Epílogo: Consecuencias

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–Y tras concluir la Batalla de Tokio, acepté confesar estos delitos por voluntad propia –dijo Mary pulsando un botón para concluir la grabación de la cámara.

Se encontraba sola, en una sala aislada, sin ninguna cámara ni cristal por el que pudiesen haberla espiado. Suspiró y observó que aún le sobraban unos minutos de todo el tiempo que Diamond le dio para grabar la confesión. Pasado este tiempo, Diamond entró en la sala y la observó, aún vestida de Kousen.

–¿Está todo? –preguntó Diamond agarrando la cámara.

–Así es –indicó Mary aguantando su tristeza–, desde el 25 de Marzo que llegó Rogue hasta hoy 4 de Julio...

–Bien –dijo Diamond.

El héroe tomó aire y destrozó la cámara en la que había grabado la confesión.

–¿Qué ocurre? –se extrañó Mary.

–No sé qué decía tu confesión –admitió Diamond–, pero seguro que te incrimina a ti también además de a Rogue.

–¿Eso qué significa? –preguntó Mary extrañada.

–Encontraré la forma de incriminar solo a Rogue –explicó Diamond–, pero no permitiré que tú vayas a la cárcel... eres el tipo de gente que necesitamos aquí en la ODS para que haya menos como Rogue.

–Entonces... ¿Me puedo marchar? –preguntó Mary.

–Sí, he retirado los cargos contra ti y los otros nuevos Keibiin, a excepción de Rogue.

–¿Por qué?

–Bueno... le debía un favor a tu madre –reveló Diamond.

Por la puerta no tardaron en entrar los padres de Mary, que rápidamente se acercaron a abrazarla.

–¿No están enfadados de que sea una Keibiin? –preguntó Mary sorprendida.

–Hija... –dijo su madre sonriendo–, somos vuestros padres, ¿de verdad creías que no nos íbamos a dar cuenta?

Mary los observó sorprendida unos segundos, pero después correspondió al abrazo.

Mientras tanto, en la base de los Keibiin, Yaolan pudo ver que James entró con prisa.

–Acabamos de derrotar un ejército de androides, ¿qué es tan importante para que tengamos que vernos ya? –preguntó James.

Yaolan se limitó a poner unas imágenes en el ordenador.

–Te he llamado a ti porque tienes más confianza con él –indicó ella–, esto está ocurriendo en el aparcamiento de aquí del CIGE, pero ya lleva muchos días viéndose con ese hombre...

En las imágenes se podía ver a Lon hablando con un enmascarado, al cual James no tardó en reconocer.

–¡Es el hombre que se reunió con Daniels! –gritó incrédulo.

–Y si Daniels era Ryonosuke... ¿Quién es él? –cuestionó Yaolan.

Los ojos de James se abrieron como platos ante aquella incógnita, sin decir nada, rápidamente salió de la base y alcanzó a Lon en el aparcamiento.

–Todo esta destrucción ha sido culpa de los Keibiin –indicó el enmascarado–, pero si me acompañas podemos arreglarla.

–¡Detente! –gritó James corriendo hacia Lon.

Lon rápidamente con el brazo que le quedaba generó un escudo con el que golpeó a James para tirarlo al suelo, lo lanzó al suelo y generó una espada con la que le apuntó al cuello.

–No voy a acabar contigo –dijo Lon–, dejaré que vuelvas a casa y tus padres te vean como el asesino que eres.

–¿Por qué haces esto? –preguntó James–. ¡¿Estás enfadado con nosotros?!

–No se trata de ustedes –dijo Lon–, esta nación de héroes ahora es una nación de renegados... así que eso es lo que tendré que ser.

James observó desde el suelo cómo el enmascaro y Lon se alejaban del lugar.

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Rogue  y los Keibiin volverán...

Rogue's NationWhere stories live. Discover now