Cap. 27: Los Pupilos de Hefesto

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Al día siguiente, los nuevos Keibiin ya habían embarcado en el avión en dirección a Hokkaidō. Yaolan, Lon y Jet se habían sentado en una zona con tres asientos contiguos, mientras que Mary y James tenían asientos en otra fila, con un señor mayor que iba durmiendo.

-¡Esto es increíble! -dijo Jet leyendo información en la pantalla que había frente a su asiento.

-¿Qué pasa? -preguntó Lon mirándolo sin ganas.

-Al parecer este diseño de aviones es de origen español.

-¿Y...?

-Está incorporado con un montón de cosas que no había visto en otros aviones -indicó Jet-. ¿Sabías que tienen un baño donde pueden entrar múltiples personas a la vez?

-¿Y a mí qué? -dijo Lon con tono de desagrado.

-Sigue echándole un ojo a eso -dijo Yaolan con un gesto amable hacia Jet para después mirar a Lon y susurrar-. ¿Qué te ocurre?

-Nada -aseguró él.

-Nadie está amargado por nada -indicó ella-. ¿Qué te pasa? ¿Es por Kate? Ya hace tiempo que no la veo.

-Nos... nos hemos dado un tiempo -dijo Lon entristecido-, creo que me hace débil...

-No seas idiota -dijo Yaolan-. ¿Esto tiene que ver con las ideas que me contaste de ese encapuchado en el callejón? Sé que te has reunido con él más veces.

-Ese hombre sabe lo que dice -aseguró Lon-, solo quiere que se controlen las cosas y no todo este caos que hay ahora... y él sabe reconocer que James no es mejor que yo.

-Nadie dice que seas peor que James -dijo Yaolan.

-Pero él sale en las noticias -dijo Lon.

-Diamond lo tiene en su punto de mira y lo acusa de asesinatos...

-Yo no he matado a nadie.

-¡¿Y crees que él sí? -preguntó Yaolan señalando a James en la otra fila-. Él no es tu enemigo, por más que los medios te digan lo contrario.

-Déjalo -desistió Lon-, esta conversación no lleva a ningún lado.

Desde la otra fila Mary observó a Yaolan y Lon hablar.

-Parece que algo le pasa -dijo Mary.

-Tendrás cosas de las que hablar -supuso James.

-Supongo -añadió Mary cortante.

-Nosotros... -intentó decir James-, ¿tenemos algo de lo que hablar?

-No lo sé -dijo Mary dirigiendo su mirada a James-. ¿Tenemos algo de lo que hablar?

-El otro día en el jardín, pasó algo que...

-Hice lo que tenía que hacer -terminó Mary nerviosa-, tú... habrías hecho lo mismo.

-Gracias -dijo James.

-No tienes que dármelas.

-Pero... ¿esto qué significa para nosotros? -quiso saber James.

-Es complicado... -dijo Mary-, no creo que sea el momento de...

Mary se quedó en silencio observando a alguien detrás de James, este se giró para ver quién era y pudieron ver al anciano que se había sentado junto a ellos observándoles.

-Oh, lo siento -dijo el anciano-, es que las películas de aquí son más aburridas que vuestra conversación.

Ambos se quedaron en silencio avergonzados el resto del viaje.

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