Eres mi única necesidad ♥ / Devil May Cry

~Capítulo 19~

Hace dos días ellos decidieron que lo mejor sería entrenar para mantenerse en forma, lo hacen en el patio de la mansión, lo harán tres días a la semana y el resto lo ocuparemos en salir a buscar portales.
Mientras ellos entrenan, lo que a mí parecer más que entrenamiento es una manera de descargar su ira.
Yo me dedico a practicar mis hechizos, he avanzado y ya estoy a mitad del primer libro que leo. Ya se hacer levitar objetos, paralizar por segundos y ahora estoy aprendiendo a crear ciertas pociones para uso de combate.
Vergil me dijo que para no perder tanta energía hay unos objetos llamados estrellas vitales, las cuales sirven para recuperar la energía perdida, me interesó mucho aquello y comencé a ponerlo en práctica, sin embargo me está costando trabajo.

Salgo al patio y me siento en la manta sobre el pasto, los miro combatir, se ven muy concentrados, como si fuera una batalla a muerte.
Ambos son muy rápidos, sin embargo han empatados los dos días que han entrenado.

-¡Vamos! ¿¡Acaso es todo lo que tienes!?.-Dante agitado sigue buscando provocar a Vergil.

-Será mejor que no te confíes, ayer te derroté en un instante.-Le responde Vergil.

-¿Y me dices a mí confiado?.-Dante levanta su espada y se abalanza sobre su hermano. Vergil bloquea su ataque pero Dante enseguida vuelve a atacar.

-Acabemos ya con esto.-Vergil hace un movimiento rápido y atraviesa a Dante con su katana en el estómago.

-¡Vergil!.-Me levanto y corro hacia ellos.-¿¡Que hiciste!?

No creo lo que veo, acaba de hacerle daño a propósito.
Dante cae al suelo mientras Vergil retira la espada y se aleja unos pasos.

Me arrodillo junto a Dante, veo como la sangre está sobre su estómago pero no veo herida alguna.
-¡Dante!..¡Dante!

Él se sienta y escupe un poco de sangre.
-¡Eres un maldito!
Se levanta velozmente y ahora es Dante quien atraviesa con su espada a su hermano.

-¡Dante no!

-Eres un mal perdedor.-Le dice Vergil soltando un quejido.

Caigo al suelo al ver tanta sangre, me siento mareada, siento que me desmayaré.

Dante llega a mi lado y me ayuda a levantar.
-¿Estas bien, princesa?

-¿C..Como puedo estarlo?..acabo de..¿que acaba de pasar?

-Ah..¿hasta ahora no lo sabías? Nos regeneramos fácilmente.

-Lo dices qué tanta normalidad..

-Estas temblando.-Toma mi mano y la pone entre las suyas.-Tranquila, miranos, estamos bien.

-S..Si..creo que necesito sentarme un momento..

-Está bien, ¿puedes sola?

-Si..-Miro a Vergil y compruebo que está bien.-¿Acaso no sienten dolor?

-Mientras seamos atacados claro que lo sentimos, pero nos regeneramos tan rápido que el dolor se va junto a la herida, así que no dura mucho.-Contesta Vergil.

-Creo que nunca dejaré de conocer cosas nuevas de ustedes.

-Eso es bueno, ¿No?.-Dante me sonríe.

Entro a la mansión y voy a la cocina para relajarme un poco, refresco mi cara con agua, una vez ya dejo de temblar pienso con más tranquilidad.
-¿Así que ellos pueden regenerarse? Son fascinantes.

Pongo agua en un jarrón junto con muchas naranjas que me trajo Dante de regalo y hago un delicioso jugo natural. Sirvo en tres vasos y los saco al patio.
-Oigan, hice jugo, ¿quieren? Hace mucho calor.

-¡Excelente! Muero de sed.-Dante toma un vaso y lo bebe rápidamente.-¡Esta delicioso!

Vergil para mí sorpresa tambien aceptó y lo bebe. Parece que le gustó.

-¿Has avanzado con la poción, Amy?.-Me pregunta Dante mientras se sienta en el pasto.

-No mucho, hice varias mezclas pero ninguna toma el color que debe tomar, ya llevo dos días intentando, quizá estoy haciendo algo mal..

-¿No tienes apuro o si?

-Bueno..serían de utilidad, tanto para ustedes como para mí, así que intento hacerlo lo más pronto posible.

Bebimos todo el juego, luego de eso siguieron entrenando afuera. Yo me dediqué a seguir observando la mezcla pero cuando oscureció no dió resultado.

Vergil entra a la biblioteca, donde hago las pociones y mira todo lo que he hecho hasta ahora.

-No sé que pasa, no puedo lograrlo..

Me siento en el sillón algo frustrada.

Vergil toma el libro y lo lee rápidamente.
-¿Pusiste la sabia?

-..No, no pensé que fuera tan relevante, son solo unas gotitas..

-En la magia todo es muy específico y preciso.

-Tienes razón.-Me levanto y voy al mueble de los ingredientes, Vergil tiene de todo aquí y me permitió usar lo que necesite. Saco la sabia de árbol y pongo tres gotitas como dice en una cuchara, las dejo caer sobre la poción y enseguida cobró un color verde brillante.
-¡Funcionó!

-Procura seguir todo tal cual o solo perderás el tiempo.

-Si, gracias, tus consejos siempre me ayudan mucho.-Le sonrío y me quedo mirándolo mientras él observa los libros del estante.

A pesar del ambiente casi perfecto no me atreví a hablarle de nada, él se fue a su habitación y no volvió a bajar.

Antes podía hablarle con normalidad, ¿que me pasa?

Voy a la cocina y preparo puré con pollo al curry y ensalada.
No quiero comer sola así que subo por él, sin embargo no responde a mi llamado.
-¿Se habrá dormido?.-Entro lentamente a la habitación pero al acercarme a su cama no lo veo por ninguna parte.
-Que extraño..

De un segundo a otro siento una puerta abrirse y sale Vergil por allí, el agua corre por su cuerpo, tiene una toalla en su cintura pero puedo ver sus piernas gruesas y fuertes, al igual que sus brazos y su pecho bien formado, su cabello está totalmente caído.
Mi corazón late con fuerza y enseguida siento como los nervios me invaden.

-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho no quería entrar aquí sin avisar p..pero..!.-Comienzo a caminar hacia la salida rápidamente.
-¡Hay comida abajo!.-Luego de decir eso cierro la puerta detrás de mí y corro a mi habitación.

Me encierro y me lanzo en mi cama. Mis mejillas arden, estoy temblando y lo peor es que esa imagen sigue en mi mente, tan clara como el agua.

-No puede ser..¡que horrible! Lo ví casi desnudo..ay..no..-Pongo mi mano en mi pecho y siento mi corazón latir apresurado.
-Cálmate Amy..calma..
Intenté olvidarlo pero fue inútil.
-No podré volver a mirarlo a la cara..

Me dormí. Esa noche en mis sueños solo se repitió aquella escena una y otra vez.