#50-Final

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Un año después.

Los sentimientos que invadían a Dipper Pines en aquel instante lo revolvían con fervor.

Emoción, ansiedad, felicidad, nerviosismo, preocupación y una ligera pizca de miedo.

Repitiéndose constantemente que él no debería tener miedo, y mucho menos en ese día especial para él.

Ahora caminaba en línea recta hacia el altar. Ansioso.

Vestía un traje elegante y llamativo color blanco y zapatos del mismo color. Sus rizos castaños caían con gracia sobre su frente.

En el altar lo esperaba su pareja, Bill Cipher.

Aquel hombre de ya 20 años que desde adolescente le demostraba siempre cuanto afecto y amor sentía hacia él sin excepción alguna.

Si, para Dipper le parece que son muy jóvenes para conllevar matrimonio. Pero la situación —insistencia del rubio y hermana— lo llevaron aceptar casarse tan joven.

Recordaba ahora con melancolía y ganas de querer llorar de felicidad todo lo que había vivido para llegar hasta ahí. Sin embargo pensó que al menos debía esperar hasta estar oficialmente casados.

La pedida de matrimonio de Bill. La noticia hacia sus amigos y familiares. El gran impacto que causó en sus padres.

Con dolor,pesar pero resignación, tuvo que aceptar el hecho de que ellos ya no querían volverlo a ver a cometer tal pecado de casarse con alguien de su mismo sexo y no con una mujer como debe ser, según la biblia.

Nada ni nadie les hará cambiar de pensamiento.

La iglesia de Graviy Falls los acepto con gusto para que se casarán ahí.

Dolía sí, pero no iba a pasar el resto de su vida sufriendo por el rechazo de sus padres. Él ahora solo quería disfrutarla con amor y felicidad junto al Cipher.

No pensaba casarse en la iglesia por su ateísmo. Más bien lo hizo y acepto por gusto de sus conocidos y hermana. Y para recordar su casamiento con algo más memorable.

La gente del pueblo asistió con simpatía y apoyo.

Realmente se arregló mucho para verse bien para su futuro marido. Aunque de por sí para Bill él siempre se veía bien.

Una vez enfrente del rubio, y con al sacerdote diciendo la típica frase volvió admirar con emoción y cariño al hombre con el que compartiría el resto de su vida.

Bill como siempre, lo veía con esa emoción y adoración que siempre sintió hacia el castaño.

—Acepto.— dijo Dipper con una sonrisa de conmoción. Apenas poniendo atención a todo lo que lo rodeaba, ya que él al igual que al Cipher solo podían existir ellos dos en el espacio.

—Ya pueden besarse.— dijo el padre, casi apunto de decir "ya puede besar a la novia" más decidió omitirlo pues no estaba seguro si debía para que no lo tacharan de sexismo.

Dipper sonrió ahora tímido y sonrojado, Bill se acercó para tomar posesión de sus labios de manera dulce pero con amor. Fiel y comprometido a dar de todo para que ese amor perdure siempre. Siendo hermosamente correspondido por el castaño.

Los gritos y exclamaciones de la gente no se hicieron del rogar. Felices por los novios.

Dipper pudo entender, que Bill siempre fue aquel amor que lo acomplementaria. A pesar de las dificultades en el pasado y las que puede a ver en el futuro, eso no evitará que estén juntos.

—¿Y quién es el que se supone debe usar vestido?— preguntó Stan curioso y divertido a los recién casados.

Ambos se miraron meditando.

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