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De a poco comenzó abrir sus ojos, acostumbrándolos a la luz de la habitación.... No recordaba haberse quedado dormido, es más.... Lo último que recordaba era que estaba en su celda tranquilamente, leyendo uno de los tantos libros que su hermano le había traído en una de sus visitas casuales, ya después de eso todo era oscuro.... --Ahh, mi cabeza-- se quejó, por extraña razón, sentía un gran dolor, algo parecido a una migraña mal cuidada.

­─ Hasta que despierta.... Y se supone que el holgazán era yo ─ una voz bastante conocida lo saco de su pequeño mundo, al momento de girar la cabeza, pudo ver como su querido hermano mayor estaba parado en el marco de la puerta, en su rostro se podia apreciar una gran sonrisa. La cual no era distracción suficiente para los golpes que se podían apreciar en la cara del oji-rojizo.

─ ¿Volviste a dártelas de boxeador? ─ pregunto como si nada, si bien ya estaba más que acostumbrado en ver a su hermano en tales condiciones en el pasado, no quitaba el hecho de que se preocupara por él, ─ ¿Qué sucedió esta vez? ─, pregunto algo cansado.

─ Nada de real importancia ─ bufo por debajo, evitando la mirada del de blanco, ─ ¿Qué me dices de ti?, ¿acaso no te mata el saber porque demonios estás fuera de tu tan preciada celda? ─ pregunto con sarcasmo, el hecho de que su hermanito no se haya vuelto loco ante la idea de verse, por así decirlo, libre.... Le daba a entender que quizás tuvo que haberse replanteado la idea del secuestro más de una vez.

─ ¡Por supuesto!, pero el hecho de verte en tan lamentable estado hace que mis prioridades cambien drásticamente ─ sonrió tras decir aquellas palabras, mentiría si digiera que la curiosidad no lo estaba carcomiendo, el hecho de haber despertado en una gran habitación junto con su hermano le daba entender que talvez lo hayan sacado a la fuerza de la prisión, pero nada de eso importaba realmente.... Como ya lo había mencionado, el semblante que le daba Akumatsu daba mucho que hablar, por lo que, con cuidado palmo la zona cercana a él. ─ ¿Quieres hablar de ello? ─ pregunto curioso, provocándole una gran sonrisa al oji-rojizo.

─ Ya que insistes ─ soltó animado.

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A pesar de ser cerca del mediodía, el ex líder de los rebeldes ya se encontraba bebiendo su quinto vaso de whisky añejado, con el paso de los años había adquirido la resistencia suficiente para este tipo de tragos, aun así, era muy pocas las ocasiones que se sentaba a beber algo. Tan solo existía tres ocasiones en la que lo realizaba; en los aniversarios del fallecimiento de sus padres y de Karako y en el aniversario del día en que su querido gatito se le entrego por completo. Este último día sobretodo, algunos lo podían tachar de loco, pero nada de eso le importaba realmente, el atesoraría aquel día como el más especial de todos.

Pero dada la casualidad que hoy no era ninguno de esos días, hoy era un día como cualquier otro. Pero, aun así, creía que necesitaba con urgencia un trago.... No podia dejar de pensar en el contenido de la dichosa carta.

─ Mierda ─ soltó irritado, llevando ambas manos hacia su rostro. Ya no podia seguir soportando toda esta tensión, agradecía inmensamente el que las chicas hayan convencidos a los demás a dar un paseo por la cuidad, los únicos que se encontraban en el hogar eran los hermanos ying-yang, además de Osomatsu. Por lo que podría tener un poco de privacidad para poder ideal algo, aunque por más que colocara a trabajar a su cerebro, nada se le ocurría... misma razón por la cual, decidió servirse su sexto vaso.

Pero antes siquiera tomar la botella, un incesante golpeteo comenzó a molestarlo. ─ ¡¿Ahora qué?! ─ preguntó al aire irritado, sabía que no era su gatito o alguno de los otros, cada uno de ellos tenía su respectiva copia de llaves. Por lo que no tenía que ser más que un completo desconocido.

Matsuno Omegaverse 2 ||P A U S A D A||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora