My Name is Rose (Shadamy)

Capítulo XXXIII

—¡¿"para esto"!? ¡¿o para ti, más bien, Shadow!?

—¡No la tengo! ¡No para estas "ligas mayores" en las que te expongo a ti y me expongo a mí al mismo tiempo!

—¡Señor racional, lo siento! ¡SIENTO HABERME FIJADO EN USTED, EMO IDIOTA!

-•-•-•-

—Has dicho que no sería un cuento de hadas y lo acepté, ¡pero no es lo mismo a todo lo contrario! ¿Acaso tiene que ser un infierno?

—No me estás entendiendo, carajo...

◇───────◇───────◇

-Narra Amy-

Es inútil. Por más eufórica que golpeé el vidrio ellos no abrirán... La terrible cara de Sonic me entristece aun más. ¿Quien diría que Rouge fuera quien se preocupe ahora por mi? Sus llamadas, mensaje...

Si yo supiera que mi amigo o amiga está necesitada pero sé que presenta sospechas...maldita sea; por más que intente ponerme en su lugar no podría darle la espalda a alguien por más "traicionero" que sea...

Jamás seré tan dura y cruel con alguien, nunca dejaré de ser blanda y confiada.

Decido darme la vuelta para no seguir causando lastimas, ¡A la mierda! Me iré a la puta ciudad. Quizá Rouge quiera alcanzarme en un momento de despiste...pero la lluvia es tan intensa...tan fuerte y los rayos y truenos me están produciendo un pavor de que pueda causar un incendio forestal si cae alguno por aquí.

El camino es tan oscuro pero ni ello me pone nerviosa. Todavía estoy muy decepcionada de la mentalidad de Shadow... ¿Debería enojarme y dejarlo ya de una vez?, es que si tan solo dejara de ser tan emocional... Si tomara un poco de racionalidad a todo...me llevaría de maravilla con él... Aunque así, siendo como soy, nos llevamos bien dentro del estándar, a pesar de nuestros roces que se están volviendo más y más constantes.

Descubro las piedras sobre mis zapatos y eso me alivia, ¡Sí! Ya no tengo lodo ni fango que me hace tropezar. Incluso viendo mis zapatos intento sacudirlos un poco ya en el pavimento; los restriego en el suelo, tallando la suela queriendo remover todo el lodo posible...

¡A quien engaño! Soy un asco. Soy una sopa andante, un espagueti escurrido y sucio. El frío me empieza a golpear y seguramente me enfermaré...no estaría mal que me diera una puta hipotermia de una vez...

Algunos carros atraviesan la carretera. Empiezo a andar lentamente por sentir hasta mis bragas muy mojadas y seguramente mi teléfono ha muerto, ¡Sí! Que bien, ¡Bravo! Ya no enciende, solo me queda el comunicador. ¿Pasará algún taxi por aquí? No lo creo, algo me dice que me van a secuestrar. Los faros que hay cada 50 metros aproximadamente hacen ver esto como las películas de terror en donde te sale un fantasma.

Cada vez que pasan faros de automóviles entro en pánico; al menos ya dejé de llorar. La mayoría de estos vienen y se van por mi espalda, casi nadie va para donde voy ahora o eso creo, porque de cada cinco autos que vienen sólo uno va en sentido contrario...pero qué grandes cálculos, Amy, matemáticas en potencia o...

El aceleron que se oye a mis espaldas hace que me detenga y encoja con terror. Miro hacia atrás y aquella camioneta negra se termina de frenar justo a mi costado, cerrando levemente mi paso. Podría entrar en pánico, pero conozco el modelo de la última vez que viajé en ella, ¿Pero el conductor es...?