Capítulo 8: Infierno- Cristal

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CRISTAL

─¡Ganador el "ángel caído"!─ eso era lo que declaraban los buffers por todo el lugar, mientras yo veía a un sujeto rapado, y muy musculoso bajar del auto rojo, mientras una rubia de tetas plásticas y glúteos plásticos a medio tapar por un vestido diminuto color blanco, corría a él y se aferraba con sus piernas a su cintura, y lo llenaba de besos dignos de un vídeo porno. Me quedé espantada.

─Ya vengo. No te muevas. ─ fue lo que sentenció Luis mirándome a los ojos fijamente, su mirada era tenebrosa y amenazadora, era una sugerencia y amenaza lo que me pedía. Otra vez apareció esa oscuridad en él.

Dio media vuelta y desapareció entre la multitud. Genial. Me amenazó dejándome sola entre un montón de delincuentes. Conocer su mundo fue mala idea, una muy mala idea. No encajaba para nada aquí.

Mi nivel de nerviosismo aumentó un grado más cuando la gente comenzó a agolparse donde yo me encontraba parada, todos querían mirar al ganador que se encontraba justo frente a mí. Al parecer estaba en el lugar ideal para apreciar el espectáculo que se avecinaba.

─ Demonios y demonias, comenzáremos con la coronación del campeón. Príncipe haga los honores...─ anunció sin más  preámbulos el sujeto del micrófono y de un costado del auto rojo apareció Luis y la gente enloquecía sin yo comprender una mierda, lo vitoreaban y aplaudían, podía ver a las mujeres como babeaban por él. Era un dios. Agarró el micrófono.

─Malditos...bienvenidos ¡¡¡AL INFIERNO!!!─el grito de Luis hizo que  todo mi cuerpo se crispase y que mis sentidos se pusieran alerta pues la multitud a mi alrededor cada vez estaba más salvaje. ─
...Tenemos que coronar al maldito imbécil que desea ocupar mi lugar...─ Luis penetró mi rostro con sus pupilas enegresidas seguido de una risa maléfica que helaba mi pulso.

Lo vi petrificada como tomaba una caja negra en sus manos que un tipo le acercó, lo vi que la colocó en el techo del auto. Seguido de eso la abrió y saco de ella una corona...de cuernos... Con ¿sangre?. Sangre o pintura, o lo que sea, esos cuernos tenían algo rojo en las puntas que parecía chorrear. Era aterrador. Sádico y otra señal de que las cosas en ese sitio no estaban bien, no eran correctas,  eran perversas, todos en ese sitio tenían un grado de maldad al que no estoy acostumbrada...vaya "trofeo".

─ Pero antes...─ dijo dirigiéndose a paso lento al rapado parado a su derecha, Luis tenía la atención de centenares de pupilas, nos tenía hipnotizados─ ¿Creen que éste sujeto merece ocupar mi lugar?

─¡NO!─ gritaron todos de inmediato al unísono y yo salté en mi lugar por la sorpresa de tan repentina respuesta.

─ ¿Los escuchaste?─ le dijo Luis al rapado, que comenzaba a exasperarse, el rostro de El príncipe era desconcertante, no estaba actuando, él si sentía la repulsión que su rostro transmitía.

Por la cercanía a los protagonistas del show fue que noté como los músculos de los bíceps del rapado se comenzaron a tensar bajo su remera. Iba a asesinar a Luis si lo dejaban. Yo sólo quería sacar a Harris de ahí, hacer que se detenga.

La sonrisa malvada de Luis era cada vez más grande y mi desconcierto aumentaba con cada uno de sus movimientos, el infierno transformaba a las personas en la peor versión de si mismas, el lado oscuro resurgia de entre las sombras para reinar. En todos y cada uno de nosotros hay cierto grado de maldad y a diario nos debatimos en una lucha interna por ver que parte reina sobre nosotros, el mal o el bien, la luz o la oscuridad, el cielo o el infierno...

─ Sin embargo, ganaste... Fue una carrera buena, muy buena─ continuó Luis, caminando, con la corona en las manos, majestuoso, todopoderoso, lo más parecido al rey de los infiernos ─ De todas maneras te faltan...mmm...─ dijo contrayendo su cara haciéndose el que trataba de recordar algo─ ¿ocho? Sí, creo que ocho coronas de estas para alcanzarme, nene.─ y procedió a colocar mal la corona con cuernos en la cabeza del rapado , y ésta chorreo sangre por la cara del campeón, todo el mundo reía y vitoreaba por la humillación de portar esa corona sangrienta, una trampa de más retorcida. El campeón precía que acababa de acuchillar a alguien.

JUNTOS (#SYPS)Where stories live. Discover now