~Capítulo 22~

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Desperté de golpe al recordar lo sucedido anoche. Estoy en mi cama, hay un aroma en el aire muy familiar. Recuerdo a mi Amy en frente de mi intentando controlarme y luego todo se puso en negro.
Tiene sentido, debió lanzarme de esos polvos para perder la consciencia. Debió ser bastante cantidad como para dejarme dormir hasta hoy.

—Maldita sea..

"Todos morirán como la maldita de Eva"

Recuerdo esa frase ayer. Era la voz de Mundus en mi mente.
—Ese maldito..

Aprieto mis puños con fuerza. Siento mucha impotencia.
El día en que lo tenga en mis manos lo haré pagar, es una promesa.

                           ~~~♦~~~

Hay muchas cosas que no puedo entender todavía, cosas del pasado y del presente, las dudas me consumen y no puedo quedarme con ellas mucho tiempo.
Algo que siempre me ha causado curiosidad es aquel amuleto que ambos llevan en su cuello, nunca he querido preguntar qué es, pero puedo deducir que fue un regalo de alguien cercano a ellos, después de vivir seis meses aquí y pasar tantas cosas con ellos quisiera saberlo.

La tarde está perfecta, el otoño me gusta mucho y los colores que hay en el patio hoy son preciosos, los tonos rojizos combinan perfecto con mi sensación de calidez.

Le propuse la idea de comer afuera como en un picnic a Vergil, lo convencí debido al buen clima que hace, él aceptó y ahora comemos un almuerzo simple, solo sandwiches que preparé para nosotros.

Siento que hemos formado un lazo más fuerte, no puedo decir que somos amigos, a pesar de que yo lo considero como tal, sin embargo ahora hablamos más cuando estamos solos, ya descubrí que en presencia de Dante prefiere no comunicarse mucho.

—Corre una brisa helada pero el sol lo compensa, ¿no crees?.—Le pregunto mientras saco otro sandwich del canasto.

—Aquí siempre hay brisas heladas..—Vergil mira al cielo como si pensara o recordara algo.

Quizás debería aprovechar bien este momento.
—Oye..¿desde pequeños vivías aquí?

—Si.

Siempre hace repuestas cortas cuando se trata de su pasado. 
Siento como mi estómago duele del nerviosismo pero ya basta de temer.

—Tu madre era muy hermosa.

Vergil en mira inmediatamente.

—Vi varios cuadros por la casa, una mujer con facciones casi perfectas, cabello largo y rubio, al principio no sabía si era su madre o no pero cuando ví la misma fotografía en el local de Dante no tuve duda, era..muy bella.

Miro a Vergil de reojo, su rostro vuelve a ser serio.

—¿Recuerdas..algo de ella?

—No.—Responde de inmediato.

No quiere hablar nada de esto pero es normal, si no sabe nada de mi jamás me ganaré su confianza. Entonces tomo la decisión.

—Vergil, nos conocemos hace seis meses pero..me doy cuenta de que en realidad no nos conocemos para nada.

—¿A que te refieres?

—Nunca te he dicho nada sobre mi y la verdad hay mucho que decir...—Miro al cielo y cierro los ojos.
—Cuando era pequeña vivía en mí pueblo, el que conociste, solo éramos mi padre, mi madre y mi hermana adoptiva, éramos muy felices, mi madre nos enseñó a cocinar y también a tejer, mi padre nos divertía y nos enseñó a leer y todo lo básico.—Suspiro.—Él siempre nos hablaba sobre mitos y leyendas de todo el mundo pero sobretodo lo demás le fascinaba la magia y todo ese mundo, al ser sus hijas también le tomamos cierto cariño a aquello pero a pesar de que me interesaba mi padre le comenzó a enseñar a mi hermana antes de mi, él me explicó que era porque la gente mayor podía aprender magia,así que me quedé ansiosa para cuando fuera mayor.—Sonrío sin poder evitarlo.
—Pero..cuando crecí un poco más mi padre ya casi no salía de su habitación, pasaba leyendo, no nos dejó de lado jamás pero se veía más involucrado en ese mundo cada vez más, yo creía que no era tan importante pero mi madre se veía preocupada también por él. Mi padre y mi hermana tenían un lazo muy fuerte, éramos muy felices los cuatro, pero..un día pasó..—Hago una pausa debido a que mi voz se debilita.—Mi padre se veía muy nervioso esa mañana, discutieron con mi madre, mi hermana y yo nos preocupamos pero nada podíamos hacer, ese mismo día en la tarde mi padre corrió a mi habitación, me tomó en sus brazos y me encerró en el armario de madera, mi hermana ya no estaba junto a mi. Comencé a escuchar gritos, la voz de mi madre y mi padre, gritos horribles, intenté salir a ayudar pero estaba cerrado.. cuando logré abrir ellos..estaban..en el suelo..muertos..y la persona responsable de había ido.—Las lágrimas comenzaron a brotar sin control bajando por mis mejillas.—Mi hermana no estaba con ellos, tan solo..desapareció..

