Cap. 12: Los Nuevos Keibiin

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Corrí a gran velocidad hasta alcanzar un camión de color blanco y sin ningún logotipo, estaba rodeado por tres coches de color negro y se movía por las calles menos transitadas de la ciudad. Regresé sobre mis pasos y alcancé la velocidad necesaria para subir de forma vertical la pared de un edificio, allí me reuní con Rogue.

–¿Cómo ha ido el reconocimiento, Kousen? –preguntó Rogue centrado en alcanzar al objetivo.

–Lo escoltan tres coches –informé–. ¿Seguro que quieres hacer esto?

–Por supuesto –dijo él sin dudarlo.

Le sujeté el cuello y la columna para que no sufriese daños y después salí corriendo a gran velocidad hasta llegar al camión, al acercarme reduje la velocidad y lancé a Rogue, este pudo reaccionar rápidamente y en mitad del salto disparó dos ráfagas de fuego a las ruedas de dos de los coches, haciendo que se desviasen y chocasen.

Yo me dirigí al tercer coche y lanzándole rayos este quedó inutilizado.

Rogue cayó sobre el techo, abriendo un agujero y entrando al interior del camión.

Yo avancé hasta la parte delantera del vehículo y cuando el conductor se fijó en mí me lancé sobre él, usando la velocidad que llevaba le di un golpe con la suficiente fuerza como para dejarlo inconsciente, rápidamente entré por la ventanilla y detuve el vehículo.

Al bajarme, pude ver como Rogue rompió la puerta de atrás lanzando al hombre que custodiaba el cargamento de armas, pocos segundos después pudimos oír las sirenas de policía acercándose.

Él me miró con confianza y yo le agarré para después salir corriendo de allí.

Regresamos al edificio del CIGE y entramos en la base. Una vez allí pudimos ver que Lon y Yaolan estaban allí junto a Jet y Yuki.

–¿Es que había reunión y no nos hemos enterado? –preguntó James.

–No queríamos interrumpir vuestra cita –bromeó Jet.

–¿Ci... cita? –pregunté poniéndome nerviosa.

–Ya estamos aquí –dijo James evitando que la conversación se volviese incómoda–. ¿Qué queréis?

–Puesto que ya llevamos varias semanas persiguiendo a criminales –comenzó Yuki–, lo suyo sería tener equipamiento adecuado a la tarea.

James y yo nos acercamos y Yuki mostró unos nuevos comunicadores.

–Estos son mucho más cómodos que los que habéis estado usando –explicó Yuki enseñando el reducido tamaño de los dispositivos.

–¿De dónde los habéis sacado? –preguntó Yaolan.

–Tenemos un proveedor –respondió Yuki.

–¿Es quién creo que es? –preguntó James.

–No sé quién crees que es –dijo Yuki–, pero por si acaso no digas nada... no sabemos cómo se tomaría que fuésemos contando que nos ayuda.

La conversación no llevó a nada, sin embargo, James observó el televisor de la sala, que estaba silenciado y pudo leer las noticias que pasaban debajo de la reportera: "Lightning evita que un autobús caiga al mar", "Alfa Prime se mantiene en silencio respecto a su relación con la familia Daniels" y "La investigación del caso de Kamachi Toshio llega a un callejón sin salida".

Al ver que todos prestaban atención al noticiario, me acerqué a la mesa a por el mando a distancia y aumenté el volumen.

–Aún no se sabe quiénes son los asaltantes –dijo la reportera–, pero se estima que tienen alrededor de cincuenta rehenes y por el momento se niegan a negociar con la policía.

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