Capítulo 94

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Un dolor agudo se apoderaba de mi abdomen, completamente derribada al borde de un ataque de pánico ¿En que momento ver como le disparaban a alguien malo o no se había vuelto normal? 

Alce la vista lo suficiente para encontrarme con una la silueta alta y firme parado al inicio de las escalerillas, por un momento me hubiese gustado creer que se trataba de Tom

-James- lo nombre extrañada este se encamino hacía a mi dándome una ligera sonrisa manteniendo sus labios cerrados-.

-¿Esperabas que fuera Tom? - preguntó divertido ante mi cara incrédula- lamentó decirte que Tom esta demasiado lejos como para ser tu héroe en estos momentos, por lo que te pido de favor... que dejes de meterte en problemas - puntualizo a la vez que se inclino a mi lado, sacándose la chaqueta- estas temblando- comento preocupado colocando la chaqueta de cuero negro sobre mis hombros-.

-¡¿Porque mierda me disparaste?! ¡Estaba haciendo mi trabajo!- chillo el hombre pálido,  mesiendose sobre la nieve dejando su sangre levemente mezclada en ella,  mientras fruncía la cara con dolor-. 

-Las ordenes eran y seguirán siendo claras: "Proteger a ___ ante todo, defenderla hasta la muerte, a la primera amenaza abrir fuego" - James me levantó del suelo, cargándome entre sus bien formados brazos permitiendo que el olor de su colonia con un poco del perfume de Fere me llegará a la adormecida nariz, Octavio se levanto de igual manera, completamente aterrado sin saber reaccionar, al igual que yo- le diste un golpe, la llamaste "zorra" y la amenazaste con un arma, considérate hombre muerto en cuanto Tom se entere-. 

-No...por favor no le diga al señor Holland- chillo intentando levantarse, le tenía demasiado miedo a Tom, más miedo que cualquier herida de bala, más miedo que a morir, probablemente él pensara que era mejor morir antes que caer en las manos enojadas de Tom, que probablemente lo torturaría antes de dar finalizada su vida- se lo ruego, no le diga-. 

-Octavio ve adentro dile a Fere que llame al doctor y que prepare un baño caliente- ordenó sin quitarle la vista su "compañero", Octavio obedeció sin rechistar- sí esta chica se enferma de pulmonía o resulta con otra costilla rota...no te alcanzarán vidas para pagar por ello-. 

-No tenía idea de que se trataba de ella, lo siento- ya no podía sentir mis extremidades, sentía mis manos incluso más ajenas a mi que nunca-. 

-La herida es exterior, aún así tomate tres días de descanso, recuperate, piensa en una disculpa y después vuelve a trabajar- sin esperar respuesta del chico, James comenzó a caminar de regreso a la casa, dejándolo de rodillas sobre la nieve- estará bien, no dispare con la intención de matarlo- apenas cruzamos el umbral de la casa cuando la calidez de la comida caliente a la par de una pequeña chimenea me hizo estremecer-. 

-¿Enserio le vas a decir a Tom?- balanceaba mis pies suspendidos en el aire intentando recuperar su movilidad-. 

-Tengo que mantenerlo informado...como mínimo a Harrison, realmente me preocupa lo que le pueda llegar a hacer a Charlie si Tom se entera- cruzamos la estancia, subiendo las escaleras, Matilde, Thomas y Ruben y Miguel seguían junto el psicólogo en la oficina de Tom, reunidos en el piso, formando un pequeño ovalo-. 

-¿Tengo la elección de elegir? - apesar de que Charlie me había asustado mucho, él realmente solo hacía su trabajo, simplemente había entrado en pánico y actuó con violencia-. 

-No, cuando se trata de la seguridad de alguien que Tom aprecia no tiene la elección de elegir- llegamos a la habitación cuyas luces se encontraban encendidas además del sonido del agua cayendo en el baño-.

Eso explicaba por que sus hermanos no habían tenido elección, no habían podido argumentar contra el castaño, simplemente se apegaron a sus ordenes.

Sálvame [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora