JUNTOS (#SYPS)

Capítulo 31:Un abrazo vale más que mil palabras...- Luis

LUIS
─ ¿Un abrazo de despedida?─escuchamos al maldito a través del altavoz del celular. Fue una idea brillante de Elian obligar al sujeto a mantener el celular conectado sin cortar la llamada así oíamos cada maldita cosa que dijera.

Tras la pregunta de mierda que hace levanté la vista y el resto de almas presentes alrededor de la mesa me miraban...

─No lo hará, es obvio─ susurra el rubio mirándome con total seguridad.

─Dudo mucho que acepte...rayos, ese tipo la daño de la peor manera...─ concuerda Ángel también en un susurro.

No emito sonido, pero si concuerdo con ellos, ella no lo haría ¿verdad?

Aun así mi mente no deja de repetir dos palabras.

No aceptes.

No aceptes.

No aceptes.

"─Claro"

Mierda.

Nos quedamos en total silencio, la tensión pesaba en el aire, nadie apartó su vista del aparato tecnológico que yacía sobre la mesa.

¿La voz de mi bella fue la que salió del aparato?

¿Fue ella?

¿Fue Cristal aceptando que ese trozo de mierda llamado Alex la toque...de nuevo?

─Me lamento terriblemente no haberlo golpeado aún más.─ es Elian quien rompe el silencio finalizando la llamada, se me ocurrió protestar pero en verdad mis sentimientos y pensamientos en ese momento me lo impidieron

La ira se acumula en cada uno de mis músculos, no lo podía creer, ese estúpido no apreciaba su puta vida lo suficiente, lo detesto con cada célula de mi cuerpo.

─Vamos a buscarlo, ya está cerca del lugar donde acordamos─ anuncia Elian mirando el GPS donde marca la ubicación del sujeto.

Caminamos a paso acelerado, los chicos me advierten que fue mala idea no haber ido en los automóviles ya que Demián puede andar merodeando por el lugar, y no queriamos que me vea, ya que estoy "de vacaciones".
Pero eso me importa una mierda.

Luego del funeral de Bea, pensé un par de días y terminé tomando la decisión, les confesé la verdad a Elian y Ángel, ellos me demostraron ser incondicionales, no podía mentirles más. No lo merecían.

Voy último en la fila, veo al imbécil a escasos metros.

─¿Quieres un abrazo?─grita Elian y le estampa el puño en la cara, no puedo evitar que las comisuras de mis labios se eleven.

El sujeto sangra y aun así sonríe.

Es un caso perdido, uno que no volverá a acercarse a mi chica.

─Escucha atentamente─ digo tan calmo como me es posible─ Nunca, nunca más le pondrás un dedo encima─ sus ojos me dicen que sabe de quién le hablo─ Y si lo haces, te mato...no vuelvas a acercarte, esta fue tu despedida.─ sentencié.

Estaba tan cerca que mis puños deseaban destrozarlo, sabía que no debia, si empezaba no iba a poder controlarme me conozco, debía alejarme de esa mierda.

Me miró con incredulidad, me giré y comencé a marcharme antes de perder la cordura, pero me percaté de que los chicos no estaban siguiéndome, aún rodeaban al trozo de mierda. Ellos no lo dejarian ir sólo con una advertencia.

─Yo no te tocaré ni un pelo pero ellos...ellos pueden hacer lo que deseen contigo.

Ni siquiera volteé para decirlo. Los autorice a que le enseñen a ser mejor persona, o por lo menos a temer seguir siendo la mierda que fue hasta antes de conocernos.