Cap. 22: El envío

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Jet llegó corriendo a la base de los Keibiin, sin embargo, observó que allí solo estaba James.

–¿Y los demás? –preguntó.

–Mary estaba agotada –respondió James–, Lon ha salido con Kate y Yaolan dice que tiene que estudiar.

–¡No hay tiempo para llamarlos! –dijo Jet acercándose a la computadora central.

–¿Vas a decirme qué ocurre o tengo que desarrollar telepatía para saberlo? –bromeó James.

–Pude acceder a los archivos de Daniel's Corp. –explicó Jet–. Todos hablaban sobre varios envíos que se iban a hacer en los próximos días.

–¿Y con próximos te refieres a días que ya han pasado? –preguntó James.

–¡Exacto! –respondió Jet–. El único envío que aún no han recogido es hoy a las cuatro en punto.

En la pantalla se mostró un indicador que señalaba un callejón en la Prefectura de Chiba, James miró el reloj y pudo ver que faltaba menos de una hora para que lo recogiesen.

–¿Puedes llegar? –quiso saber Jet.

–La duda ofende –bromeó James.

Rápidamente se puso su traje de Rogue y abandonó el lugar en su moto.

En poco más de cuarenta minutos alcanzó la ubicación, se bajó de su vehículo y se aproximó al callejón para ver que allí no había nada más que un camión aparcado en el centro del callejón, se aproximó a él y fundió la cerradura de la puerta trasera para abrirla.

El interior del camión estaba lleno de una sustancia pegajosa azul, James caminó sobre ella y pudo ver que un niño estaba tirado en el suelo.

Se acercó para despertarlo y cuando este reaccionó lo golpeó, Rogue trató de pararlo, sin embargo, las manos del niño segregaron la sustancia que había en el suelo y quedó pegado en la pared del vehículo, el niño salió corriendo. James se concentró y calentando su puño, la sustancia azul se deshizo y pudo correr tras el crío.

–¡No me sigas! –gritó el niño.

–¡A mi no me das órdenes! –dijo Rogue.

Al ver que estaba a punto de salir a una de las calles principales, James le disparó a la pierna y el niño tropezó cayendo al suelo, Rogue lo agarró y lo escondió detrás de uno de los contenedores de basura, el niño ignoró sus avisos para guardar silencio, así que James se quitó la capucha y lo miró directamente a los ojos.

–Si no te callas la policía vendrá a por los dos –advirtió–. ¿Quieres eso?

El niño guardó silencio y pudieron oír las sirenas de varios coches de policía que cruzaban la calle.

–Gracias... –dijo el niño sorprendido.

–¿Cómo te llamas? –preguntó James revisando que el pie del chico estuviese bien.

–Kenji Kazumi –respondió.

–¿Y qué hacías en ese camión, Kenji? –quiso saber James.

–¡Kyosuke! –dijo Kenji–. ¡El me hizo los experimentos y me metió en ese camión!

–¿Experimentos?

El chico le mostró las manos llenas de la sustancia viscosa.

–¡Yo no era biohumano! –dijo Kenji asustado.

–¿Esto te lo hizo un experimento? –preguntó James sin poder creerlo.

Kenji parecía nervioso y asustado al asentir, esto dejó pensativo a Rogue, que no tardó en decidirse.

–Tengo que llevarte con los demás –dijo James–, entre todos quizás sepamos qué hacer.

–¡No! –se negó Kenji–. ¡Si alguien se enterase de que he escapado vendrán a por mí!

–¿Y cómo te esconderás?

–¡No lo sé! ¡Pero nadie debe saber que he escapado!

–Entonces busca un lugar llamado "Bar Dragón" –dijo James–. Allí pregunta por Ryu y di que te llamas Kibou y que te envío yo... en cuanto pueda iré para ver si puedo ayudarte.

–Gracias... –dijo el chico sorprendido.

Después de eso, ambos abandonaron las calles y al llegar a la base, James afirmó no haber encontrado nada de relevancia.

Rogue's NationTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon