van a sentir tan encendidas que no pensarán en otra cosa. Será el momento de darles su premio.

Después de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora