Capítulo 11: La amo...-Luis

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LUIS

Los gorilas que me sostienen me sueltan, y me miran con pena, es obvio, soy despreciable. Mis rodillas chocan contra el asfalto, solo quiero llorar, mi puño derecho arde por la violenta trompada que le di a ese sujeto.

Un sujeto inocente...uno más.

Tengo mi vista fija en el suelo, la cocaína que me metí no provoca el efecto que tenía en mí cuando empecé a consumirla, antes todo era mejor, me divertía en lo grande, ahora solo me recuerda el monstruo en que me he convertido y lo sólo que estoy en este maldito mundo, saca lo peor de mí y me orilla cada vez más al punto del suicidio. O asesinato. Me desquicia.

─Eres un idiota...─suelta Demián, arroja su cigarro cerca de mí y se larga.

Noto las botas negras también frente a mí aunque más alejadas, seguro es Paulina, no se acerca, no me dice nada, solo está ahí observando lo roto que estoy en este momento, sólo ve como mi mierda me está asfixiando y sin más, se va. Juro que por un instante suplique para mis adentros que se arrodille y me consuele pero no lo hizo, ni lo hará jamás, su naturaleza es otra, jamás será mi compañera.

Todo lo que quiero es irme lejos, comenzar una vida nueva desde cero, sin armas, sin autos y drogas letales, sin el imbécil que tengo de padre, y sin las estúpidas voces en mi cabeza que me torturan, sin la imagen de Sofí cayendo frente a mis ojos con una bala en el pecho y sangre, mucha sangre. Y las voces. Ya no las puedo callar, el polvo blanco ya no es un silenciador, sólo provoca más caos en mi cabeza.

Ya no queda nadie a mi alrededor, me levanto cual zombi y me encamino a mi castillo, esa casilla de mala muerte que conseguí ambientar como mi "hogar".

Abro la puerta de metal y escucho sollozos, mierda es Cristal, mi bella ¿Qué hice?

Me falta el aire, me duele, estoy dañando a ésta chica como daño a todos los que me quieren, si sólo yo fuera más fuerte le contaría todo, la verdad de este lugar, mi verdad, le contaría de Sofí, y el porqué de tanta mierda a mi alrededor. La quiero. Quiero a Cristal. Pero amo a Sofí, siempre será así, aunque ella no esté nunca más.

Cierro la puerta demasiado fuerte y noto a Cristal ponerse tensa, seca su rostro y da la espalda en mi dirección.

Es tan perfecta. Ésta chica es perfecta y tuve el honor de hacerle el amor y lo arruiné, me enloqueció que se sienta tan bien, era casi como estar con mi Sofí, no era solo coger, fue más, ella se entregó totalmente a mí, rayos...jamás me perdonará. Y quizás sea lo mejor.

─Nena...─ sólo escucho que vuelve a llorar. Me está matando.

Me acerco cautelosamente a la cama, quedo de pie muy cerca de donde está sentada, sigue desnuda envuelta en las sábanas.

─Lo siento...─ digo casi en un susurro, sé que busca mis ojos pero no puedo mirarla sin derrumbarme, estoy tan roto que ante el mínimo hecho me derrumbo.

─ ¿Por qué?─ MIERDA, ¿lo dice en serio? ¿Qué le respondo? Perdón por herir tus sentimientos, perdón por huir de la cama y gritarte, perdón por meterme entre tus piernas, perdón por traerte aquí...Mierda.─¡¿Por qué te metes eso?!─ grita.

Levanto mi mirada y encuentro sus ojos llenos de dolor e ira.

Tiene los ojos rojos al igual que la nariz y mejillas. Veo el contorno de su ojo muy negro, le debe doler como el demonio, incluso hasta se notan los anillos de la loca estúpida de Paulina marcados en su rostro. Después de todo lo que le hice, ésta chica se preocupa porque me vio inhalar, no le preocupa nada más, ella es única y es especial, no merece mi mierda y sólo merece sinceridad...cosa que no sé si podré darle algún día.

