II

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— ¿¡Qué quieres decir con que tú y Shawn ya no están juntos!? — Un arrebato de Taylor era la última cosa que sus amigas querían. Si de por sí, sus escenitas las hacían rodar los ojos, soportarla justo cuando iban a salir con los chicos, era una mierda.

Camila sólo pudo pensar: "Bueno, se acabó la sutileza".

—Viendo que ya se lo gritaste a toda Alfea, supongo que podríamos terminar esta discusión en la sala — murmuró Camila. Decir que estaba molesta era quedarse corta.

Sintió que Shawn la arrastraba a un rincón, tratando de que encontraran una manera de contarles a sus amigos lo que había pasado.

—Bien — exhaló Shawn —, ¿cuántos de ustedes lo sabían?

Dos manos se levantaron: Lauren y Lucy. Camila no pudo evitar notar la cruel ironía. Aunque tenía sentido, ambas eran comprensivas y amables. —Hechas la una para la otra—, se dijo, con amargura. Pero se apresuró a aclararle a Shawn:

—Sí, sabía que Lauren estaba al tanto. Me lo preguntó hace unas semanas.

El chico se limitó a hacer un gesto con la cabeza.

—Bien, ahora, ¿cuántos de ustedes conocen la razón? — volvió a preguntar. La mano de Lucy cayó.

—Oh, vamos, dejen de mirarnos así. Demonios, lo mantuvimos en secreto por más de una buena razón — les espetó Camila, ya un poco harta y muy incómoda. Precisamente esa había sido su principal razón para ocultarlo, ninguno de los dos quería pasar por esta situación.

— ¿Cuándo? — cuestionó Taylor con sequedad.

—Como... ¿un mes atrás? — dijo Shawn, vacilante. Miró a Camila para confirmarlo — No lo recuerdo exactamente.

—Estoy segura de que tus padres y Diaspro lo recuerdan a la perfección — bromeó la castaña —, pero no hablaré de eso — y terminó con una risita nerviosa: Taylor la estaba mirando con la ferocidad propia de un animal rabioso.

Pero el hada de fuego se dio cuenta de algo: si Shawn era siempre así de cuidadoso con todas sus novias, ¿cómo se habría sentido con todo el incidente de Avalon? Incluso ella lo había ignorado. No pudo negar que se sentía un poco culpable, pero el amor se había ido y ambos eran buenos amigos ahora.

—De acuerdo, antes de que nos acribillen con preguntas, somos amigos todavía. Así que no causaremos ningún problema — pausa —. De verdad — otra pausa, no todos les creían —. Todavía podemos hacer las cosas igual que antes.

Normani se frotó la nuca con hastío, le exasperaban todas las cosas que tuvieran que ver con el amor. Según ella, ninguna de estas "disculpas" era necesaria. Si ellos dos habían decidido terminar, era problema de ellos. Ariana estaba de acuerdo, y se sentía aliviada de que Camila lo estuviese tomando con calma. No parecía tan afectada, pero tal vez sólo fingía, tendría que preguntarle más tarde. Por su parte, Ally y los chicos veían ilógico el hecho de que terminaran como amigos. Siempre era incómodo romper con tu pareja. Todo el amor, los buenos y malos momentos, hacen mella en las dos personas.

Los pensamientos se vieron interrumpidos, como era usual, por un grito de Taylor:

— ¿Por qué? — Estalló la rubia — ¿Por qué tuvieron que hacerlo? ¡Si iban tan bien!

—Primero, era sólo yo — comenzó Camila —. Dejé de sentir lo mismo porque, porque... — miró a Shawn, buscando ayuda, pero no la encontró — me gusta alguien más — continuó, en un susurro quedo —. Pero después de salir a una fiesta con ella, a Shawn le empezó a gustar Diaspro — recuperó la compostura y el tono de voz —, porque, bueno, ella es realmente agradable cuando, ya sabes, no está tratando de sabotear una relación.

—Oye, Camila, esto me está matando: ¿quién te gusta? — dijo Ariana, decantándose por no esperar a más tarde, porque sería probable que Camila ya no quisiera sacar el tema a relucir.

Todos, a excepción de Camila y Shawn, se habían hecho esa misma pregunta dentro de sus cabezas.

De pronto, Taylor jadeó en voz alta, llegando a la conclusión errada y abrazándose a Joe.

—Oh vamos, no es uno de los chicos. Dios, ella no sale lo suficiente con ellos como para que surja algo. Y además, ustedes la conocen bien, ella nunca les haría algo así — la defendió el especialista.

—Shawn tiene razón, Taylor — acotó Lauren —. Ella no intentaría robarte a tu novio.

Camila miró los ojos de Lauren a través de sus mechones entintados. Miles de cosas volaban en las cabezas de todos, pero lo único que Camila pudo sacar del caos de su propia mente fue que Lauren sabía más de lo que le había dicho aquel viernes.





Sigo cerrando los ojos, pero no puedo bloquear tu recuerdo. Esto no es suficiente.

Fairy love 【CamRen】Where stories live. Discover now