Capítulo 50: Almuerzo familiar de domingo.- Luis

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LUIS

Los días se habían hecho eternos desde la noche en que destruimos el infierno. Elián seguía en coma, Cristal seguía extraña, no sé por qué, no sé qué le habían hecho esos sujetos que la tuvieron cautiva, pero ella no deseaba estar conmigo, no quería estar conmigo y lo sentí cada día que había ido a verla, no podía ni tocarla, me esquivó e ignoró. En realidad no queria ver a nadie. No sabía qué estaba pasando con ella... Me preocupaba enormemente. Temí que hayan abusado de ella, pero todos los estudios físicos que hicieron en el hospital no dieron eso como resultado, estaba golpeada y sedada, pero nada más. No pregunten como lo sé, pero solo voy a decirles que la seguridad en las oficinas de los hospitales es un asco. No quería hablarme, no queria que hablemos. Y me estaba volviendo loco su actitud. Pensé que al fin seriamos felices.

─Hijo ¿cuándo traerás a nuestra nieta a vernos? ─ Mi abuela Olga, me preguntó. Fui a verlos, junto a mamá, ella se quedaría. Mi abuelo se llama como yo. Luis. No sabía eso. No sabía nada de ellos. Pero son simplemente adorables y lamenté enormemente el tiempo que no me dejaron compartir con ellos.

─No lo sé, está algo conmocionada con el secuestro y lo demás...─ me encogí de hombros disimulando mi tristeza, acababa de encontrar a mis abuelos y el único ser al cual deseaba presentárselos era a ella, la necesitaba para poder enfrentar a mis abuelos por primera vez. ─ Cuando mejore, cuando ella se sienta mejor, la traeré...

─Debe ser hermosa...─ dijo mi abuelo─ Una princesa...

─Un ángel─ acotó mi mamá─ el ángel que ayudo a mi bebé a volver a ser él...

Mi ángel. La mujer que me salvo del infierno, de mi propio infierno. Cuánta razón tenía mi mamá.

Llevaba todo el día con ellos, mamá ya se había instalado, en esos días ella había vuelto a ser quien siempre quise que sea, una dulce mujer, bondadosa y risueña. Volvió a ser mi mamá. Una mujer bien vestida, peinada y pintada. Una hermosa mujer.

─Mamá... Ya debo irme.─ dije levantándome del viejo sillón, la noche ya había caído, ya se me había hecho tarde. Pronto volvería a visitarlos. Y si dios así lo quiere seria con la compañía de mi bella Cristal.

─Si, hijo, te queda un largo viaje... ─ La tristeza se apoderó del rostro de mi mamá, no quería que vuelva a Water Blue, se preocupaba por mi bienestar.

City of Destiny es el lugar donde mis abuelos se refugiaron, un pueblo tranquilo en partes pero el centro es todo un caos. Con muchos antros bailables, bares y demás, pero la casa de mis abuelos estaba alejada del bullicio.

Me quedaban más de tres horas de viaje para regresar a Water Blue. En completa soledad. En una carretera desierta. Me recordaba a las películas de terror.

─ Cuídate bebé, avísanos que llegaste en condiciones a tu casa...─ Mi dulce abuela me habló dándome a escondidas dinero. ¡Mierda! Asi se sentía eso...siempre vi en redes sociales memes en donde hacían chiste sobre abuelas contrabandeando plata. Nunca tuve la oportunidad de que me pase eso de niño. Me pasó ahora cuando ya era adulto. Pero no dejaba de sentirse divertido. No necesito su dinero, pero lo acepté para hacerla sentir bien. Quizás le compre algo con esa plata, algún regalo que le llevaré en la próxima visita. Su casa me recuerda a la de Beatriz, la abuela de mi novia. Llena de flores hermosas y aroma rico.

Mi casa, esa me da escalofríos.

Con mi padre preso y mamá lejos del caos de reporteros que quieren saber qué pasó, el abogado de la familia, a pedido de mi padre, puso todo a mi nombre. Casa, autos, cuentas bancarias en blanco, casa de veraneo y un departamento que usaba mi padre para verse con su amante. Todo.

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