Bulletproof • Yoonmin •

• The end •

- No sé, pero, ¿te vas a acabar el último trozo de pizza?

- Ten, niño, aliméntate bien. Estás escuálido, Jimin.

Él le sonrío con una gran sonrisa que enseñaba todos sus dientes y hacía que sus ojos formasen una fina línea curva. Yoongi se dio cuenta, cuando el otro cogió el trozo de comida, que en su mano estaba el reloj que una vez le había pertenecido.

- ¿Qué le has hecho a mi reloj?

Jimin lo miró con tristeza e hizo ademán de desatarlo para devolvérselo a Yoongi con un <<lo siento>>. Éste no pudo evitar pensar en la historia detrás de ello, pero no le preguntó. Además quería que se lo quedara, para que siempre estuviera de alguna manera junto a él.

- Da igual, quédatelo. Total, está roto, no me servirá.

Yoongi le quiso quitar hierro al asunto ya que no era tan importante para él, revolviéndole el pelo, y le confesó:

- Te he echado de menos, enano.

- Tengo curiosidad sobre una cosa. ¿Te sigues dejando los desayunos a mitad?¿Te pones bandanas en el pelo todos los días y tienes mal genio? ¿Por qué te has cambiado el color de pelo?

- Sí a todo.- Dijo sin demasiado interés, absorto en la película.

A pesar de que era la favorita de Jimin, éste quiso llamar su atención, así que cogió el mando y la apagó para que le hiciera caso, a lo que Yoongi se quejó porque le estaba gustando.

- Oye, ¿y de qué vas a trabajar ahora?. Yo he pensado que podía sacarme el título para ser profesor de artes marciales o educación física en un colegio.

- Pero si no tienes paciencia... seguro que se te dan mal los niños.

- De eso nada, el que no tiene paciencia eres tú, que por poco me matas la primera vez que nos conocimos solo porque te cabreé.

- Porque no sabías disparar bien. Yo seguiré siendo militar.

- ¿Qué? No, no te dejo, me niego. ¿Hablas en serio?.- Jimin se sentó en la cama, alarmado y con los ojos totalmente redondos.- Después de todo lo que has pasado, ¿quieres volver?

- Jimin, escúchame, ser militar es mi vida, desde que era un niñato que se unió a las fuerzas. Es verdad que al principio lo hice por mi padre pero ahora no conozco otra cosa y me gusta serlo. Tú fuiste militar por obligación, yo en cambio sí que tuve elección. Y, tranquilo, no habrá otra guerra.

- Pero, ¿y si te destinan a un lugar en el que sí haya? No quiero. Simplemente, no. Me niego a perderte de nuevo.

- Si nos envían a otra parte, no iré. Ya te dije que no me iba a separar de tu lado.

Yoongi le cogió del brazo y lo volvió a tumbar a su lado, abrazándole para que se calmase, cosa que funcionó y disparó el puso de Jimin al máximo al tenerle tan cerca.

- Está bien, pero pagas tú el próximo día la cena.

- Oye, listillo, ya he pagado ésta.

- Ésta no cuenta porque no es una cena. Son las tres y media de la mañana.

Yoongi no pudo resistirlo más y pegó sus labios a los del chico, cogiéndole del cuello y atrayéndole hasta él. Cuando se separaron, el mayor le peinó con sus dedos los mechones que se había pegado a su frente.

- Deberías dormir, es tarde. Ah, y he quedado con Minho en que mañana le visitaremos, quiere que vayamos con los Kim también, díselo a tu hermana y a Taehyung.

- Me parece bien.- Le dijo Jimin con una gran sonrisa, con la cabeza apoyada sobre su brazo y una mano en su torso.- Soy feliz, Yoongi.

- Y lo serás, Jimin. Me aseguraré de ello.- Se lo prometió en silencio, mientras el otro entrecerraba los ojos cansado.- Estaremos bien, después de todo.

Y así, cayeron rendidos por el sueño, olvidando las pesadillas que les había traído la guerra y soñando con un futuro mejor, en el que ambos estaban juntos y su felicidad se basaba en cenar pizza sobre la cama mientras mantenían conversaciones profundas hasta quedar dormidos.