032.

4.5K 440 191
                                    

No sabía que me había quedado dormida hasta que sentí unos besos por mis brazos y cuello que me hacían cosquillas.

Cuando abrí los ojos, vi a Jesse sentado en la cama a mi lado, inclinado hacia mí y su mejilla en mi brazo mientras me miraba fijamente. Al ver que le miraba de vuelta me sonrió.

—Te he traído algo de comer —me susurró—, siento haberte dejado abandonada casi todo el día, preciosa. Tenía... cosas que hacer —explicó para luego dejar otro beso en mi hombro y mi mejilla—. Venga, levanta —dijo esta vez más animado tirando de mi mano—, podemos comer en la mesa que hay en el balcón. Hace una temperatura agradable.

Lo que había pasado horas antes me parecía irreal, como si sólo hubiera sido un mal sueño. Pero el hecho de ver que mi mochila estaba exactamente donde la recordaba, fue el indicio que necesité para darme de bruces con la realidad, de nuevo.

—Jason vino —dije perezosa mientras me frotaba los ojos. Escuchaba que Jesse estaba sacando las cosas de la bolsa de plástico y cuando entendió lo que le dije se quedó quieto.

Lo sentí de moverse cerca de mí y cuando me quité las manos de la cara vi que estaba sentado mirándome concentrado.

—¿Jason ha estado aquí? —me preguntó nervioso y parecía impaciente. No sabía por qué.

Cuando le asentí con la cabeza rápidamente echó un vistazo a toda la habitación y volvió a dirigir la mirada hacia mí.

—No te ha tocado, ¿verdad? —preguntaba mientras me miraba los brazos y las piernas todo nervioso. No entendiendo nada le cogí la cara con ambas manos y le miré fijamente a los ojos.

—Jesse, tranquilo —empecé, acariciando con mi pulgar su mejilla—. No me ha hecho nada, y no entiendo por qué debería hacérmelo, pero el punto es que sólo cogió un... —titubeé en si debiera decirle exactamente qué se llevó, pero pensé que sería mejor que no— par de cosas después de preguntarme por ti y se fue —le expliqué. Él se relajó visiblemente cuando escuchó lo que había pasado de mis labios.

—¿Qué se llevó? —preguntó interesado. Antes de poder darle una respuesta, él apartó mis manos de su rostro y se levantó para ir hacia el armario. Los nervios me consumían de solo pensar que se imaginara que yo fui la que le dio el dinero a Jason.

Me mordía el labio casi asustada por la reacción de Jesse. Nunca lo había visto enfadado y no sabía cómo podía llegar a reaccionar dado el caso.

Abrió los cajones acelerado, se puso a contar el dinero y levantó el bolso para ver si las balas seguían ahí, pero lo cerró de un golpe y le dio un fuerte empujón a la puerta del armario haciendo que me asustara, de verdad esta vez, y diera un brinco en mi sitio por la brusquedad de su reacción.

—No no no no no —repetía una y otra vez mientras se llevaba las manos a la cabeza y se tiraba del pelo mientras daba vueltas por la habitación como un león enjaulado. No sabía qué estaba pasando, pero tampoco estaba segura de si quería entender su reacción—. Tenía el dinero justo para nosotros. El dinero justo para poder salir de la ciudad y empezar de cero contigo, Scarlett —me explicó él sin yo pedirlo. Las dudas me asaltaron.

¿Salir de la ciudad y empezar de cero conmigo? ¿Era una broma?

—Jesse, yo —empecé, intentando aclarar mi mente. Pero él me interrumpió.

—No lo entiendes, muñeca —se arrodilló frente a mí y me cogió ambas manos mientras me miraba a los ojos—. No tenía nada, ningún objetivo una vez que me encerraron en la prisión. Ni siquiera quería la condicional, hasta que apareciste tú.

Yo tragué saliva pensando que esto se nos estaba yendo de las manos.

A mí por no ser clara con Jesse y no decirle que todo esto para mí era simple y pura diversión, que no estaba buscando nada a largo plazo. Y a él por asumir que me iría con él sin consultarme antes.

Se lo tenía que decir ahora o esto iría a peor.

—Jesse, escúchame —esta vez el agarre en las manos se invirtió y ahora era yo cogiendo las suyas, le di un suave apretón para que me prestara atención—. Yo no quiero irme de aquí, ni quiero empezar de cero —vi cómo la decepción se hacía lugar en sus expresiones faciales, y algo en mí se rompió por primera vez. Nunca había pasado pena rechazando a un chico, pero él no era un chico, sino un hombre—. Me gusta mi vida tal y como es, no quiero dejar todo lo que tengo.

—¿Ni por mí? —preguntó desolado.

No era la elección más dura de mi vida, pero yo la sentí así.

—Ni por ti —le confirmé.

Él agachó la cabeza y cuando volvió a mirarme su expresión era neutral. Se levantó de su posición y se sentó a mi lado en la cama.

—Pues entonces creo que esto es un adiós, Scarlett Faye.

¿Tan pronto?

Esta vez la decepcionada era yo. Que hubiera rechazado la propuesta de fuga de Jesse no significaba que lo quisiera fuera de mi vida. No cuando ahora él estaba libre y podíamos hacer lo que quisiéramos. No cuando ya había pasado todo lo difícil. Aunque eso era algo discutible porque seguía habiendo una laguna de secretos ocultos rodeándonos.

—Pero no dudes que volveré a por ti —me susurró, antes de juntar sus labios con los míos en un beso puramente pasional que no me dejó pensar más el resto de la noche.

La comida, probablemente, estaba más que fría, pero ni nos importó.

> el siguiente capítulo puede herir la sensibilidad de algunas personas. leéis bajo vuestra responsabilidad.

#1 Explicit. © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora