~Capítulo 51~

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El día estuvo bastante ocupado, los clientes no dejaban de llegar y no había mucho personal así que tuve mucho trabajo, sin embargo ya llegó la hora de salida.
Recojo mis cosas pero al salir noto algo extraño, Credo no está esperándome, de seguro tuvo trabajo, supongo que me iré sola.

La noche está tranquila, no hay gente, el último grupo de personas pasó hace varios minutos junto a mi. Las estrellas sobre mi me calman un poco al igual que la brisa tibia.

Un ruido extraño detiene mi andar, suena parecido a un gruñido muy cerca de aquí. Busco al responsable del sonido pero desearía no haberlo hecho. Una criatura grotesca llena de pelo y que camina en cuatro patas con cuernos y colmillos enormes me mira directo a los ojos. Me quedo paralizada sin poder siquiera respirar. Mis ojos no creen lo que ven.

El demonio comienza a caminar lento hacia mi pero el pánico me invade y comienzo a correr en dirección contraria. Corro y corro lo más rápido que puedo, sin pensar en nada más que en sobrevivir. Dominada por el miedo sin poder pensar con claridad termino en un callejón atrapada. Al mirar al final de la calle allí está, me parece que sonríe, disfrutando mi miedo.

—¡Ayúdenme!.—Grito totalmente aterrada.

¿Voy a morir?

El demonio corre hacia mi. Sin poder cerrar mis ojos noto como salta pero antes de llegar sobre mi se detiene y lanza un grito de dolor.

Mi cabeza comienza a doler, un claro recuerdo viene a mi, estaba corriendo de un demonio cuando alguien con una espada me salvó, ese chico otra vez.

Cuando vuelvo a la realidad Credo está frente a mi mirándome de pies a cabeza revisando que no estuviera herida.

—¡Amy! ¡hablame! ¿Estás herida?. —Pregunta exaltado.

Yo niego con la cabeza.
Ese recuerdo fue demasiado real en mi mente, tanto que creí que estaba sucediendo en este momento.

—¿Estás segura?.—Dice poniendo sus manos en mis hombros.

—S..Si, estoy bien.—Respondo al fin.

—Que alivio..—Suspira.—Llegué justo a tiempo.

—Gracias Credo, me salvaste..—Digo al fin.

—No te preocupes, es mi trabajo, me alegra que estés bien.

—Si no hubieras llegado en ese momento no se que hubiera hecho.

—Para eso estoy aquí.—Hace una sonrisa que me calma al instante.—Será mejor que nos vayamos pronto.

Salimos del callejón y a paso apresurado vamos en dirección de la casa.
Cuando llegamos Credo le informó lo que ocurrió a sus padres los cuales agradecieron al cielo que estuviéramos bien. Atalía me revisó solo para asegurarse de que estaba bien. 
Finalmente subo a descansar, me dejo caer en la cama y cierro los ojos intentando no concentrarme en nada.

                           ~~~♦~~~

—¿Donde estabas?.—Le pregunto mientras sostengo a Yamato.

—¿Que es eso? ¿Me estás amenazando?.—Dice Dante levantando sus brazos en forma de broma.

—¿Donde estuviste?

—¿Que? ¿Tengo algo raro?.—Suelta una risa hasta finalmente ceder.—Fui a donde está Amy.

Mi pecho aprieta con fuerza.
—¿Que te pasa, Dante? ¿Acaso estás sordo o algo peor? No puedes acercarte a ella.

—Oye, oye.. tranquilízate, solo te iba siguiendo, quería saber dónde estaba, solo por alguna emergencia.

—¿Emergencia? Ya no tenemos que ver nada con ella, aunque esté en peligro no puedes intervenir.

Eres mi única necesidad ♥ / Devil May Cryحيث تعيش القصص. اكتشف الآن