Vergil me ha estado escuchando todo este tiempo, ¿de verdad le interesa esto? ¿Por que le digo todo esto?

—Hasta hace unos meses pensé que solo había sido un asesino que entró y los asesinó pero al conocerte todo cobró sentido poco a poco, mi padre se hizo tan cercano a la magia que llamó a los demonios, sintieron el aroma, tal cómo ese día en el edificio..y..mi padre para protegerme me ocultó en el armario, recuerdo el aroma particular de ese lugar, el mismo que ocupaste para protegernos, esos polvos eran los mismo que mi padre usó para protegerme..—Las lágrimas no dejan de caer, mi corazón duele y recuerdo todo perfectamente, aunque desearía no hacerlo.

—¿Dices que los demonios mataron a tu familia?

Yo asiento intentando calmar mi respiración.
—He buscado a mi hermana desde entonces..pero todos me dicen que ya no tiene sentido, y si fueron los demonios los que se la llevaron entonces creo que ya...

Vergil parece muy serio, me mira sin embargo yo no puedo mirarlo.

—Solo..quería decirte esto, nunca se lo dije a nadie, dicen que ayuda mucho hablar tus problemas, creo que tienen razón, además se que puedo confiarte esto.

Él suspira y mirando el collar que cuelga de su cuello aclara su garganta.
—Vivimos aquí toda nuestra infancia, mi padre y mi madre nos cuidaban y a pesar de los riesgos pudimos tener una vida normal hasta los diez años, entonces un día los demonios irrumpieron en el mundo humano en busca de aquellos hijos de Sparda. Mi madre estaba intentando encontrar a mi padre pero era inútil, tuvimos que huir, nos llevó a un lugar lejano, corrimos mucho tiempo y nos dejó ocultos, entonces..él llegó..Mundus se acercó a mi madre y la mató con sus propias manos..con mi fuerza y mis ganas de salvarla aún así no pude hacer nada..
Aprieta sus puños enfadado.
—Mi lado humano me hizo débil ese día, el miedo me invadió y dejé que la mataran, me prometí que algo así no ocurriría otra vez, me volvería el demonio más poderoso y no volvería a sentir miedo jamás, ante nadie.

No puedo creer lo que acabo de escuchar, ¿Vergil sentir miedo?

—No creo que tú lado humano sea el problema, creo que al tener ambas partes puedes llegar a ser más poderoso, tienes la capacidad de pensar claramente y saber lo que tu corazón desea. Cuando te perdones por lo que ocurrió aquel fatídico día entonces te darás cuenta de que no fue culpa tuya. No creo que tu madre quiera que te culpes..

Otra vez empiezo a llorar al escuchar su historia.

—¿Por qué lloras?

—Es que..siento como si no te permitieras llorar..—Seco mis lágrimas.—Pero descuida, desde ahora lloraré por ti, cuando derrotemos a Mundus podrás llorar y vivir en paz.

Nuestras miradas por primera vez fueron calmadas, siento que puedo mirarlo sin sentir miedo ni vergüenza, siento que es alguien como yo, ahora sé que lo es, con miedos, deseos y esperanzas, de alguna manera siento un lazo entre nosotros.
—Vergil, ¿te digo algo?...Confío mucho en ti, espero que podamos..ser amigos..y que confíes en mí.

Sin saber muy bien porque tengo ganas de hacerlo pongo mi mano sobre la suya. Él no hizo nada para evitarlo, ni cuando ya estoy tocando su mano intento quitarla, simplemente nos quedamos así, nunca creí que podría llegar a ser tan cálida, sin dudas no olvidaré este momento.






Eres mi única necesidad ♥ / Devil May CryWhere stories live. Discover now