~Capítulo 46~

728 48 15
                                    

Siento mi cuerpo cálido como hace mucho no sentía, las sábanas sobre mi y un aroma en ellas que me es familiar.
Abro mis ojos y lo primero que veo es a Vergil, su rostro tan cerca que puedo sentir su respiración rozando mi nariz.
Pensé que todo esto había sido un sueño pero en verdad ocurrió.

Bajo la mirada contemplando su perfecto pecho, quisiera tocarlo pero no quiero despertarlo.
Anoche me sentía..no sé cómo describirlo, era algo mágico. Pudimos conectarnos de una manera única, nadie más podría tener el lazo que tenemos, es algo entre nosotros y siempre será así. Le entregué mi cuerpo y no me arrepiento de eso, Vergil es el amor de mi vida, ahora puedo decirlo con seguridad, puedo decirlo cuando lo veo, cuando lo escucho e incluso al sentirlo, todo eso me causa una felicidad inmensa.

Me acerco un poco más lentamente y me refugio en su pecho, es tan cálido que me tranquiliza al instante.
Pongo mis manos en él sintiendo su suavidad.
Puedo escuchar perfectamente su corazón latir tranquilo.

Comienza a moverse y pone su brazo sobre mi convirtiéndolo en un reconfortante abrazo.

—¿Dormiste bien?.—Pregunta en un susurro.

Escuchar su voz tan profunda y calmada hace que mi corazón se altere siempre.
—Si.—Contesto también en un susurro.—¿Y tú?

—Hace mucho que no dormía tan bien.

Sonrío sin poder evitarlo.

—¿Como te sientes?

—Me duele un poco pero casi nada.—Suspiro.—Lo de anoche fue.. increíble.

Él también deja escapar un suspiro.
—Si..

—¿Tu..te sientes bien?

Acaricia mi espalda suavemente.
—Creí que no había pasado.

—Yo también.—Hago una risita.—Me alegra que si. Esto es muy tranquilizante, ¿No crees?

—Si.

Levanto la mirada encontrándome con su rostro. Le dedicó una sonrisa a la cual él corresponde haciendo lo mismo. Muy pocas veces lo veo sonreír.

—Vergil, este tiempo que hemos pasado juntos en verdad han sido los mejores días de mi vida, a pesar de todos los problemas el hecho de habernos conocido fue algo único. Nunca podría olvidarlo.

Pone su mano en mi cabeza y acaricia mi cabello.
—Tú y tu insistencia por servirme café fueron los responsables.

Yo dejo salir una risa.
—Me dabas muchas curiosidad, eras tan misterioso, aún lo eres.

—Ya sabes casi todo de mi.

—No lo creo, aún nos faltan cosas por saber de ambos pero no hay prisa, tenemos toda una vida.

—En eso tienes razón.

Se escucha la puerta principal cerrarse en el eco de la mansión.
Vergil se pone serio y atento mientras se sienta en la cama.

—¡Hey chicos! ¿Están despiertos?.—Se escucha desde el primer piso la voz de Dante.

—Que susto..—Digo un poco más tranquila.

—Bajaré antes de que se le ocurra subir.

Vergil se levanta de la cama totalmente desnudo. Me siento un poco nerviosa de mirarlo pero lo hago de todos modos con libertad.
Se viste rápidamente y arregla su cabello. Sale de la habitación dejándome a solas.

Decido levantarme no sin antes darme una ducha rápida.
Cuando me visto nuevamente salgo rápido de la habitación y bajo al primer piso.

—¿Despertaron hace poco?.—Dice Dante detrás de mí.

Eres mi única necesidad ♥ / Devil May CryOù les histoires vivent. Découvrez maintenant