Capítulo 84

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Fue como fue, me robaste el alma, me tuviste a tus pies, te ame.
Me equivoque, creí que era eterno despertarme en tu piel...no sé.

no sé

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Veía  como Hazza cargaba a ___, quien se cubría la cara con las manos escondiéndose en el pecho del rubio, sus heridas  se habían abierto ensusiando su piel y sus ropas de sangre.

-¡Ángel! ¡¿Qué  paso?!- me separe de Keyslee que soltó  un gruñido molesto, corría prácticamente hacía  ella, que se tenso al sentir mi mano sobre su cabello-.
-¡Sueltame Holland!- apartó  con brusquedad mi mano, dandome un golpe, tenía la cara empapada en lágrimas, soltó un pequeño sollozo antes de volverse a cubrir la cara con las manos apretandose contra el pecho de Harrison-.
-¡Tom llama al doctor, rápido!- grito Hazz dandome el teléfono mientras subía las escaleras apresurado con Matilde detrás suyo-.
-Ángel...- sentía mi corazón desfallecer en mi pecho... la acababa de ver y ya la había hecho llorar, me obligue a marcar con un nudo en la garganta y Keyslee acariciandome la espalda- Hola...Holland, necesitó que venga urgentemente a la mansión- solo habían pasado unas horas, se supone que la estaban cuidando Rubén y Miguel, no lograba entender nada- es ___, su sutura se ha roto, venga inmediatamente...no importa lo que cueste, me hago cargo de todos los gastos...- ángel...mi ángel de alas rotas-aquí lo espero-.
-Tom ¿que va a pasar conmigo?- Keyslee me hablaba pero era incapaz de prestarle atención, quería subir corriendo con __ y ayudar- ¡Thomas te estoy hablando!-.
-¡¿Qué  Keyslee?! - explote alzando la voz, esta retrocedió  inmediatamente- Tú tío debería encargarse de ti, no yo-.
-Hablando del rey de Roma- Samantha entro por la puerta, seguía viva, su camisa estaba humedecida con  su sangre, ella entro  con él detrás, portaba su traje en negro, me miro unos segundos para después mirar a Keyslee que corrió a abrazarlo, clavando sus tacones de aguja sobre el suelo, agradecí que ni __, Thomas o Matilde estuvieran allí, sería peligroso sí  los relacionaran-.
-Julián ¿Podrías explicarme que hace tú sobrina aquí?- fui directo, Thomas, Rubén y Miguel estaban en camino, debía sacarlo pronto-.
-Justo de eso quería hablar contigo, por cierto...- dio un vistazo escaleras arriba caminando hacía a mi mientras se ajustaba un anillo en oro- gusto en verte Thomas ¿Podemos hablar en un lugar más privado?- hablaba detenidamente, no tenía opción-.
-Acompañame- le dirigí una mirada a Samantha indicándole que se encargará de Keyslee que había tomado un mechón de su cabello, pellizcando las puntas, la pelirroja me devolvió una mueca de disgusto- la mercancía fue entregada y repartida hace una semana, además te pedí amablemente que no volvieras a mandar a tu sobrina en tú representación- cerré  la puerta de mi estudio detrás nuestro, me senté  en la silla de mi escritorio, colocando la muleta a un lado, no podía dejarla y no tenía caso seguirla ocultando-.
-¿Por lo ocurrido con el beso?- se sentó  sobre la silla soltando una risa divertido-.
-Tú sobrina esta desubicada, aprovecha las oportunidades, se mete en la boca del lobo, una niña caprichosa, el beso fue la gota que derramo el vaso, llegó  a casa esta tarde y ella ya estaba aquí llorando en el sillón con una revista entre las piernas, soy capaz de clavarle una bala en la cien ¿Eres consciente de ello?- por el cristal de la puerta pude ver como el doctor entraba por la puerta guiado por Harrison escaleras arriba- ¿Qué es lo que necesitas?-.
-Hoy asesinaron al padre de Keyslee, su padrastro, más bien, ella esta algo alterada- ni el ni yo estabamos sorprendidos, Keyslee se metía tanto en la mafia jugando con fuego que tarde o temprano se iba a terminar quemando- mientras yo averiguó quien es el responsable necesito que hagas algo...-jugó  con su anillo, poniendolo sobre la mesa, dandole vueltas con el dedo- necesito que se quede en tú casa unas semanas, necesitó que la cuides-.
-Esto no es una guardería- me recargue en el respaldo de la silla intentando sacar de mi cabeza lo que podría estar pasando en la habitación de ___-.
-¿Seguro Thomas?- sé  levantó de la silla, caminando hasta el librero, antes de tomar aire- se ha corrido el rumor de que tienes escondidos aquí a una chica y a un par de niños- perdí la respiración totalmente, el traidor estaba más cerca de nosotros que nada, hubiera entendido que filtrara la información de Thomas y ___...pero ¿Matilde? Ella nisiquiera había pisado la casa y ya la había catalogado, el traidor debía ser bastante astuto-Sabes Tom... te admiro mucho, tan joven, tan ágil, tan inteligente, tú hiciste en meses lo que varios tardamos en hacer en años... tú  padre...- caminaba en circulos por la habitación, observando cada detalle- te arrojó a los lobos para que te despedazaran... sin embargo regresaste como lider de la manada...lastima de chico, que se este dejando guíar por sus sentimientos hacía una chica...que no puede tener- se inclinó sobre el escritorio sonriendome con malicia- sí tu no quieres que yo vaya allá...con tus enemigos a desvelar que en efecto, los rumores son ciertos, acepta a Keyslee aquí, no será un problema-.
-Tú sobrina siempre es un problema- interpuse consternado, lo que menos necesitabamos eran más problemas-.
-¿No hay problema que un Holland no pueda resolver o si?- se sentó nuevamente sobre la silla-.
-¿Porqué no la cuidas tú?- Rubén, Miguel entraron por la puerta principal, Miguel cargaba a Thomas dormido en sus brazos, Keyslee los miro unos segundos antes de girarse para darme una sonrisa triunfadora, Harrison salió  a su encuentro indicandoles que subieran en silencio para no alertar a Julián-.
-Tengo que encargarme de encontrar quien lo hizo- sentía unas enormes ganas por golpearlo, solo hacía falta preguntarle a Keyslee con cual mafioso de quinta se había  enredado, no necesitaba hacerse muchos líos, ya tenía suficiente con Clark, el traidor y aquel enemigo desconocido- además Keyslee hizo lo que hizo porque estaba despechada, la rechazaste- debía ser una puta broma- sus intenciones contigo son buenas-.
-¿Esperas que te crea?- me deslice sobre la silla, no podía arriesgarme a decirle que sí, sin embargo era más riesgoso decirle que no y terminar por acarrear más enemigos-.
-¿La cuidaras o prefieres que vaya con aquellos que te odian?- maldito hijo de perra-.
-Esta bien, que se quedé aquí unas semanas- si bien soportar a Keyslee sería la cosa más difícil del mundo, no podría esconderla de __, solo esperaba que ella tuviera paciencia antes de arrancarle las extensiones a mordidas-.
-Buena elección, socio-  se levanto y me tendió la mano para cerrar el trato, me vi obligado a pararme  para estrechar su aspera mano-.

Sálvame [Tom Holland y tú]Where stories live. Discover now