My Name is Rose (Shadamy)

Capítulo XXVIII

-Narra Amy-

Tener que irme temprano de la cabaña con tal de que no se angustien los demás y no anden con sus sospechas... ¡Agh! Por qué, ¿Por qué no puedo quedarme con él sin importar nada?

...¿Quejarme? Sí, lo hice por la mañana, y toda la madrugada... No me arrepiento, no ahora, aunque una extraña cuestión esté invadiendo mi cuerpo. La necesidad de contarle esto a Rouge o ya de pérdida a Fiona me insisten por dentro...creo que hablaré con la zorra, apuesto a que no abrirá la boca con su forma de ser.

-¿En serio? ¿Ya tengo que irme? Vamos...♪ -Insisto entre canturreo cerca de él, casi casi embarrando todo mi cuerpo sobre el suyo.

-Ya, para, deja de ser tan castrosa -¡No dejaré de quejarme ni de insistir en que será siempre grosero!

-¡Shadow! No va a pasar nada...

-Claro que pasa, eriza -Me sostiene de los costados de mi cabeza y besa mi rostro múltiples veces-. Eres tan insistente. Ya te dije que esto lo vamos a llevar así, y si nos encontramos, ten por seguro que nos daremos un par de madrazos para disimular.

-Voy a estar contenta de devolverte esta cortada cerca de mi yugular -Tras decir aquello me pego a su regazo y, ahora él, besa mi cabeza, cerca de mi frente.

-Callate, no me lo recuerdes -Expresa acariciando tambien mis púas, ¡No quiero que deje de hacerlo!-. Antes de que te retires, responderme esto: ¿Por qué te has vuelto obsesiva conmigo? -Esa pregunta tan directa me sorprende, tanto que no puedo evitar tragar saliva pensando en qué responderle-. Parece que te soy importante, ¿Por qué? ¿Por qué ahora y de está manera?

-Deja de buscar razón lógica a todo -reprimo acariciando sus púas traseras, parece que una sensación gustosa recorre su cuerpo por los gestos que hace-. No puedo responder a eso como quisieras...no sé qué me pasa, Shadow, no sé porque me siento tan...tan mal si no estoy ya contigo. Me he enamorado tanto que no quiero ni dejar de verte -Hago una pausa riendo por las diferentes circunstancias y comparaciones imaginarias que tengo de golpe-; es como si fuera la chica escolar que se enamoró del más guapo de la clase, jajaja así de tonta y estúpida me siento.

-Eres tan rara con tus ejemplos -¡Ay! Jala mi cabello sin darme cuenta-. Tendré que investigar esto por mi cuenta.

-¿Investigar qué? ¡Vamos! No tiene ciencia esto.

-Quizá no pero, no deseo perder más tiempo...quiero decir -Agita su cabeza como si estuviera divagando demasiado-, tienes que irte y procurar mantener nuestras conversaciones en secreto. Decirle al idiota de Scourge lo que acordamos, y para dentro de unas horas que me localice.

-Y luego yo busco el número y me pongo en contacto con los otros, ¿No?

-Así es, cuida que no te vean hacer eso -¿Todavía cree que soy incapaz de cumplir con unas cosas?

-Deja de dudar de mí, saldrá esto bien -Me sonríe irónico y asiente. Un silencio se crea y...no quiero marchar pero tengo que hacerlo ya-. Bueno...por favor, cuidate, Emo, mucho -Suelto con broma para no verme tan dramática como suelo ser.

-Estaré bien, bola rosa -El beso de despedida definitivo dura unos segundos mientras busco guardar tal sensación en lo más profundo de mi memoria-. Hacer tú lo mismo y, no te dejes de nada y de nadie. Recuerdalo: No confíes en nadie por ahora -Asiento apartándome y caminando fuera de la cabaña, él se queda en la puerta observándome y no evito voltear un par de veces-. ¡Ey! También camina derecho...¿Por qué no te has arreglado? Tu apariencia es fatal.

-¿¡Qué!? -A pesar del desgane que tengo puedo seguir siendo una gritona. Me detengo a unos cuatro metros tras oír aquello-. Osea, ¿Tu crees que me siento bien luego de anoche?