Capítulo 10:

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La piel me picaba desesperadamente, pasaban días y días, y yo simplemente estaba postrada en esa cama. Estaba sucia, esa era la razón de mi molestia. Pero aún que ya me hubiese pasado por la cabeza no pensaba decirle a José que necesitaba una ducha. No me había hecho nada, incluso desde hace una par de días él era quien me llevaba la comida, estaba agradecida por eso, ya no tenía que verle la cara al invecil de Luis y además la comida ya no era tan mierda, pero eso no quitaba el hecho de que él fuera uno de mis secuestradores. ¡Maldición! de verdad que era molesto. Después de unas horas, José entró para darme algo que comer. Me dio el plato y tomo asiento a la orilla de la cama, se estaba volviendo una costumbre.

-Esto es tuyo. -Lo miré y después baje la mirada a sus manos.

-Oh, dios. -dije al ver mi mochila y la pequeña maleta donde cargaba mis cosas de porrismo- Gracias -las tomé entré mis mano.

-Quizá no encuentres muchas cosas, no podía dejar que las tuvieras.

-Está bien. -Parecía una niña pequeña con su peluche consentido. Al fin tenía algo mío. Pero al mismo tiempo me ponía más triste, mi vida antigua estaba en esas mochilas. Miré a José, podía jurar que un esbozo de sonrisa apareció en sus labios, pero se esfumó en un nano segundo. Dejé la comida de lado y saqué mi uniforme de porrista. Recordé porque lo llevaba a casa, se había ensuciado con tierra, pero ahora sentía el aromatizante de detergente, ¿A caso lo habian lavado?. Quizá, José dijo que había revisado mis cosas. Aún conservaba un toqué de mi perfume.

-Gracias, Jos. -Él me miró serio. Me golpeé mentalmente por haberlo llamado así.

-Ahora sólo mi madre me llama así -apretó la quijada.

-Yo... lo siento. Es sólo que -me quedé pensado un segundo- que lo recordé.-la duda en mi voz era evidente. Incluso yo estaba seriamente confundida. Al decirlo, no lo pensé sólo lo hice de forma automática.

-Antes de esto nunca nos habíamos conocido. Así que no pudiste recordar nada.

-Lo siento.

Los dos guardamos silencio. Mire el interior de mi mochila, fingiendo estar muy concentrada en mis cosas. Pero mi mente no dejaba de decirme que era un recuerdo. 《TE ESTAS VOLVIENDO LOCA》dije para tranquilizarme.

-¿______, estas bien? -preguntó.

-¿Qué?, si -enseguida afirmé.

-En los 10 minutos que llevo aquí, te has rascado la piel más 50 veces.

-Emm, si. Yo... -Guardé silencio, no quería decirlo.

-Termina con eso. -apunto su dedo hacia el plato.-necesitas una ducha.

Narra Jos:

-¿Qué estás haciendo? -Luis me preguntó al ver que llevaba una toalla en la mano. No le respondí. -No me digas que la princesa necesita un baño. Dile que si necesita ayuda yo puedo hacerlo.

Traté de ignorar sus comentarios y las ganas de partirle la boca.

-Está tan buena que no pienso perder la oportunidad de ... -antes de que terminará la frase lo tomé por el cuello de la camisa y lo azote contra la pared.

-Cierra la boca. -dije con firmeza. El comenzó a reír para luego empujarme.

-Ahora defiendes a la ricachona.

Lo ignoré, tomé de nuevo la toalla y me dirigí escaleras arriba. No iba a caer en su juego, sólo me buscaría problemas con mi padre. Hice mi mejor esfuerzo para no responderle con un golpe. No lo soportaba. "Trabajaba" para mi padre, pero en realidad sólo era un arrimado y de cierta forma no soportaba que hablara de esa forma sobre _____.

Trust Me| Jos Canela Y Tú|Where stories live. Discover now