Cap. 1: La llegada

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El despertador de mi cuarto sonó.

–¡Despierta Mary! –llamó mamá desde el piso de abajo–. Recuerda que hoy vamos a por James al aeropuerto.

Cuando oí eso me levanté de un salto. James había sido mi mejor amigo, habían pasado ocho años desde que se fue y ahora ambos tendríamos dieciséis.

Utilizando mi velocidad sobrehumana, arreglé mi habitación. Mi poder es el relámpago, una herencia mixta, pues mi padre tiene el de rayos y mi madre el de sonido.

Dejando un una estela de electricidad detrás mía, me vestí, cogí mi collar dorado y bajé al primer piso y allí me senté para comer con los demás.

–Ya estoy aquí –dije sonriente.

–¿Emocionada tortolita? –bromeó papá.

–No la molestes, Jay -dijo mamá con una sonrisa.

–¿James no es el chico con el que se tomó la foto en su collar? –preguntó Lily, mi hermana menor.

Lily tiene doce años, su poder es crear y controlar ondas eléctricas y WiFi; es bajita tiene un pelo rojo y siempre viste bien, en especial de azul.

Mientras que yo pues... tengo la altura promedio, pelo castaño claro y visto casual con jeans y camiseta.

–Si... –contesté sin darme cuenta de mi sonrojo–. Pero solo somos amigos, ¡nada más! –añadí nerviosa.

–Qué tierno fue que James te diera ese collar –dijo mamá.

–¿El novio de Mary es guapo? -pregunta la pilla de mi hermana.

–No lo sé... pero los chicos se ponen guapos a esta edad –bromeó papá haciendo que mi madre y mi hermana riesen a carcajadas.

–¡Papá! –grité sonrojada.

–Bueno... pero aun así me alegra que vuelva a Tokio –bromeó papá mientras reía.

–Voy a ir a ver a Sarah y los veo en el aeropuerto... ¿Okey? -comenté confiada y sonrosada.

–Vale –contestaron los tres mientras continuaban riendo.

Suspiré y a fui a la casa de Sarah lo más rápido que pude dejando un haz eléctrico, después toqué el timbre.

–Hola –dijo Sarah mientras me abría la puerta.

–Hola, amiga –le respondí.

–Hoy vamos ir a ver a... –intentó decir Sarah confusa.

–James... James Iván Rillen –dije mientras acariciaba el collar en mi cuello.

Okey –rió.

Sarah ha sido mi mejor amiga desde la primaria. Alta, pelo liso y morado, y la amiga más amable y confiable que podría tener, no sé que sería de mí si ella.

–Al fin conoceré con quien te has estado chateando estos últimos años –dijo con mirada pícara.

–Sí... –reí, sin darme cuenta que los nervios hacían que mi cuerpo vibrase.

La mayoría de poderes de los biohumanos funcionan con una relación directa a las emociones, en cada uno causan un efecto distinto dependiendo del poder.

–¿Vamos caminando? –preguntó Sarah.

Nop –le respondí.

En pocos segundos segundos la cogí y la llevé al aeropuerto lo más rápido que pude.

–Vale... –dijo mareada.

–Lo siento es que... no puedo esperar.

–Lo entiendo... él te gustaba de pequeña, ¿no? –preguntó.

–Pues... sí –dije sonrojada volviendo a acariciar el collar.

–¿Aún te gusta? –preguntó curiosa.

–¡No! O al menos... eso creo –respondí confusa.

Mis padres llegaron poco después, junto con una mujer de pelo rosado y de apariencia madura, era mi tía Yuri.

–Hola –los saludé.

–Hola Sarah, hola Mary –saludó papá.

Nos juntamos y fuimos a la zona de llegadas del extranjero, concretamente a la puerta de desembarque de un vuelo que llegaba desde Estados Unidos. Mientras esperaba mi cuerpo empezó a vibrar y a generar electricidad.

–Mary... tu cuerpo –me avisó Sarah discretamente.

–Lo siento... –dije tratando de tranquilizarme.

–La gente hoy en día respeta más a los biohumanos pero aún debes tener cuidado –me advirtió Sarah–, son normales hoy en día, pero no demasiado.

Los biohumanos somos el 45% de la población de la Tierra, más que antes, pero aún así hay gente que no nos respeta, aunque es comprensible, no todos los biohumanos son buenos.

Después de una media hora el avión llegó, mucha gente desembarcó y fui a buscar a James, o a sus padres.

–¿Donde estarán? –preguntaba mamá.

La gente del vuelo de Estados Unidos a Japón comenzó a salir y busqué a James y su familia con la mirada. Vi a un chico alto, con una chaqueta plateada, pelo negro y ojos azules, pero no era James. Al lado, sin embargo, había un chico de pelo castaño oscuro y con ojos de su mismo color, llevaba puesta una chaqueta de cuero negro con capucha, ambos iban con jeans azules y cargados con grandes maletas.

Nos saludaron, pero yo no sabía quiénes eran, por detrás de ellos reconocí a dos adultos, un hombre de pelo negro y una mujer de pelo blanco, mis tíos James e Hikari, los padres de James.

–Hola todos –dijeron mis tíos.

Nosotros devolvimos el saludo.

–Les presentamos a Lon –dijo mi tía–, alguien que ya es parte de la familia.

–Hola... –saludó secamente.

–Y a su novia Kate –continuó Hikari.

–¡Hola! –dijo ella más enérgica, alegre y con acento francés.

El chico de la capucha de cuero se acercó a mí y se quitó la capucha.

–Ho... hola Mary... –tartamudeó.

Lo reconocí, sentí que se me paraba el corazón y esbocé una sonrisa... era James.

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HOLA A TODOS, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, PORQUE ESTO VA PARA MÁS.

TRANQUILOS SI NO ENTIENDEN ALGO, TODO SERÁ EXPLICADO EN LA HISTORIA O ME LO PUEDEN PREGUNTAR.

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