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Entró a la cabaña por fin, eran alrededor de las siete de la noche y apenas habían terminado con los ensayos. Ya habían cenado y el rubio se proponía hablar con el castaño quien estaba en su habitación un poco molesto, todavía.

Mabel y Will se encontraban guardando las cosas y luego se pondrían a practicar un poco.

Bill entró al cuarto encontrándose con un Dipper descansando cómodamente en su cama.

-Oye Pino... - lo llamó desde donde estaba pero el castaño parecía no oírlo. - Pino, Pino, Pino. Despierta, necesito hablar contigo. - seguía pero el nombrado ni se movía. Parecía estar en un profundo sueño.

Bill se acercó y se acostó a lado de él, sintiendo como su corazón se aceleraba. Estaba muy cerca del menor, se veía tan relajado y sus labios estaban medio abiertos, incitando al rubio a probarlos.

Su mirada seguía fija en aquellas pestañas largas y su nariz, su linda nariz y su pelo castaño alborotado que contrastaba perfectamente con la Luz dándole una encantadora vista. ¿Desde cuándo él se había vuelto tan detallista en sus observaciones? Fácil. Desde que conoció a Dipper Pines. Acercó su rostro un poco más, estando a escasos centímetros del menor sintiendo su respiración.

Tantos deseos reprimidos y tan poco tiempo, ¿Por qué no le podía decir lo que realmente sentía? ¿Por qué le era tan difícil? Simplemente temía que le rechazará y ya no poder acercarse más a él. Aunque Mabel tenía razón, debía seguir intentado y quizás, solo quizás haya una mínima probabilidad de que esté no le rechazará. Debía arriesgarse en todo caso.

Se voltea quedando boca arriba, mirando el techo, soltó un profundo suspiro mientras trataba de pensar si se lo diría justamente al despertar. Aunque ahora que lo pensaba, dudaba que el castaño le agradará que estuviera acostado en su misma cama sin su permiso. Bill lo miró de reojo, estaba algo descubierto y parecía tener algo de frío, el aire en las noches era muy fresco. Decidió cubrirlo con la sábana, hasta llegarle por encima de lo hombros. Era de verdad...

-Tierno... - murmuró. Quería abrazarlo y así, ambos dormir juntos, pero no podía. Aunque al menos aquel ambiente le era muy relajante y acogedor.

Él tenía que levantarse si no quería quedarse dormido y causarle problemas o molestias a Dipper. Pero la verdad... no quería.

(...)

Abrió los ojos lentamente cuando los primeros rayos de sol atravesaron aquella ventana que extrañamente tenía forma de triángulo con un ojo en medio. Había dormido realmente bien. Se tensó un poco al sentir un peso extra casi encima de su cuerpo, o al menos encima de su pecho abrazándolo. Por lo que supuso que era su hermano.

-Will porque estás... - se interrumpió así mismo al percatarse sé de quién estaba ahí.

En definitiva no era su hermano.

Volteó hacia el lado contrario encontrándose con una castaña dormida en el piso junto a una cámara.

-Mabel... Mabel levántate...- la llamo usando una voz alta pero no lo suficiente para despertar al castaño.

Dipper estaba abrazado de él, con su rostro encima de su pecho y sinceramente se veía muy tierno. Tan tranquilo e inocente mientras descansaba profundamente. Incluso juraría que traía una sonrisa por lo cómodo que estaba. Y no es que Bill no lo estuviera, incluso estaba sonrojado al estar en esa posición con el chico que lo vuelve loco, más de lo que ya es. La fuerte presión en su pecho, una sensación cálida y muy agradable sólo lo provoca al estar así con el castaño.

-Mabel... despierta... - pero necesitaba ayuda. ¿Qué pensaría Dipper si lo viera así? Y no sólo era Dipper quién lo abrazaba como si fuera una almohada, Bill también noto que el mismo lo tenía rodeado de la cintura con cierta fuerza y confianza.

"Summer Love" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora