Capítulo 13:

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Estaba en la sala de una casa completamente desconocida, la percepción que tenía de todo era como si estuviera sentada en el suelo. Un niño de aproximadamente 3 años se encontraba sentado sobre la alfombra, jugando con sus juguetes. Era un pequeño con una cara muy tierna. Me parecía un rostro familiar, sus ojos. Con pasos torpes se levantó del piso y comenzó a caminar hacia ¿Mi?.

-Ten cuidado, ella aún no puede caminar.

Una mujer advirtió al pequeño niño. Sin en cambio el siguió y me sostuvo lo que se suponía, era mi mano, tiro un poco de ella para que pudiera ponerme en pie. Con tropezones me levante, ¡ERA MÁS PEQUEÑA QUE ÉL!. Era de igual forma una niña, casi bebé, creo. Siguió tomando mi mano cuidando de que no cayera, él aparentaba ser como un niño mayor que podía cuidar de mi. Me llevo hasta la pequeña mesa de centro donde también había juguetes regados. Me dio una bola de plastinila amarilla. Me sonrió con mucho entusiasmo. Mis pequeñas manos aplastaban la masa colorida con dificultad.

Abrí los ojos de golpe. Me había quedado dormida. Pase las manos por mi cabello y parpadeé para aclimatarme. Me sentí como una tonta al recordar el sueño anterior. Desvié la mira hacia la puerta, me sobre salté al ver a Jos mirándome desde la entrada. Decidí no decir nada, no quería tener problemas. Esperé a que él hablara.

-¿Estas bien? -preguntó. Asentí con la cabeza.

¿Que demonios hacia él ahí viéndome dormir? ¿Solía hacer eso?. Camino hacia mi y tomó asiento en la cama. Me gustaba mirarlo, era lo único bueno de estar en toda esta porquería, pero no era capaz de hacerlo, tenia miedo, miedo de él. Así que postraba toda la atención en mi dedos. Por otra parte el casi nunca despegaba la mirada de mi, era intimidante, y justo en ese instante lo estaba haciendo.

-Siento haberte hablado de esa forma -Su voz era dura, no sonaba arrepentido. Pero por lo que había visto así era su carácter. De igual forma sus palabras removieron algo en mi. Asentí de nuevo.

-Di algo -espetó.

-Esta bien ... quiero decir, no hay problema -las palabras se atoraban una a una en mi garganta. No sabia que decir. Lo escuché suspirar, espero unos segundos y luego se marchó.

¡IBA A VOLVERME LOCA! Era tan extraño, aún que quisiera no lograba comprender sus cambios de humor. Nada estaba bien, no podía lidiar con eso. Me secuestró, me golpeó, el mismo cuido de mi y sanó mis heridas, sin embargo era seco y duro conmigo, un día podía preguntar como estaba y darme comida, y al siguiente gritarme, me besó, me besó, ¿A caso no entendía que el era mi secuestrador? .Yo era tan idiota como él, porque de igual forma en ese instante no asimile que yo era su víctima. Luego viene a ofrecerme una disculpa y se vuelve a marchar molesto. Lo peor de todo eso era que me gustaba que estuviera conmigo, incluso si estaba enojado, o de "mejor" humor, todas sus variantes; lo prefería a mi lado que estar sola.

Narra Jos:

Me marché a mi habitación, dejándola sola. Me recosté en la cama solo para dar vueltas y no lograr conciliar el sueño. Odiaba el hecho de que ella me viera como un criminal y que nunca podría verme de otra manera, odiaba que no me mirara y las pocas veces que lo hacía sus ojos estaban inyectados de miedo. Me gustaba mirarla dormir, no era la primera vez que lo hacía, de cierta forma me tranquilizaba. Me gustaba ella, creí que si la besaba podía saciar la ganas de probar sus labios, pero sólo había ayudado a incrementar mis ganas de protegerla y no causarle ningún daño. Pasé toda la madrugada tratando de dormir pero los pensamiento de como sobrellevar la realidad no le daban un descanso a mi cabeza.

Trust Me| Jos Canela Y Tú|Onde as histórias ganham vida. Descobre agora