—Con que eso era lo que escondías, ¿no?—le dijo con tono de burla.
YoonGi gruñó molesto; después de haberse chocado con Kookie afuera del salón, el pelinegro arrastró a Kim al escondite alias "la habitación del conserje" a la fuerza.
—Llévame contigo—pidió firme.
—¿De qué hablas?
El pálido bajó la mirada y carraspeó antes de hablar—. Quiero ir contigo y JungKoook.
—¿Las tutorías de inglés? ¿Estás loco? Eso sería precipitado, contando que ya te ha conocido como chica—reprochó.
—No mezclaré la vida de YoonJi con la mía, además quiero aprender inglés.
El muchacho de hoyuelos sonrió—. Oye, los dos sabemos muy bien que lo que menos te importa es el inglés.
YoonGi apretó los labios enojado—. Bien, a la mierda el inglés. Quiero ver a JungKook.
El moreno le vio e infló las mejillas asintiendo convencido—. Muy bien, tú ganas Suga.
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—Min YoonGi, ¿en dónde estabas?—le gruñó SeokJin cuando al fin llegó a la mesa.
El muchacho suspiró mientras se dejaba caer sobre la banca. Giró su cabeza para echarle una mirada al capitán y a su tonta novia; JungKook le vio, sonrió y movió su mano en forma de saludo.
El pelinegro regresó su vista al frente a lo Flash sin dejarse de sentir nervioso aún—. Jin, JungKook me ha visto como yo, como YoonGi.
—¿¡Qué!? ¿¡No te ha descubierto o sí!?—gritó a susurros.
—No, pero hoy tengo una cita con él.
—¿Qué...?
—Bueno, no... ¿Cómo explicarlo? JungKook y NamJoon...
Los ojos de Jin se abrieron de sorpresa y estuvo a punto de gritar si no fuese porque Min tapó su boca con sus huesudas manos—. ¿NamJoon y JungKook? ¿Qué tanto ha pasado que no me has contado? Niño tonto—murmuró más tranquilo.
Min YoonGi empezó a explicar luego de girar los ojos y dejar salir un suspiro cansado. Le contó desde que NamJoon le ayudó en la mañana hasta cuando hablaron en el escondite.
Cuando Yoon ingresó al SEC (Centro Educativo de Seúl) nunca pensó o siquiera imaginó que se metería en semejante telaraña de mentiras, y si le hubiesen dicho hace unos días que iba a reencontrarse con Kim NamJoon, enamorarse del heterosexual más novia hashtag yo puedo hacerlo todo y que encima de eso tendría que ponerse una ridícula faldita y la horrible peluca; diablos, se hubiese tirado al suelo en posición fetal mientras abrazaba su estómago por las carcajadas.
