Cap. 31: La Batalla de Tokio

15 2 0
                                    

Los ataques más simples habían fallado, y los androides tenían gran capacidad para combatir, tanto Rogue como Kibou habían comenzado a retroceder y finalmente lograron tirarlos al suelo.

Antes de que pudiesen acabar con ellos, un pequeño temblor sacudió el suelo y en medio de la calle se abrió una grieta de la que salieron dos rayos eléctricos que alcanzaron a los androides y los lanzaron lejos del lugar.

–¿Qué está pasando? –preguntó Kibou.

Ambos miraron a la grieta y pudieron ver salir a tres de los antiguos Keibiin: Yusuke, Hikari y Jay.

–¡Por el túnel! –gritó Hikari a los civiles.

Con rapidez comenzaron a evacuar la zona, Yusuke abriendo caminos subterráneos con su poder e Hikari iluminándolos para encontrar la salida en alguna zona segura.

–Vamos chicos –dijo Jay acercándose a Rogue y Kibou–, esa chatarra no van a destruirse solas.

Al ver aquello tanto Rogue como Kibou se levantaron para continuar luchando.

En el centro de Shibuya, Akai Yuki había visto a los androides activarse, y había tenido que huir del caos que estaban causando por toda la zona, sin embargo, uno llegó a interceptarla en medio de la calle y ella luchó por protegerse con paneles de hielo que el androide rompía en cada golpe.

El androide logró vencerla y la agarró del cuello, sin embargo, alguien llegó al lugar y con una fuerte patada lanzó al androide lejos de Akai Yuki.

–¿Alfa Prime? –preguntó Yaolan al ver a aquel hombre flotando frente a ella.

–Haz que los civiles salgan de aquí por la estación –sugirió–, que lleguen a algún distrito seguro.

El androide se levantó desde el otro lado y se dispuso a atacarlos, pero Alfa Prime se elevó unos metros y se lanzó hacia el androide atravesando su estructura sin complicaciones.

Yaolan pudo ver que su madre, Yumi, estaba haciendo muros de hielo para cubrir a los civiles que se dirigían a la estación, sin perder tiempo, Akai Yuki se unió a ella para cubrirlos en la evacuación.

Cuando los civiles estuvieron a salvo en la estación los montaron en uno de los trenes y este salió de la estación.

–Los civiles de Shibuya están en el tren –indicó Yumi por su comunicador–. Harán la ruta hasta que encuentren una zona segura donde bajarse.

Al oír aquello, Yaolan se dio cuenta de que esa línea los llevaba hasta Akihabara, otro de los puntos donde había androides.

–¿Kinozuke? –preguntó ella por su comunicador alejándose de su madre–. Un tren con civiles van a tu zona ¿está despejada?

–Va a ser que no –dijo Lon defendiéndose de dos androides que trataban de golpearle en la estación.

Kinozuke dejó el comunicador y se centró en su pelea, generó un escudo de hierro que le permitió cubrirse de varios de los golpes, y cuando encontró la oportunidad, se montó por encima de una de las máquinas y generó una espada lo suficientemente afilada para atravesar una de las grietas de la armadura y destrozar sus circuitos internos.

El otro androide aprovechó que Kinozuke estaba ocupado y lo golpeó para tirarlo en dirección a las vías, donde combatieron hasta salir de la estación, Lon observó el patrón de movimientos y cuando vio su oportunidad lo agarró de las articulaciones y las rellenó con hierro, impidiendo al androide mover los brazos.

–Diseño comprometido: Iniciando la autodestrucción –dijo la voz de Inari a través del androide.

Lon logró apartarse de la explosión, pero las vías del tren quedaron destruidas y otros dos androides llegaron al lugar, sin embargo, esta vez Shizuka apareció y con su poder lanzó un sonido lo suficientemente potente para hacerlos vibrar hasta desensamblarse.

Rogue's NationWhere stories live. Discover now