~Capítulo 23~

543 50 4
                                    

Desde ese día hubo un cambio en nuestra convivencia, Vergil era quien empezaba ciertas conversaciones e intentaba hablar más conmigo, admito que siento una cercanía notable y puedo admitir para mí misma que le tengo mucho cariño.

Ya han pasado siete meses en esta casa, me siento cómoda y feliz, nunca creí sentir esto otra vez pero puedo volver a tener una vida normal, eso creo.
Vergil es muy atento y es amable a su modo, las cosas no podrían ir mejor. 

Hace pocos días Vergil recibió una fuerte señal de poder que viene del sur, hoy planeamos ir hacia allí, queda a una hora y media de aquí en auto.

—Dante se ha retrasado mucho..—Miro el reloj para notar que ya son las once con tres minutos.

—Ese idiota..ni cuando es algo tan importante como esto..—Se cruza de brazos mientras con el ceño fruncido se sienta en el sofá.

—¿Quieres que te traiga algo para beber? Hice un juego de piña.

—Supongo que nos dará tiempo.

—Bien, iré.—Voy a la cocina y traigo dos vasos llenos con el dulce jugo.
—Aqui tienes.

Me siento junto a él en el mismo sofá, hace poco sentí la confianza para poder hacerlo, no me dijo nada al respecto así que me quedé así.

Me quedo mirándolo mientras con su expresión molesta bebe el jugo.
Yo no puedo evitar soltar una risita, captando su atención.

—¿Que es tan gracioso?.—Pregunta dejando el vaso de lado.

—Nada.—Sonrío.—No te enfades con él, ya nos explicará que le ocurrió cuando llegue.

—Mas vale que sea una buena excusa.

—Siendo él.. probablemente sí. Creo que leeré un rato.

Cada uno abrió su libro y comenzamos a leer.
En realidad no quiero leer, no me faltan hechizos en este libro, pero mientras él cree que leo puedo mirarlo sin que se dé cuenta, a veces lo hago, tan solo observo sus ojos tan azules siguiendo las letras, su respiración calmada y su expresión serena.

Levanta su mirada tomándome desprevenida.

—¿Que?

—N..Nada..¿por que?

—Siento como me estás mirando.

—Solo..pensaba..

—¿En que?

Nunca ha tenido tanto interés en esto ¿Por que ahora sí?

—En que..me gusta estar contigo.

No sé porque acabo de revelar eso, ¡pude haber dicho cualquier otra cosa!.
No supe que más decir. Siento como mi rostro se comienza a poner rojo.

En ese momento se escucha que tocan la puerta y Vergil se levanta a abrir, evitando la situación incómoda. 
—¿Donde estabas?

—¿Quien eres? ¿Mi esposa?.—Evitando a Vergil entra a la mansión y me abraza.

—Está molesto contigo.—Le susurro.

—Ya lo sé, ¿que más da?.—Me responde en un susurro también.
—¿Nos vamos?

—¿Y que más planeabas?.—Dicho eso Vergil sale de la mansión y se sube al auto.

Nosotros lo seguimos.
—¿Donde vamos?.—Pregunta Dante mientras enciende el auto.

—A la costa.—Apunta por la ventana la dirección.

—Genial, tenía ganas de ir a la playa.-Dice Dante con ánimo.

Eres mi única necesidad ♥ / Devil May CryWhere stories live. Discover now