VI

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—Rompí con Lucy — anunció Lauren.

—Siento si cause problemas entre ustedes — dijo Camila, muy apenada —. Todo esto es mi culpa.

—En cierto sentido lo es — admitió la mayor —, pero no sería sano mantener una relación si estoy dudando sobre mis sentimientos.

Una pequeña llamita de esperanza culposa se encendió en el corazón de la castaña. Sin embargo, ambas mantenían una distancia más que prudencial distancia. Lauren dudaba y Camila no quería incomodarla.

—Yo hablé con ella.

Silencio.

—Hablé con ella y le pedí que no se enojara contigo.

Más silencio.

—Entiendo si no me crees, pero le conté todo a Lucy — Camila tragó saliva —. Le dije que todo esto es culpa mía y no tuya. Yo fui la que lo arruinó todo. Y aunque diga mil veces lo arrepentida que estoy, ya no hay marcha atrás.

Lauren no le contestaba, ¡ni siquiera se dignaba a mirarla!

—Por favor, perdóname — su voz era inestable ahora.

Se paró bruscamente de la cama de Lauren y se dirigió hacia la ventana buscando alejarse de la incomodidad y el remordimiento.

—No debí besarte. Fue un error y ahora todo está arruinado: tu relación con Lucy, nuestra amistad...

Se abrazó a sí misma.

El reloj sonaba, implacable. El ambiente era pesado como mil mancuernas; incluso las plantas de Lauren se sentían congeladas y acusadoras. El desorden del lado de Camila se sentía descarado, como algo que no debería estar allí.

—Lo siento mucho, debí pensar antes de actuar — tragó saliva —. Si quieres, puedo pedir que me cambien de cuarto para que no tengas que verme.

—No hagas eso, por favor — dijo Lauren, en un tono más bajo de lo que le habría gustado. Pero fue suficiente para que Camila la escuchara.

La castaña se volteó a medias.

—Me lo merezco, yo te besé sin pedirte permiso.

—Pero yo te pedí que lo hicieras de nuevo.

—Tal vez sólo querías probar — se aventuró a decir.

—No es eso.

Pausa.

—Entonces, ¿qué fue?

—Es que me hiciste dudar — le contestó Lauren, con las manos cruzadas sobre su regazo.

Camila se sobresaltó, pero no quería alimentar esa esperanza insignificante. Se negaba a ilusionarse y terminar con el corazón todavía más partido. Por lo que enfocó su mirada en las alegres hadas que conversaban en el patio de Alfea. La luz del sol se sentía lejana.

—Ningún beso con Lucy se había sentido de esa manera — se animó a hablar Lauren, por fin.

— ¿Y cómo se sintió este, entonces? — preguntó la castaña.

Sus cejas estaban alzadas, pero sus ojos no se atrevían a mirar a Lauren a la cara.

—Se sintió como algo que yo hubiese estado esperando sin saberlo. Como tomar un riesgo pero a la vez tener calma. Como si algo encajara — dijo, con la vista perdida en un punto fijo del horizonte —. No sé — levantó un poco la voz —. No sé explicarlo de otra manera.

—Pero, ¿estás segura de eso? ¿No fue sólo la emoción del momento? ¿No estás confundida?

—Confundida es como estoy ahora. No sé nada sobre ti o sobre Lucy. No sé si realmente la amaba y no sé por qué besarte se sintió también. ¡No sé nada!

Lauren se había parado para mirarla a la cara sin tener que levantar la mirada. Sus brazos temblaban, sujetos a sus costillas como con cinta. Pero lo que encontró en los ojos de Camila no fue más que una genuina sorpresa.

— ¿T-te gustó besarme?

Lauren miró hacia los lados y levantó las manos en un gesto de impotencia. ¿Cómo podía Camila fijarse sólo en eso? Al final, se limitó a suspirar y devolver sus brazos a sus costados.

—Sí, me gustó. Pero no lo entiendo — se quejó.

"Le gustó, le gustó, le gustó, ¡le gustó!" pensaba Camila para sus adentros. La llamita ahora era todo un incendio forestal.

—Hay muchas cosas que me gustan de Lucy, pero tú eres tú y no sé si es porque ambas son artistas, o porque ambas me defienden o porque son tiernas, no lo sé — farfulló rápidamente. Respiró hondo —. Tú también tienes tus virtudes, y adoro tu cercanía y tu voz, y me gusta que seas valiente y considerada, pero nunca te habría visto de esa manera hasta que me besaste. ¿Entiendes ahora por qué estoy tan confundida?

Con un lapsus de atrevimiento, Camila se aproximó hacia Lauren y, viendo que esta no se alejaba, la tomó de las manos.

—No te presionaré a que me elijas por encima de Lucy, pero, por favor, necesito que me digas si ahora me ves como algo más. Que me digas que ese beso fue más que sólo curiosidad o un gusto pasajero.

—No fue ninguna de esas dos cosas. Y yo te quiero, pero me duele terminar con Lucy.

—Pero, ¿me ves de esa manera ahora? — insistió la castaña.

—Sí. Ya no puedo evitar pensar en ti como algo más que una amiga.

—Bien, entonces tengo esperanzas — y sonrió —, pero te daré tu tiempo para aclarar tus sentimientos. Lo que menos quiero es que te arrepientas de lo que sea que decidas.





Sigo preguntándome cómo, sigo cerrando mis ojos. Esto no es suficiente.

Fairy love 【CamRen】Where stories live. Discover now