Capítulo 17

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Cada día se volvía más pesado. Incluso el suicidio estado pasado por mi mente. Pero, ni siquiera había algo con lo que pudiera realizarlo. Toda relación con Jos estaba rota, ya no lo veía más. De nuevo tenía que soportar las groserías y malos tratos de Luis.

Una depresión profunda se apoderó de mi. Deseaba el estar muerta antes de seguir en ese lugar. Lo había perdido todo, mi familia, mis amigos, toda mi vida. La forma en la cual extrañaba la presencia de Jos y su indiferencia, me estaba lastimando. ¿Como era posible que sintiera afecto por alguien que una vez me había amenazado de muerte? ¿Como podía sentir miedo y amor al mismo tiempo?.Mil preguntas, pensamientos y sentimientos me estuvieron persiguiendo durante la noche hasta que logré conciliar el sueño. 

Estoy en la entrada principal de mi casa. La decoración del porche es distinta, todo se ve un poco distinto. Entró al interior de la construcción y escucho voces en la sala, sigo el sonido hasta hallarme con mi ¿madre?. Si, es ella, pero su aspecto es más joven, mucho más joven. Se encuentra sentada en uno de los sofás, al lado de ella hay una mujer de la misma edad aproximadamente. Su cabello es negro, lacio y de corte mediano, tiene unos ojos singularmente bonitos. Ambas mantienen una conversación bastante fluida. Me plantó frente ellas, pero ninguna parece notar mi presencia.

-Tienes que hacer algo,  por tu hijo. -suelta mi madre.

-Lo sé, estoy desesperada. Pero él prometió cambiar. -responde la otra mujer.

-Sasha, eso ha dicho durante los últimos 4 años, no lo hará.

-Tengo una esperanza, antes de que lo perdamos todo.

Prestó atención a conversación, la tal  Sasha tiene una expresión de agobio.

Al escuchar un grito, volteó la vista para ver a dos niños de aproximadamente 2 o 3 años jugando y pelando al mismo tiempo sobre la alfombra.

-________!! No tires del cabello de Jos -grita mi madre. ¿QUEEEEE? Me acerco un poco más y  me arrodilló junto a ¿Mi?. Si. Me observó, esa otra faceta de mi es tan solo una pequeña de 3 años con los rizos cayendole en la frente. Miró al que supone ser Jos y lo es, su ojos son los mismos.

-Suficiente juego por hoy, hora de irnos a casa. Dale un beso a ______ y despídete de Elena. Anda, Jos. -Indica Sasha. Jos se acerca a la pequeña ______ y besa su frente dejando su piel llena de baba de niño. Son como hermanos, mi yo pequeña se limpia el beso de la frente.

Desperté de golpe, mi respiración estaba un poco alterada, pero me era casi imposible  moverme. Luis me tenía atada de manos y pies. Suspire haciendo entrar la mayor cantidad de oxígeno en mis pulmones. Ese tipo de sueños se habían vuelto recurrentes. Eran como recuerdos, estaban volviéndome loca. Estaba segura que nunca antes había conocido a Jos, no lo habría olvidado. Quizá todo era producto de mi imaginación.

Por un rato mire al techo, tratando de calmar mis ideas. Hasta que después de varios minutos logré reconciliar el sueño.

Narra Jos:

Eran aproximadamente las 3:00 am. No podía dormir así que baje a la cocina. Tomé un vaso de agua, me dirigí a la sala y encendí en televisor. Pura basura, eso era la programación. Pero prefería eso que seguir atormentado con tantos pensamientos. No podía sacar todos los problemas de mi cabeza. Mi "padre", mi madre, mi vida... ________. Pasé todos los canales una y otra vez hasta terminar arto. Subí escaleras arrriba, al pasar la horrible habitación donde estaba _______ me detuve, me quedé plantado frente a la puerta de madera,  tentado a entrar  y mirarla dormir. Me costaba asimilar toda esa situación. No era normal tener a alguien secuestrado en mi propia casa  y además haber llegado a sentir algo por ella. Pase unos segundos más parada en el mismo sitio hasta que me decidí a seguir a mi recamara. En cuanto entre, abrí uno de los cajones del ropero, de el  cual extraje dos listones, uno blanco y el otro azul marino. Los enrolle en mis nudillos y los llevé a mi nariz para poder  inhalar el olor a jalea, el aroma de el cabello de ______. Me tiré sobre la cama mientras seguía con los listones en mis manos. El día que revise sus cosas los había encontrado y por una extraña razón decidí conservarlos. Me acomodé para dormir,  aún con los listones entre los nudillos.  Su aroma me tranquilizó hasta que caí en un sueño acogedor.

Trust Me| Jos Canela Y Tú|Where stories live. Discover now