─Para...para olvidar.─ le digo siendo lo más sincero posible ante ella─ Hay muchas cosas que no sabes de mí, de mi familia, de éste horrible lugar, de la gente que me rodea, es difícil de contar todo...sólo perdón. Perdón por todo el caos que he causado en tu vida desde que te conocí...─ ella no dice nada, solo cierra los ojos. Si bien no llora, su rostro refleja que está muy herida y no es para menos.

─Tu mierda me asfixia─ dice con asco─ Primero le dices a tus amigotes que soy tu puta, luego me traes a este inmundo lugar lleno de delincuentes y me dejas sola para dar tu estúpido show humillando a Eric, quien ganó limpiamente esa carrera, con tu aire de superioridad no sé quién te crees, para todos aquí eres un Dios pero para mí...para mí solo eres basura. Y vete...debo vestirme.─ termina de hablar y yo retrocedo estupefacto, la dulce, frágil e inocente chica se convirtió en una bestia que me destrozó sin tocarme.

Yo provoqué esto, liberé a la bestia que me asesinaría.

Me siento en el sillón y sus palabras resuenan una y otra y otra vez en mi cabeza y no podría estar más de acuerdo con ella pero no por eso deja de doler.

Ella tiene razón, sólo soy basura.

Agarro mi rostro y comienzan a salir lágrimas involuntariamente.

Mierda soy un maldito llorón.

Últimamente es todo lo que hago, ya ni fuerzas me quedan para destrozar todo. Lo deseo, pero no puedo, golpear es más sencillo que llorar, inhalar es más fácil que enfrentar la realidad.

Escucho pasos a mi alrededor e intento controlar mis lloriqueos, seguro es ella buscando su ropa, la vi tirada por acá.

─ Sé que te lastime...lo siento pero tú lo hiciste primero.─ dice Cris─ Debes alejarte de esto, dejar de consumir. ─Si, como si fuese tan fácil mi bella.

Se calla y se sienta a mi lado.

─Entrar al infierno es fácil... Salir de él es imposible.─ digo sacando mis manos del rostro convencido de lo que le digo, ya lo he intentado, y aún no puedo mirarla.

─ Es imposible si lo crees así...quizás debas cambiar de perspectiva.─ dice ─ No creo que seas basura...éste lugar te convierte en basura, saca lo peor de vos.─ sus palabras logran hacerme sonreír, me da una mínima chispa de esperanza, es única, mi bella.

─ Lo sé... Después de lo que le paso a...─ no puedo decir su nombre en voz alta─ Mi novia─ digo al fin─ No conseguí recuperar mi vida, no volví a ser el mismo...de eso ya va un año.─ Cris me mira confundida.

─ ¿Qué... qué le paso?─ dice cautelosa esperando alguna reacción de mi parte. Pero sólo cerré mis ojos preparándome mentalmente para contarle mis mierdas, respiré hondo y empecé, pues si va a irse de todas formas al menos debe saber que tan jodido estoy.

─La...mataron─ No puedo creer que le cuente esto─ Y fue culpa de mi padre...él nunca la quiso porque era dos años mayor que yo, y su familia no es adinerada, pero ella...era perfecta...la amaba muchísimo...la amo.─ Al ver la reacción de incómodidad en Cristal me doy cuenta de lo que dije y mierda, la volví a cagar. Soy un idiota.

Hablar de Sofí con alguien me es extraño, desde que la perdí no volví a hablar de ella, y golpeaba a cualquier imbécil que la nombrara.

Lloré durante semanas.

Casi mato a mi padre sino hubiese sido por mamá. Y por la estúpida bala que no salió.

Las imágenes de ella cayendo al suelo con sangre en su pecho no me dejaron dormir durante meses.

El maldito de mi padre estaba endeudado y mandaron a balear a alguien de su familia a modo de advertencia.

Habíamos comprado la cena y unas películas para pasar la noche, luego de la mejor noticia de mi vida, fuimos a la farmacia más cercana, estábamos llegando a casa, era sábado, el peor sábado de mi vida.

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Pues...¿sólo a mi me estresan?

Un beso

C.

JUNTOS (#SYPS)Where stories live. Discover now