Cuando el día de las visitas acabó, pasaron varias semanas de duro entrenamiento, duchas frías y noches cortas. Incluso una de ellas les despertaron para fingir un simulacro de que los enemigos les estaban atacando, simplemente para ver cómo reaccionaban ante la situación.
Era gracioso cómo les entrenaban para servir al país esperando que fueran eficientes de una manera rápida y sin la preparación adecuada. Querían convertirles en héroes de la nación en pocos meses y eso era algo imposible.
Se les hubiese ido la cabeza de no ser por pequeñas cosas a las que se aferraban. Por ejemplo, Taehyung se concentraba en el entrenamiento, tratando de mejorar su marca. ¿Y él? Bueno, se podía decir que encontraba su pequeña escapatoria en las clases particulares que tenía con Yoongi una vez a la semana.
Trató de preguntarle más sobre el asunto de su advertencia, pero no consiguió sacarle nada.
Le preguntó sobre el porqué había desaparecido el día de la visita y también los siguientes, a lo que le respondió con un: acostúmbrate a no verme demasiado.
Todo lo que aprendía se lo contaba a su amigo en las comidas, que parecía muy interesado en escucharle. Él, a cambio, le hacía preguntas sobre su hermana, con un sospechoso interés más grande.
La última noche a su traslado, la cual sería la última que pasarían en el campo de entrenamiento antes de ir a la guerra, decidieron hacer una especie de fiesta.
El sargento Shin preparó una hoguera, a la que todos asistieron vistiendo la ropa informal que traían el primer día, deshaciéndose del uniforme por una noche.
Taehyung y él se reunieron alrededor del fuego mientras algunos grupos cantaban una canción patriótica para levantar el ambiente.
- Voy a por bebidas, ¿crees que habrá alguna con alcohol?.- Le dijo su amigo levantándose de la silla donde se habían colocado.
- Lo máximo que podrás encontrar son refrescos o zumos.- Se rió él, mirando por la multitud, tratando de encontrar una cabeza familiar.
- Jo, pero yo quiero el zumo con algo más... ¡no hay alcohol, ni tabaco, ni chicas! ¿Qué clase de fiesta es ésta?
- ¡Cadete 158, te estoy escuchando!.- Le advirtió Shin, acercándose a él para regañarle mientras Tae andaba rápido, haciéndose el sordo, para escapar de él.
Jimin miró hacia el cielo, lleno de estrellas junto a la luna llena. Su vista, de vuelta al fuego, se dio cuenta de que una de las luces del segundo piso estaba encendida. Era la del gimnasio.
La curiosidad le pudo y tuvo que levantarse e ir hacia ella, como un mosquito atraído por la luz. Se giró para avisar a su mejor amigo pero vio que estaba demasiado ocupado ocultándose del sargento debajo de la mesa de las bebidas.
Dejó el barullo atrás al recorrer las escaleras hasta el segundo piso. Desde el pasillo se oían unos ruidos que provenían del gimnasio. Jimin entró a la habitación sin llamar al ver que la puerta estaba abierta, lo tomó como una ligera invitación a pasar.
Dentro, una sombra de espaldas pegaba fuertes golpes a un saco de boxeo que colgaba del techo. Jimin se acercó en silencio, admirando aquella figura en la oscuridad, con su espalda al descubierto, separada levemente por una fina cicatriz, que le recorría desde el omoplato izquierdo hasta la costilla.
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Bulletproof • Yoonmin •
FanfictionUna terrible guerra se desata entre Corea del Sud y Corea del Norte. Se requiere la presencia de todos los soldados en el campo de batalla. Min Yoongi está luchando en las fuerzas especiales por proteger al país de la invasión norcoreana. Park Jimin...
