Bulletproof • Yoonmin •

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Al despertar por un traicionero rayo de sol que entraba por la ventana, Jimin abrió los ojos despacio, llevándose una mano a la cara.

La sábana de la cama estaba puesta encima de la silla, junto a la ropa de ambos, tirada por el suelo.

Se reclinó y pegó un vistazo por toda la habitación buscando al otro chico, pero éste no estaba por ninguna parte. Jimin se levantó, todavía medio dormido, y se vistió con la ropa que llevaba puesta la noche anterior. En el escritorio, al lado de los papeles, había una bandeja del comedor con un plato medio vacío de gachas de avena y un vaso de agua.

En uno de los papeles había escrito algo que parecía ilegible, pero lo releyó varias veces y logró entender, a pesar de la horrible caligrafía de Yoongi, que le había traído el desayuno pero le había entrado hambre de camino así que tendrían que compartirlo.

Jimin se rió de su espontaneidad y se acabó los restos, pensando que eso sería lo más romántico que podía aspirar a ser el otro chico. Pero no le importó, con todo lo que le había dado la noche anterior le bastaba, no necesitaba nada más. Fue, sencillamente y como él había dicho, memorable.

Al ir al baño a lavarse la cara, se dio cuenta de que la sonrisa no se le iba, por mucho que la lavara.

Pensó en esperarle en la habitación pero, al ver que no volvía, miró la hora que marcaba en el reloj del cajón. Y así se dio cuenta de que llegaba tardísimo a la reunión que habían convocado antes de marchar.

Corrió hasta el comedor pero allí no había nadie más que un hombre barriendo las migas del suelo. Salió también al campo de entrenamiento, pero nada. Al fin vio a un hombre entrando en los dormitorios y le siguió, encontrándose con que todos estaban recogiendo las cosas y metiéndolas en sus mochilas para marcharse.

Recorrió el pasillo central hasta la cama situada al costado de la de su amigo. El hombre que dormía encima de la suya le dejó paso para coger su mochila de debajo de la litera.

- ¿Sabes dónde está Taehyung?

- ¿Quién?

- El chico que duerme en la litera de al lado, tiene mi misma edad y...

- Está detrás de ti.

Jimin se giró y vio como Tae caminaba en su dirección con aire enfadado. Le cogió de los hombros con el ceño fruncido y le pidió al otro que les dejara solos un momento.

- ¿Dónde te habías metido? ¡Te he buscado por todas partes! ¡Pensaba que te habían abducido los aliens, o peor, que Minho y los otros te habían encerrado en un casillero durante toda la noche!

- Siento haberte preocupado, Tae.

- ¿Por qué sonríes tanto? ¡Lo he pasado mal! ¿Y qué haces con la misma ropa que llevabas ayer?

A Jimin le pareció divertidísimo y se tuvo que llevar una mano a la boca para no reírse sonoramente. Quería explicarle la razón por la que no volvió a los dormitorios pero decidió no hacerlo por ambos. No estaba preparado para contarle que había pasado la noche entera con Yoongi. Incluso él mismo parecía no llegar a a creérselo.

Terminaron de empacar las pocas cosas que les quedaban y quedaron en el exterior, con todos los demás hombres.

El sargento Shin les pasó lista y, al comprobar que estaban todos presentes, les pidió que subieran por orden de grupos a las camionetas militares para ir al lugar destinado.

Jimin le preguntó a su amigo dónde estaba el equipo de fuerzas especiales y Taehyung le dijo que se habían marchado pronto por la mañana.

Notó entonces un ligero pinchazo en el pecho, como si un metal con espinas le apretara el corazón, haciéndole difícil respirar. Pidió a su amigo que esperara y bajó de la camioneta de un salto, dejando su bolsa.

Esprintó tanto como pudo hasta la habitación de Yoongi y cogió el reloj abandonado en la caja y la foto, que dobló hasta que le cupo en el bolsillo del pantalón de camuflaje.

Volvió justo a tiempo antes de que las camionetas arrancaran y salieran del campo. Taehyung le miraba enfadado y le advertía que estaba loco, que podía no lo haberlo conseguido. Pero Jimin supo que valía la pena arriesgarse, si no podía despedirse de Yoongi, al menos tendría un recuerdo de él.

Abandonaron el campo de entrenamiento al atardecer, partiendo hacia un destino desconocido, en cualquier lugar de Corea del Norte.

Partiendo a la guerra.