Jimin maldecía al enterarse de que uno de sus instructores sería el chico apellidado Min. Quería demostrarle con todas sus ganas que él podía ser tan bueno como ellos, pero su orgullo se lo impedía, pasando de la clase particular con uno de ellos.
Lo cierto era que la práctica se le daba mucho mejor que la teoría, ya que no lo hacía demasiado mal, así que se dedicó a ayudar a Taehyung para darle más posibilidades de ganar. Pero parecía que tampoco le necesitaba demasiado. Su amigo era bueno disparando.
De hecho, cuando le tocó su turno, logró superar la puntuación del último hombre, ganando 75 puntos de 100. Jimin le dedicó su mejor sonrisa, felicitándolo con todos los demás.
Sin embargo su alegría le duró cinco turnos, hasta que otro le superó haciendo 80.
Taehyung se giró hacia Jimin decaído y le colocó las manos sobre los hombros, hablando seriamente.
- Por favor, tienes que superarle cuando te toque. Sé que eres el único que puede hacerlo y ganar esa clase. Y también sé que no te gusta la idea, no me mires así, pero tienes que hacerlo por mí. Ves a esa clase y después me cuentas todo lo que te enseñen, como si fueras mis ojos y mis oídos, ¿o es al revés, como si yo fuera tus ojos y oídos?. Bueno, es igual. A cambio te prometo hacer tu cama y llevarte la bandeja de comida por un mes. ¿Lo harías por mí?
- No.
Jimin se negó rotundamente, pero su amigo le seguía insistiendo pesadamente. Al final se dio cuenta de lo mucho que significaba aquella clase para Tae, que aumentaría sus posibilidades de sobrevivir en la guerra.
Entonces llegó su turno. El hombre que no era el tal Min, le nombró para que se pusiera sobre la linea de tiro.
Él suspiró y cerró los ojos por un rato, concentrándose. Después asintió con su cabeza, diciéndose que estaba listo.
Apretó el gatillo contra la primera hasta la novena diana, disparando y recargando rápidamente a la vez que caminaba en línea frente a ellas. Ni siquiera se paró a mirar la puntuación que iba consiguiendo o si alguna de las balas se había desviado.
Cuando llegó a la última, se giró hacia el público. Buscó a su mejor amigo entre las cabezas de los demás y le encontró vocalizando el número 73 y alzando su puño al aire. El cual siguió con la mirada y pudo ver una manada de pájaros volando sobre su cabeza.
Algún día serían libres como ellos.
Volvió a posar su mirada sobre el resto de los hombres, que le animaban. También estaban los dos instructores, uno parecía impresionado por su rapidez y eficacia y, el que se apellidaba Min, le miraba sin expresión alguna.
Si había sacado 73 puntos y el récord estaba en 80, significaba que debía acertar la última diana para ganar.
Jimin suspiró, preparado para girarse de nuevo.
Alargó el brazo y disparó.
Una sonrisa se formó en su rostro cuando vio el resultado y no se pudo contener. Corrió a abrazar a Taehyung al ver que había dado en el blanco y lo levantó por los aires. Los demás le aplaudieron y el instructor se acercó a darle la enhorabuena.
- Park Jimin, ¿verdad?.- Le estrechó la mano con amabilidad.- Mi nombre es Jaehyung, encantado. Has ganado una clase particular con mi compañero, enhorabuena. Me han contado cosas buenas de ti,- su cara cambió de repente, a un rostro de preocupación-así que no tendrás problemas en aprender de Yoongi, espero.
Jimin miró al nombrado, que estaba separado a un lado del resto del grupo y le miraba con resignación. Su mirada no paraba de juzgarle, aunque Jimin sabía que lo había hecho bien y eso le molestó un poco. Sus ojos, al encontrarse, hicieron que Yoongi se acercara a él para decirle algo.
- No disparas limpiamente, te has apresurado y has dejado que la suerte disparara, no tú.- Tras decir aquello se fue caminando, alejándose, como si le hubiesen obligado a estar allí y al terminar se marchase, cansado de todo.- El ego no te deja pensar con claridad.
Jimin no se lo pensó dos veces antes de contestarle cabreado.
- Me gustaría ver cómo disparas tú, con todo el mundo hablando de tu habilidad, no deberías fallar ni un tiro.
Todo el campo se quedó en silencio tras sus palabras. Jaehyung, que estaba a un metro de él, le miró como si fuera a verle por última vez.
- Yoongi, no- Intentó parar a su compañero, con cierto miedo, pero se interrumpió al instante al ver que nada podía hacer.
Entonces Jimin supo que la había cagado de verdad.
Sin decir nada, Yoongi se giró y se acercó a él con pasos furiosos, apretando los dientes dentro de su boca, cerrada en una fina línea.
Cuando llegó frente a él, le cogió de la muñeca fuertemente, aumentando la intensidad de su fuerza hasta que Jimin tuvo que soltar la pistola de su mano, quejándose del dolor.
El otro la cogió al vuelo con su mano libre y se quedó mirándole a tan solo unos centímetros de distancia.
Jimin pensó que su vida iba a acabar ahí mismo y le suplicó con la mirada que no lo hiciera, que no le disparara.
Pero lo que hizo Yoongi fue apuntar al frente, sin quitarle la vista de encima con el ceño fruncido, disparando unas veinte veces seguidas. Jimin podía notar su respiración agitada y observar su rostro de cerca, de un blanco puro, marcado con algunas cicatrices finas, imperceptibles desde lejos. El arma dejó de disparar a la número veinticinco. Entonces la tiró al suelo y soltó el brazo de Jimin, que lo dejó caer sin importancia.
- Eso es disparar bien.
Y, como si nada hubiese pasado, se fue caminando tranquilamente con las manos dentro de los bolsillos, dejando a todos atrás, haciéndoles observar sin palabras cómo había hecho un gran agujero justo en el blanco de una de las dianas, del que todavía salía un fino humo.
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Bulletproof • Yoonmin •
FanfictionUna terrible guerra se desata entre Corea del Sud y Corea del Norte. Se requiere la presencia de todos los soldados en el campo de batalla. Min Yoongi está luchando en las fuerzas especiales por proteger al país de la invasión norcoreana. Park Jimin...
