Le explicó que debían irse cuanto antes. Su plan era atravesar el bosque por la mañana, descansarían para comer y dormirían allí. Al día siguiente continuarían hasta dar con el final.
Aunque fueron andando a paso normal, Minho no se quejó ni una vez del dolor. Parecía tratar de redimirse por lo que le había hecho anteriormente, pero a Jimin no le gustó que se excediera por ello. A veces le decía de descansar y sentarse en una roca que encontraba en el camino, convenciéndole de que iban bien y que pronto llegaría la hora de cenar, ya que estaba anocheciendo.
Ambos decidieron parar entonces a alimentarse de unas galletas insípidas y unos sobres de comida deshidrata parecida a la que comían los astronautas. No estaba nada buena y los dos se miraron con complicidad mientras la engullían rápido por el hambre. Aunque las raciones eran diminutas, para racionarlas, y el estómago les siguió rugiendo después.
Al acabar, Jimin preparó las esterillas y los sacos en el suelo. Le curó las heridas de nuevo y comprobó que, por suerte, estaban mejorando a paso lento. Todas, excepto la del ojo, que parecía peor, recubierta de pus y sangre seca. Hizo lo que pudo sin decirle lo que veía, no quería que se preocupara, y lo vendó de nuevo.
Le ayudó a meterse dentro del sacó y espantó a una araña que amenazaba con colarse dentro y tejer una tela. Aprendió que Minho tenía pánico a las arañas al oírle chillar agudamente de terror al verla. Jimin se rió hasta que la barriga dejó de molestarle por el hambre y se concentró en su risa.
Se metió también en su saco a su lado y miró el trozo de estrellas que las copas de los árboles no tapaban.
- ¿Has oído eso, Park?
- ¿El qué?.- Agudizó el oído, pensando que se trataba de enemigos acechándoles. Sin embargo solo logró escuchar el canto de los grillos.
- Nada, perdona. Me ha parecido oír un ruido parecido al de una máquina, pero será mi imaginación.
- Tranquilo, es normal.
- Oye, Jimin.- Minho se giró en su dirección apoyando su cabeza en su mano.
- ¿Qué pasa?
- Cuéntame algo. Lo que sea.
- Pues... no sé. ¿Sobre qué quieres saber?
- Algo sobre ti que nadie más sepa. En fin, puede que no salgamos vivos si vuelven los del norte y nos atrapan. ¡Qué más da!
En seguida pasó por su cabeza exactamente a lo que el otro se refería, un secreto que jamás había revelado a nadie. Y, como decía, tampoco es que importara en tiempos de guerra.
- ¿Recuerdas cuando estábamos en el centro de entrenamiento? Que me decías que si mi novio era Taehyung y...
- Eres gay.- Dijo sin más, con la misma expresión en su cara que hacía unos segundos, antes de decirlo.- Qué sorpresa.
- ¿De verdad lo sabías?
- No, pero, ¿y qué? Yo soy hetero, enhorabuena.
- Me alivia tanto decirlo en voz alta que ahora mismo lo gritaría. Pero, si no te importa, entonces explícame por qué lo usabas como un insulto contra nosotros.
- Soy un capullo, Jimin, sabía que si eras gay te haría más daño haciendo esa clase de comentarios porque antes de que estallara la guerra, detestaba a los gays. Pero eso era meses antes de que todo esto ocurriera.
- ¿Por qué nos odiabas?
- No a ti, en concreto. Supongo que ahora me toca contar mi secreto. No lo haré muy largo aunque lo sea. En resumen, mi padre maltrataba a mi madre, le pegaba palizas y le chillaba cada noche. Mi hermano pequeño y yo ni siquiera lo sabíamos. Ella tenía el mismo secreto que tú, él se enteró. Se fue con otra mujer y nos abandonó. Mi padre se fue después de aquello. La verdad es que no importaba. A nosotros dos nos enviaron a un horrible orfanato hasta que cumplimos la mayoría de edad para irnos. Yo me metía en muchos problemas por aquel entonces, de drogas, peleas y demás, y mi hermano se hartó. Acabó desapareciendo de mi vida, como todos los demás.
- Si sirve de algo, lo siento. Yo tengo una hermana pequeña y hay algo de lo que me arrepentiré toda la vida. Cuando éramos pequeños, mi madre nos dejó solos, ella se quería bañar y yo la dejé, con tal de que me dejara en paz. Pero ella se hundió en el agua, era casi un bebé...- Jimin soltó un largo suspiro.- Supongo que por eso soy tan sobreprotector con Dae.
- Seguro que ella lo entiende y te ha perdonado, Jimin. Eras pequeño y no sabías lo que hacías. Bueno, ahora ya estamos en paz, el confesionario de Minho cierra sus puertas.
- ¿Sabes? Nunca te imaginé tan gracioso y sarcástico. Será porque no nos conocíamos bien hasta ahora.
- Soy un gilipollas con mucho talento.
Minho dio un bostezo, mostrándose cansado de haber andado todo el día. Jimin le dio las buenas noches y sonrió para sí mismo antes de quedarse dormido, aliviado de haber podido contarle los secretos que cargaba encima desde hacía años.
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Bulletproof • Yoonmin •
FanfictionUna terrible guerra se desata entre Corea del Sud y Corea del Norte. Se requiere la presencia de todos los soldados en el campo de batalla. Min Yoongi está luchando en las fuerzas especiales por proteger al país de la invasión norcoreana. Park Jimin...
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