La guardia nocturna que le tocaba hacer durante toda la noche se le hizo mucho más larga de lo normal. Se preguntó, al mirar pensativo a la luna, si Yoongi la estaría viendo también.
Se lo imaginó a su lado, apoyando su cara sobre su mano, volviendo la vista hacia él tras contemplar el bello cielo estrellado que parecía un planetario real.
Se preguntó si estaría bien, o al menos vivo. Imaginar que las cosas no habían ido bien para él y podían haber acabado con su vida le encogía el corazón y lo desgarraba a trozos sin piedad. Que quizá nunca se volvieran a ver de nuevo cuando acabara la guerra, si llegaban a vivir para contarlo, y sus caminos se separaran, le dolía demasiado.
Se arrepintió de no haber plasmado esas palabras en la carta, diciéndole todo lo que pensaba pero ya era demasiado tarde.
La tristeza le invadió mirando el espacio y de repente se sintió muy solo, el chico más solo de la Tierra, tan lejos de él.
Un fuerte ruido le despertó de sus pensamientos, aturdiéndole y dejando un horrible pitido en sus orejas, cuando se llevó los brazos a la cabeza para protegerse.
Recobró el sentido a los pocos segundos al darse cuenta de que había sido el sonido de una bomba estallando cerca de donde se encontraba, en el mismo campamento.
Salió a todo correr hacia su tienda de campaña, aunque aún se encontraba mareado y el suelo se movía de lado a lado. El cielo azulado ahora se teñía de rojo y naranja debido a los misiles que impactaban a su alrededor.
Al llegar abrió la tela para encontrarse con que su amigo no estaba en su catre durmiendo, pero sí logró despertar a los demás hombres que dormían y preguntarles dónde estaba. Ellos le respondieron que no lo sabían, por lo que decidió salir a dar la alarma a las demás tiendas y buscar al sargento Shin.
El caos se armó en un instante con hombres disparando por doquier, perdidos, sin alguien que les diera órdenes porque no lograron encontrar al sargento ni a nadie a cargo por ninguna parte.
Jimin decidió que lo más importante era poner a salvo a sus compañeros, dictándoles que si veían a algún enemigo, dispararan sin pensarlo pero que no se confundieran entre ellos mismos, y después construyeran una barricada con todo lo que tenían a las orillas del bosque.
La falta de luz hacía mucho más difícil correr en busca de Taehyung, provocando que Jimin se cayera al suelo varias veces, tropezando con piedras o ramas.
Por suerte también tropiezó con uno de los suyos que había dado con Tae. Jimin fue hacia la dirección que el hombre le había señalado a todo correr, con la respiración entrecortada y escuchando disparos cerca.
Preparó su arma y la cargó al instante por si encontraba un enemigo cerca, en su camino hacia la búsqueda de Taehyung.
De repente escuchó los disparos más cerca, detrás de él. Se giró a la vez que apuntaba a su espalda, pero nadie parecía estar. Por un momento pensó en dejarlo pasar y continuar hacia delante, pero también pensó que podía ser que alguno de los suyos necesitara ayuda.
Finalmente dobló una esquina para adentrarse en el laberinto de tiendas de campaña. Y estuvo más cerca de los disparos, hasta que encontró su origen en las armas de dos hombres abriendo fuego contra ellos a una distancia prudente.
No podía ver sus rostros debido a la poca luz fugaz que salía disparada hacia ambos lados, pero supo por el uniforme del que más cerca estaba de él, que era de su mismo bando.
No dudó en unírsele a disparar contra el otro que, por su ataque sorpresa, cayó al suelo en pocos segundos.
Jimin se volvió hacia el otro y le dijo que fuera con los demás antes de proseguir su marcha, pero entonces vio que su uniforme estaba teñido de sangre y no se movía de su escondite, detrás de una caja de madera.
Se agachó y le quitó la chaqueta y la camiseta de tirantes blanca, que ahora era de un rojo escarlata. El hombre parecía inconsciente porque se movía como un títere bajo los movimientos de Jimin. Éste le pegó en la cara con suavidad para tratar de mantenerle despierto mientras examinaba de dónde provenía tanta sangre, que salía a borbotones.
No encontró la herida pero cortó la mitad de su camiseta para hacer una tira y colocarla a presión alrededor de la sangre. Deseó entonces haber sabido algo de primeros auxilios.
Entró en la tienda más cercana y rebuscó suministros, como un botiquín o lo que fuera, pero no encontró más que ropa y esterillas esparcidas por el suelo. Lo que sí le sirvió fue una pequeña linterna, con la que en seguida regresó fuera.
Su decepción se hizo mayor cuando al apretar el botón no funcionaba y tenía que recargarla a mano, haciendo girar una manivela.
La cargó un rato tratando de no hacer mucho ruido con ella y, en seguida que encendió la luz, enfocó su torso. Suspiró aliviado al ver que había colocado la cinta de alguna forma en la que no salía más sangre de su cuerpo.
Después la luz se apagó.
Tuvo que recargar de nuevo la batería hasta que le permitió encenderla de nuevo. Y entonces pudo ver cómo los ojos del hombre se abrían poco a poco, como reacción hacia la estridente luz. O mejor dicho, como se abría un ojo, porque el otro estaba hundido en su propia sangre, debido a lo que parecía un enfrentamiento cara a cara que le había desfigurado el rostro.
Pero aún así Jimin lo reconoció. Cómo no hacerlo, después de todo.
- ¿Eres...- una seca tos emergió de su garganta, atragantándole en sus palabras- ...tú, Park Jimin?
- No hables, así te pondrás peor. ¿Puedes caminar?- El otro le asintió levemente, no muy seguro de sí mismo. Le cogió del brazo y se lo pasó por encima del cuello, contando hasta tres para levantarle.- Vamos, hay que sacarte de aquí.
Consiguió sacar toda la fuerza que tenía para sostenerle y lo consiguió poner de pie tras dos intentos.
- No, déjame... márchate...
- Eso no lo decides tú, Minho.
Tras sus palabras se quedó medio inconsciente y dejó de hablar con la poca voz que le quedaba.
Un fuerte sonido del impacto de una bomba replicó cerca de ellos, haciendo temblar el suelo y haciéndoles perder algo de equilibrio.
Jimin no sabía hacia dónde ir, así que continuó caminando hacia el frente sin parar. Minutos después, Minho despertó de nuevo y carraspeó antes de hablar.
- No... hacia... el... bosque.
- No pudo ir hacia allí, tengo que encontrar a Kim Taehyung.
- Seguro... él a salvo... si nos quedamos... muertos.
- Prefiero morir antes que abandonarle.
- Déjame... mí. Tú... regresas.
Jimin decidió confiar en su palabra, ya que parecía medio moribundo y le dejó cumplir su último deseo. Si conseguían llegar hasta el bosque con vida, lejos de la batalla, volvería a por su amigo. Si Minho moría antes de llegar, le dejaría en algún lugar apartado, entre las tiendas.
En paz.
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Bulletproof • Yoonmin •
FanfictionUna terrible guerra se desata entre Corea del Sud y Corea del Norte. Se requiere la presencia de todos los soldados en el campo de batalla. Min Yoongi está luchando en las fuerzas especiales por proteger al país de la invasión norcoreana. Park Jimin...
