Capítulo 29: A cazar...-Luis

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LUIS
Saqué una cerveza en lata de la heladera, gracias al cielo mis padres no estaban en casa y podía andar libremente en bóxer.

Los mensajes intercambiados con los idiotas no me daban tranquilidad, han llegado a querer mucho a mi bella en poco tiempo y eso les provocaba querer matar a Alex. No los culpo. Yo también deseaba dejarlo internado pero, no está bien eso, debíamos controlarnos.

Me sentía algo nervioso por conocer al tipo con el cual seguramente se acostó mi bella.

Ese hijo de perra no la mereció jamás.

Me pongo el pantalón negro de jeans y una camiseta blanca, lo único que me tranquilizaba de todo esto es que el tipo viajero está con ella, se nota que la quiere y la cuida tanto como yo, en todo lo que me dijo noté sinceridad, me dio confianza.

Me doy un último vistazo y decido emprender el viaje al lugar señalado por Elian.

Bajé las escaleras y noté un leve dolor en las piernas, salir a correr con Cris me ha agotado, es un ritmo menor al que acostumbro y mis músculos se resienten evidentemente. Que fea sensación.

Coloqué la dirección del lugar en el GPS del auto, sí auto, mi hermosa morocha sigue internada porque surgieron inconvenientes.

Me entristece.

En fin...que comience la cacería.

Son treinta minutos los que me llevó llegar a la pocilga donde residía el sujeto.

Veo el auto de Gabriel aparcado a unos metros, también noté a Elian con su casco y su moto.

Esperé unos minutos concentrándome en lo que haríamos.

Un gruñido de motor me sacó de mis pensamientos y tuve la certeza de que estabamos todos, Ángel y su camioneta llegaron.

Salgo del carro y de forma casi sincronizada Gabriel y Ángel bajan de sus vehículos y vienen a mi encuentro, seguidos por Elian quién trae su casco colgando en su codo.

Se ven terroríficos, son los típicos bad boys.

─¿Listos muchachos? Recuerden que nada de golpes, solo hablaremos ¿ok?─ se los recuerdo por vez número cien aproximadamente.

─ Solo seguiremos ese plan si el sujeto colabora─ advierte el rubio. Ya empezamos...

─Exacto, y si se declara en rebeldía, lo cazamos.─ esta vez es Elian quien habla.

─Recuerden que tiene que ver a Cris...─ al fin uno de los idiotas era sensato, me resultó extraño que fuese Ángel. ─Así que nada de golpes en la cara...─ hablé muy pronto. Carajo.

Por el bien del sujeto le convenía colaborar, aunque no me importaría si le rompen un par de huesos, se lo merece, es algo así como ¿karma?

Entramos al lugar, era algo parecido a un bar pero de muy mala calidad, se asemejaba más a un bar la mañana siguiente después de atender toda la noche y no limpiar absolutamente nada. El aroma era asqueroso. Olía a vómito, humedad, cocaína y alcohol. Elian deseaba vomitar, le tomó unos minutos componerse, se tapó la nariz con un pañuelo que lleva colgado al cuello, eso lo aisló un poco del olor nauseabundo de ésta cueva de ratas.

─¿Qué hacen acá?─ un sujeto rubio con camisa de leñador muy maltratada y jeans sucios apareció por el marco de la puerta de una de las habitaciones contiguas. Su tono no sonó amable y por el color de sus ojos se notaba que había estado consumiendo.

─Busco a Alex, Alex Reedus─ anuncié de forma lo más amenazante posible.

─Está... con...un asunto...─ dice dubitativo el sujeto, sus palabras son casi inaudibles lo cuál lo atribuyo a que estaba muy drogado.

─¡¡¡AYUDA!!!

Todos nos quedamos congelados ante el grito proveniente de la habitación que estaba a las espaldas del rubio, el grito era de una mujer, los ojos del rubio drogado se abren enormemente lo cuál me indicó que algo estaba pasando, me indicó que ese "asunto" en el que estaba ocupado Alex es algo muy siniestro. Antes de que el drogado lograra cerrar la puerta trabé el cierre con mi brazo e inmediatamente vi a los chicos acudir a mi ayuda y empujar la puerta con fuerza tirando al drogado al suelo por el impacto, éste no dijo nada, Ángel lo durmió de un golpe en la cara, un excelente derechazo.

Corrí por el pasillo hasta encontrar la puerta de la habitación, Elian y Gaby me seguían, abrí la puerta y encontré a dos sujetos bebiendo tranquilamente sentados cerca de una cama donde yacía inconsciente una chica semidesnuda de no más de veinte años.

Me dio horror esa imagen.

─El sujeto no colaboró...─ escuché decir a Elian y por como sonó sé que estaba apretando los dientes por la furia.

─¿Quién es Alex?─ los dos tipos se miraron y ninguno contestó, veía el miedo en sus ojos y me fascinaba, no es como cuando mi bella le teme a algo, ella es pura y buena, su miedo me hace sentir mal, en cambio el miedo en los ojos de esos sujetos me causó placer. Me divirtió.

─¿Quién eres?─ habla el tipo de pantalón azul y remera celeste

─Quién. Es. Alex.─ repetí con el 1% de paciencia que me quedaba antes de destrozar la cara de ambos hijos de perra.

─Yo soy a quién buscas...─dice en tono altanero poniéndose de pie el tipo de campera de cuero negra.

─Genial... A cazar...─ anuncia Elian y lo siguiente que veo es como con el casco noquea al tipo de celeste y Gabriel inmoviliza en el suelo a Alex.

Son veloces. No me dejaron hacer nada de nada.

Ángel llega a la escena y corre a auxiliar a la chica, yo reacciono al fin y también me dirijo a ver como se encuentra. No la conocíamos, pero era muy bella.

La observé y tenía los labios lastimados, resecos, estaba muy pálida lo cuál me provocó tomarle el pulso, era lento, demasiado.

Hijos de puta, no sé qué le hicieron.

Estaba inconsciente, seguro que consumió alguna mierda.

Tenia marcas en las piernas y en su cuello. Esos imbéciles se las deben haber hecho para someterla.

Mis ganas de matarlos aumentan a cada minuto.

─Necesita lavaje de estómago...─ dijo Ángel muy seguro de lo que habla─ Llevemos al hijo de perra al auto y luego llamamos a la ambulancia así vienen por ella.─ se sacó la camiseta quedando semidesnudo y cuidadosamente se la coloca a la muchacha. Vi la tristeza en los ojos de mi amigo.

Agarré unas sogas y atamos al tipo fuertemente, mis ganas de ahorcarlo sobraban.

Llegamos a tiempo para salvar a esa chica de una nueva violación o Dios sabe qué iban a hacerle.

Es un enfermo.

La muerte es lo menos que merece.

─Imbécil, esto que te va a pasar es por tocar a Cristal.─ le digo al oído y al pronunciar esas palabras los ojos de Alex se abren como platos y su rostro palidece.

Sabe de lo que le hablo.

Sabe de lo que le hablo

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JUNTOS (#SYPS)Where stories live. Discover now