─ ¡No vuelas a mencionar a Akane! ─ gritó totalmente enfurecido, su mano se encontraba entumecida debido a la fuerza del golpe. ─ ¡No tienes derecho en siquiera decir su nombre, ¿me oíste?! ¡NO LO TIENES! ─ gritó ya fuera de sí.

Tras gritar aquello, Tanaka se giró y comenzó a caminar hacia la salida de la habitación. Antes de atravesar el umbral de la puerta detuvo sus pasos, su mirada se dirigió a los hombres que yacían formados a lado de esta. ─ Tortúrenlo, hagan lo que quieran con él. Pero no lo maten, quiero que vea con sus propios ojos como destrozo a cada miembro de su nueva familia ─ los hombres asintieron ante sus órdenes, le dio una última mirada al sujeto que hacia pasarse por su hermano. Quería verlo sufrir, ansiaba verlo totalmente destrozado y sabía muy bien cómo podría hacer aquello. ─ Espero que aguantes como el alfa que se supone que eres, quiero que estés presente mañana cuando inicie con la tortura de aquel beta de lindos ojos morados. De seguro será un gran espectáculo ─ tras decir aquello último pudo ver como la expresión de Tougo cambiaba drásticamente, si antes su rostro mostraba gran odio y determinación ahora simplemente demostraba terror absoluto.

─ No puedo esperar ─ soltó relamiéndose sus labios saliendo de aquel lugar. Mientras se encaminaba hacía su otro destino pudo escuchar perfectamente los gritos desgarradores de su prisionero, no sabría decir que aquello se debía a la tortura que sus hombres le estaban sometiendo o por el simple hecho de decirle que su primera víctima sería aquel Matsuno de morado, aunque la verdad era que le tenía sin cuidado. ─ Bienvenido de vuelta Togui-kun ─

Karako se hallaba sentada en su cama observando el exterior desde su gran ventanal

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Karako se hallaba sentada en su cama observando el exterior desde su gran ventanal. Se encontraba mirando el nublado cielo, específicamente estaba observando aquellas oscuras nubes. Estas le daban cierta sensación de vacío y tristeza al mismo tiempo.

─ ¿Te sientes melancólica hermanita? ─ preguntó Osoko mientras se adentraba al cuarto sin permiso alguno. ─ ¿Hay algo que te esta molestando? ─ volvió a preguntar logrando que esta vez la morena quitara su vista del cielo, y la dirigiera hacia la castaña.

─ Nessan... ¿Crees que hicimos lo correcto? ─ tanteo dolida, se suponía que debería de estar feliz por estar en su hogar. Debería de estar festejando el hecho de que aquellos rebeldes tuvieron lo que se buscaron. Se supone que debería de estar feliz... pero, por qué entonces sentía una gran opresión en su pecho cada vez que recordaba cada una de sus caras. ─ ¿Crees que debimos haber hecho algo? ─

─ ¿Qué crees tú? ─ esquivo su pregunta con otra, Karako pudo distinguir aquel tono divertido en las palabras de la castaña, aquello realmente le molestó. Y no comprendía el por qué. ─ Dime Karako-chan... ¿Crees que debimos haberles ayudado tras la emboscada? ¿Piensas que quizás con nuestras ayuda se hubieran librado de las garras del viejo? Ah, no lo creo ─ afirmo con ironía.

Osoko nunca imagino que su querido jefecito decidiera dar el primer golpe. Aquello le venía realmente mal para sus planes, por lo que tenia que hacer algo rápido. Pero, por más que pensaba nada surcaba por su mente en aquel instante.

Matsuno Omegaverse 2 ||P A U S A D A||Where stories live. Discover now