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—Si estudias esto será más fácil que se te quede—comentó terminado de escribir algunos apuntes en el cuaderno del menor.

Una cosa que tenía súper claro el muchacho pálido es que no podía poner ni una pizca de atención a las palabras de NamJoon; tener a Jeon JungKook a su lado se le antojaba de una manera no sana. Diablos, no.

Kim NamJoon, al percatarse de la extraña mirada que el pelinegro le daba a su dongsaeng no dudó en propinarle una patada por debajo de la mesa obteniendo de inmediato la atención de YoonGi.

"Compórtate, cochino pervertido"

"Deja de molestarme"

Cuando el tiempo pasaba y con ello la amistad de un par de niños crecía, la habilidad de saber qué estaban pensando con sólo verse a los ojos era algo que ni los mismísimos YoonGi y NamJoon entendían.

—Hyung—llamó Jeon con una sonrisa—. ¿Me prestas tu baño?

El peligris mostró sus hoyuelos mientras le indicaba dónde se encontraba; cuando éste abandonó la habitación, los dos restantes no evitaron verse a los ojos con molestia.

—¿Qué rayos te pasa? No era necesario que me golpearas—regañó Min mientras susurraba.

—Si de verdad buscas algo con él procura no parecer perro detrás de un trozo de pan, ¡lo asustarás!—aconsejó con tono de reproche.

El pelinegro suspiró un poco avergonzado, su amigo tenía razón... Y SeokJin (si es que él estuviera ahí) también le regañaría por su comportamiento pervertido.

—Listo—pronunció con satisfacción la voz relajada de JungKook, el cual retomó su lugar en la mesa de estudios.

El capitán enfocó sus pupilas en el callado amigo de NamJoon, quien se tensó y por ello la mirada a su vacío cuaderno de espiral bajó.

En toda la tarde que llevaba ahí sentado sólo se dedicó a ver el perfil de Jeon JugKook, tambolirear el lápiz sobre su cuaderno, usar la voz de su moreno amigo como efecto de sonido de ángeles cantando y todo por culpa de su fugaz e inexplicable enamoramiento.

—Ey... Tú me recuerdas a alguien, ¿no te parece Nam hyung? A esa chica nueva que llegó. 

El corazón de Yoon palpitó con fuerza al igual que del peligris.

—Min YoonGi y Min YoonJi, eh...—Kookie formó una sonrisa sospechosa—. ¿Acaso son hermanos?

—¡No!

—¡Sí!

El silencio y unas gotitas de incomodidad invadieron la habitación, y qué decir del rostro de confusión del menor; NamJoon le echó una mirada a YoonGi pasándole la batuta para que manejara su conversación con el dongsaeng. 

—Min... YoonJi es mi hermana... Hermanastra.

Un 'ahhh' imaginario salió de la boca del capitán—. ¡Oh, ya recuerdo! Tú eres el chico que ayudé, ¿te recuerdas? Te llevé a la recepción porque parecías perdido.

"Mierda"

Eso no era parte del plan, o quizá no estaba dentro del plan que Kookie se acordara de ese fatídico y hermoso día.

Min YoonJiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora