IX

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—Taylor, tenemos que hablar — dijo Camila.

— ¿De qué, Camila? ¿De moda? ¿De fiestas? ¿O hablaremos de chicos? — dijo con ironía la princesa de Solaria.

Camila sintió la sangre subírsele a la cabeza. Apretó los puños y se le hubiera lanzado encima de no ser porque la mano de Lauren la retuvo. Camila le devolvió la vista y respiró hondo para calmarse.

—Justo por esta clase de cosas es que tenemos que hablar. No es normal que dos amigas se echen veneno de esa manera.

—Pero si es que tú eres la que se enoja por cualquier cosa — exclamó Taylor, ofendida.

más que nadie debiste entender mi ruptura con Shawn. En cambio, sólo me juzgaste y recriminaste, como si fuese tu asunto — le respondió Camila, con amargura.

Lauren sostenía por detrás, la mano izquierda de Camila, a la cual acariciaba con los pulgares intentado calmarla.

Taylor dejó caer el colgador que estaba sujetando y giró hacia donde estaba el hada de la naturaleza:

—Lauren, necesito que nos dejes a solas.

— ¡No la trates así!

— ¿Y ahora qué hice?

— ¡Al menos podrías pedirle por favor y no hablarle como si fueses la dueña de todo!

— ¡Ay, perdón por no ser perfecta para ti, señorita amabilidad! — gritó, con el sarcasmo impregnando sus palabras.

Sus frentes casi se chocaban y ambas se lanzaban miradas asesinas. Miel contra dorado, tratando de hacer caer a la otra. Ambas se medían, casi danzando en círculos una alrededor de la otra como dos fieras. El hada del sol hizo crujir su cuello y dijo en una peligrosa voz calma:

—Muy bien, Camila, hablemos.

La aludida se cruzó de brazos mientras Taylor colocaba las manos sobre su cadera, desafiante, reclamando su lugar. Lauren se hallaba cerca de la puerta, dudando sobre si irse o no.

—Necesito que dejes de echarme en cara que rompí con Shawn.

— ¿Por qué? Si tuviste la culpa.

— ¿¡Y te atreves a preguntar por qué!? — gritó Camila, temblando de ira. Pero tomó aire para recuperar la compostura — Se supone que eras mi mejor amiga, tenías que apoyarme, no dejarme de lado.

—Bueno, consideré que no había nadie mejor con quien pudieses estar aparte de Shawn — le contestó Taylor, con la voz un par de octavas más alta de lo normal.

Ese comentario le dolió a Lauren, quien agarró el pomo de la puerta, dispuesta a salir de la habitación de la princesa de Solaria.

—Y, ¿quién eres tú para decidir sobre eso, eh? — cuestionó Camila, haciendo que el cuerpo de la rubia se tensara — Eras mi mejor amiga, debías comprenderme y aconsejarme.

— ¡Pero si eso fue lo que hice!

— ¡Claro que no! Lo que hiciste fue tratar de imponerme tu opinión a como diera lugar. No tuviste en cuenta ni mis sentimientos, ni mis razones para hacerlo. Es más, ¡pensaste que te iba a robar a tu novio! ¿Qué clase de amiga es esa?

—Las mejores amigas se cuentan todo, Camila, ¡y tú nunca me dijiste nada! Esperaste hasta el último momento para decírmelo.

—Sabrías la razón de por qué lo hice si te hubieses parado a escucharme...

— ¡Me dolió que no me contaras! Tú misma lo dijiste, una mejor amiga no hace eso — la cortó Taylor.

— ¡Y a mí me dolió que desconfiaras de mí! ¡Que creyeras que soy una puta y que todo era mi culpa! — vociferó Camila, con las lágrimas a punto de escapársele.

Fairy love 【CamRen】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora